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Era difícil imaginar un escenario más feliz que éste. El sótano de Michael ocupaba un lugar en mi corazón, pues fue ahí en donde Luke me invitó a ir por pizzas con él. Y ahora, después de meses, habíamos vuelto ahí. Con algunos cambios.

Keira y Dina habían estado molestándome para que les presentara a los chicos, así que finalmente lo había hecho. Ahí estaban, interrogando a Calum mientras el moreno respondía relajadamente. Michael tenía a Polly a su lado, y estaban discutiendo sobre algo, pero los dos tenían grandes sonrisas en sus rostros, como si fuera una competencia en la que realmente no importaba quien ganara.

Luke y yo estábamos retozando en la alfombra. Mi cabeza estaba en su estómago mientras él hacía algo en su teléfono. De vez en cuando acariciaba mi cabello, pero yo estaba perdida en mis pensamientos. En la manera en que todo era diferente.

La desaparición de Tara y Meredith del círculo de los chicos. La nueva música que Michael había descubierto y que ahora ponía mucho más seguido que a The 1975. El sótano estaba más limpio; incluso había cojines nuevos. Lo único que seguía igual, eran Ashton y Lana besándose como si no hubiera mañana. Y el nuevo cabello blanco de Michael.

Y me hacía feliz, que todos estuviéramos más felices que antes, que los cambios hubieran sido para bien. Que Luke se emocionara cuando le dije que mis padres querían conocerlo. Se puso todo nervioso, pero sonreía, porque sabía tan bien como yo que esto significaba dejar de escondernos.

Por supuesto yo también estaba nerviosa, la ansiedad me estaba comiendo, pero valía la pena intentarlo y de verdad esperaba que mis padres lo estuvieran haciendo por mi bienestar y no para juzgar.

—Callie — me llamó Luke, colocando su mano sobre mi cabello. Levanté la vista hacia su cara.

—¿Qué pasa? — pregunté volviendo a la realidad.

—Deja de pensar— me sonrió y acarició mi frente con su pulgar.

—No estoy pensando— mentí.

—Ven acá— dijo y señaló su cuello.

Sonreí aceptando la invitación feliz. Me incorporé a medias, para arrastrarme hasta que mi cabeza descansa sobre su pecho, con su brazo rodeándome.

—Oh no, no empiecen con sus cursilerías— nos reprochó Michael, y sentí como todos nos ponían atención. Podía sentir el rubor subiendo a mi cara.

—Cállate. Ashton y Lana ni siquiera toman espacio para respirar— contestó Luke con rapidez.

—Es la práctica—gritó Ashton desde su lugar y Lana se rió, para luego volver a besarlo.

—Pues ya es suficiente— dijo Michael, decidido— vamos a divertirnos. Todos juntos.

Subí la mirada hasta Luke y vi como rodaba los ojos.

—Michael, esto es lo que hacemos en tu sótano desde que tenemos quince años— se quejó—. Absolutamente nada.

—Pues se acabó. Quiero ser rebelde—Michael se levantó e hizo los hombros hacia atrás.

—Uno pensaría que tu cabello cambiante cada semana, es suficiente rebeldía—comentó Calum. Keira y Dinah rieron a su lado.

—Silencio— Michael le dió un gran sorbo a su cerveza, hasta que se la terminó. Luego, lanzó la lata vacía a la alfombra—.Quiero sentirme vivo. Quiero robar un auto, o destrozar una escuela secundaria.

—Creo que ya has bebido demasiado—Polly niega con la cabeza, al tiempo que se recarga en el sofá. 

—Si, recuerda que el papel del ebrio loco es de Calum—se burló Luke.

pizza || hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora