10

6.5K 479 226
                                    

Octubre. Bendito octubre.

Yo era más una chica de verano, largos días, el sol sobre tu piel, podías ponerte un simple vestido y estabas lista para irte. Nunca me gustaba el invierno, el clima frío, las plantas muriendo, las docenas de ropa que tengo que ponerme encima para mantener mi calor corporal, mi familia obligándome a ir a casas de tíos y tías que sólo veo una vez cada tres años y algunos que jamás había visto, sólo porque "es época navideña, hay que estar en familia". Sí, lo es, pero la mayoría de mis primos tienen menos de die años y los otros más de 28, no era como que tuviera alguien con quién pasar tiempo.

Pero otoño, en especial octubre, era perfecto. El clima frío pero no demasiado, bebidas calientitas pero los árboles siguen vivos, colores brillantes pero anochece más temprano. Mamá me deja estar sola con un montón de cobijas y televisión, y el tiempo de calidad en familia es cortar caras en calabazas y preparar postres con manzana, porque son las preferidas de mamá. Y por supuesto, halloween.

Aún prefería el verano, pero el otoño es el mes de tranquilidad antes de que el invierno llegue. Además, me gustaba usar faldas con medias delgadas sin morir de calor, las faldas eran casi siempre mejor con medias porque no tenía que preguntarme si se me veía la ropa interior al sentarme. Y era eso exactamente lo que traía puesto mientras caminaba directo a mi segunda cita con Luke Hemmings.

Estaba nerviosa como siempre, y durante todo el trayecto en autobús estuve restregando mis sudorosas manos contra la falda de mezclilla. Quería verle, sí, pero no podía evitar ponerme nerviosa de todas formas. Calum había dicho que Phoebe le había roto el corazón, y una gran parte de mí quería averiguar por qué, pero la otra parte, la pequeña pero poderosa, me decía que no era correcto entrometerme así en su vida. No era mi asunto.

Sólo sabía que nos encontraríamos en la entrada del parque "Rose Wood", pero eso era todo. Él quería pasar a casa por mí, sin embargo no me gustaba para nada la idea de que era posible que papá estuviera presente para eso. Nunca había salido en citas, ya lo he dicho, así que no tenía idea cómo reaccionaría mi progenitor ante la situación, por eso pregunté si podríamos encontrarnos en otra parte.

Así que aquí estaba, esperando. Mi suéter color mostaza me quedaba un poco grande, por lo que estaba ajustándolo constantemente. Era un poco tonto ponerse algo que no me quedaba, supongo, pero me gustaba como se me veía, y el color. Además me mantenía caliente, y tenía botones, por lo cual no iba a haber necesidad de quitármelo por la cabeza y que mi blusa se quedara pegada.

Suspiré tomando asiento en una banca que estaba a unos cuantos metros de la entrada, desde ahí podía ver cuando Luke llegara. Las hojas de los arboles estaban cubriéndolo todo, así que moví algunas con la mano para poder sentarme sin que nada se pegara a mi falda. Cuando era niña veía esas escenas en películas y comerciales de niños saltando a una enorme montón de hojas secas de diferentes tonos de amarillento y anaranjado, y trataba de hacer lo mismo; parecía divertido, así que comenzaba a juntarlas pero me cansaba a los diez minutos, era demasiado esfuerzo para mí. Era una niña bastante perezosa, y supongo que aún soy así.

No he intentado desde entonces, pero ahora no era el mejor momento. Tomé una hoja en mi mano, a mi padre siempre le daba pánico que algún animal le hubiera hecho pipí o algo por el estilo y yo fuera a contraer una infección, pero eso había sido hasta hace un par de años, la última vez que vinimos a un parque juntos.

—Callie.

Levanté la cabeza para ver a Luke de pie frente a mí, vestido de negro, aunque esta vez traía una chaqueta encima. Razonable elección teniendo en cuenta el clima. Su cabello rubio no estaba oculto debajo de una gorra esta vez, sino en un quiff, y se veía reluciente. Sus ojos azules me atrapaban cada vez que los veía.

pizza || hemmingsWhere stories live. Discover now