23

3.5K 305 58
                                    


Esta vez era yo quien guiaba a Luke por la casa, nuestras manos estaban enlazadas y estaba concentrada en encontrar a Keira, después de todo era su cumpleaños y ella era mi mejor amiga.

Sus cuentas no habían estado tan mal, había unas sesenta personas en la casa, pero tampoco era una casa extremadamente grande, así que eran suficientes para que se sintiera abarrotada. Había música, pero no demasiado alta, más que nada, podías escuchar a las personas hablando y riéndose, aunque claro había por lo menos diez en medio de la sala, bailando como si no hubiera un mañana.

Fue hasta que dimos dos vueltas a la casa que encontramos a Keira y Dina en la sala. Estaban particularmente lindas, Keira usaba un vestido negro muy simple y holgado, con su cabello suelto cayendo por sus hombros, y Dina, unos jeans y una blusa de encaje, con tenis por supuesto, Dina amaba los tenis. En el instante en que nos vieron las dos se levantaron del sillón que ocupaban y se acercaron.

Me lancé a los brazos de Keira y la abracé efusivamente, deseándole feliz cumpleaños. Era mi mejor amiga desde nuestro segundo semestre en la preparatoria, habíamos pasado muchas cosas juntas y a pesar de que a veces me volvía loca, la quería como si fuera la hermana que nunca tuve. Cumplía dieciocho años, pronto se iría a la universidad y aunque sabía que seguiríamos en contacto, no sería lo mismo.

Al separarnos, saludé también a Dina y proseguí a volver al lado de Luke. Podía notar que estaba nervioso, había estado apretando sus manos alrededor del volante todo el camino hasta aquí, y se acomodaba la chaqueta de cuero demasiado seguido. Traía su gorra guinda porque dijo que su cabello lucía horrible, aunque por más que él así lo sintiera, yo veía su cabello perfecto.

— Me alegra mucho que hayan venido—sonrió Keira, después de que Luke le hubiese deseado feliz cumpleaños—, lo siento por la noche que nos conocimos.

La verdad era que no me había creído que Keira fuera a disculparse, pero sonreí un poco porque sabía lo difícil que era para ella pedir disculpas. Era una chica bastante orgullosa, así que el que pusiera eso de lado para cumplir lo que había dicho me hizo feliz.

—No hay problema—aseguro él de inmediato y se encogió de hombros—, esas cosas me pasan muy seguido.

—Además, Callie nunca te hubiera conocido. —le sonrió Dina de lado y Luke asintió también sonriendo tímidamente.

—Dina—le reclamé rodando los ojos.

—Estoy jugando. —se excusó pero estaba sonriendo feliz. Levanté la vista para ver a Luke, sólo verificar que estaba bien con la disculpa y el comentario, y él bajó la vista y me sonrió de manera tranquilizadora, para acto seguido, poner su mano en mi cintura.

—¡Hola! ¡Feliz cumpleaños Keira! —reconocí esa voz y volví la mirada al chico que se había integrado al grupo. Dylan estaba en algunas clases con nosotros y era, la mayor parte del tiempo, gracioso. Alto, con cabello rubio aplastado y pecas por toda la cara.

—Hola, Dylan—saludamos las tres a coro. Mientras él abrazaba a Keira. Era bajito, comparado con los otros chicos de clase, pero era más alto que su novia. Ofelia era una chica un año menor que nosotros, que disfrutaba la atención que le brindaba el andar con uno de último año. Era agradable mientras no la trataras mucho tiempo, pero Dylan también podía llegar a ser fastidioso, así que realmente hacían buena pareja.

—Gracias y gracias por venir—agradeció Keira mientras se separaban—. ¿Por qué no trajiste a Ofelia?

—Saben que no me lo perdería, y ella está de viaje con sus padres a casa de sus abuelos. — Todas sabíamos que Dylan había estado enamorado de Keira cuando tenían 12 e iban a la misma escuela, ella coqueteaba con él pero nunca estuvo especialmente interesada, como suele suceder cuando sabe que un chico está a sus pies, y él finalmente se rindió. Pero a veces seguía haciendo bromas sobre eso y seguía siendo gracioso.

pizza || hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora