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Un par de semanas después, mis padres parecían estar superando el enojo inicial, una parte de mi creía que era porque no les gustaba verme tan triste, la otra sabía que en realidad pensaban que había dejado de ver a Luke. Aún así, seguían desconfiando bastante.

Nos encontrábamos en la cafetería de la escuela, Dina tenía los rizos recogidos en una coleta y sonreía divertida por sobre bandeja de comida. Cameron ya ni siquiera era tanto un tema de conversación, ella había comenzado a pensar más en sí misma y decidió que Cameron era historia pasada desde que él la bloqueó de todas las redes sociales. A veces, todavía se entristecía un poco, pero la mayor parte del tiempo, era la Dina alegre que conocíamos.

Por su parte, Keira nos contó que había comenzado a salir con uno de los violinistas en su orquesta. Era dos centímetros más bajito que ella, bastante apuesto y con ojos color miel. La trataba bien, pero era lo suficientemente inteligente para no resultarle aburrido, parecía que lo suyo pintaba bien.

—En serio me alegro mucho por ti— le sonreí a la castaña.

—Está bien, no es como que seamos novios ni nada—se encogió de hombros tratando de restarle importancia, pero el tono en su voz era demasiado dulce para saber que ella deseaba que lo fueran—, pero en serio me gusta.

—Quién lo diría—exclamó Dina—, yo soltera, Callie con novio, y tú finalmente involucrándote sentimentalmente con alguien.

Reímos y Keira rueda los ojos.

—Lo más triste de esto, es que ya no tengo pareja para el estúpido baile de graduación. —suspira Dina y me sentí un poco mal por ella, la ausencia de Britney para equilibrar los pares, aun se sentía. Si ella siguiera con nosotras, podrían ir juntas— y ustedes me van a abandonar por sus nuevos sacos de testosterona.

—Oh en realidad yo no creo invitar a Daniel al baile. Me refiero a que sé que a él no le importaría, pero no lo sé... podría ser que terminemos y después tendré las fotos del baile con un chico con el que no duró mucho tiempo.

—Deja de ser tan pesimista—la regañó Dina—. Si aún tienes las fotos dirás, él guapo y yo terminamos pero esa noche fue increíble.

—¿Me estás incitando a abandonarte en el baile? —le preguntó Keira divertida, supongo que considerando la idea.

—Solo quiero que seas feliz —sonrió Dina y volteó a verme—. Como Callie es feliz con el rubiecito.

—Oh, no sé si nosotros podemos ser tan cursis. —dijo Keira inmediatamente.

—Yo no soy cursi—por supuesto que lo era. Pero aun así fruncí el ceño, indignada. Amaba que Luke fuera cursi, pero no empalagoso, no era abrumador ni quería saber de mí todo el día. Simplemente era dulce en los momentos adecuados.

—Claro que si, cada vez que estás aburrida en clase sacas ese llavero de libro que te dio y lo miras como si fuera un diamante. —comenta Keira.

—Claro que no—respondo a la defensiva. En realidad lo hacía, y muy seguido, pero no creí que nadie se diera cuenta, era casi involuntario, me gustaba sentir a Luke cerca.

—Por supuesto que sí, las dos lo hemos visto. —secunda Dina.

Suspiro y miro mi bandeja de comida. Medio emparedado de tocino y un jugo de manzana, descansaban ahí plácidamente, me perdí en sus formas para no ver a mis amigas a los ojos mientras admitía mi derrota.

—Bueno, tal vez, soy un poco cursi.

—Lo de un poco es discutible—dijo Keira—, pero te dejaremos ganar para que te sientas bien.

Levanté la cara y suspiré, pensar en Luke era un arma de doble filo últimamente.

—Lo único que me haría sentir bien, sería que mis padres no prendan una antorcha cuando Luke llegue a recogerme.

Era mi único temor desde que había invitado a Luke al baile, el cómo me saldría con la mía. Sabía que él, en su cabeza de romántico, querría pasar por mí a mi casa, tocar la puerta y ponerme el corsage, pero temía que mis padres iban a hacer todo menos romántico. Tal vez tendría que escabullirme y mentir otra vez, pero sin duda eso sólo sería otro punto negro para mi conciencia.

—Creí que estaban más tranquilos— dijo Dina, haciendo un puchero.

—Solo porque el tema no ha vuelto a salir—me encogí de hombros

Dina mordí una de las frituras que tenía en su bandeja y suspiró.

—¿Crees que se alteren mucho? —preguntó por su parte Keira.

—No lo sé, he retrasado mucho el pedir dinero para comprar mi vestido. —confesé un poco avergonzada, el vestido era algo importante, pero aún no sabía que mentira debía decir para que me lo compraran sin decir que lo luciría al lado de Luke.

—Solo debes seguir intentando Callie. No pueden estar enojados para siempre— dijo Keira alentadora, sin embargo eso no me convencía tanto.

—O si. —contesté sin motivación.

***

Mamá había cocinado hamburguesas rellenas de queso para comer, sabía que eran las favoritas de papá, por lo que me pregunté si habrían peleado antes de que yo llegara a casa y ésta era la forma de mamá de pedirle disculpas.

La conversación fue tan aburrida como lo había sido desde que anuncié mi relación con Luke, pero podía sentir que estaban escondiéndome algo más. Se miraban continuamente a los ojos, como si no supieran cuál de los dos debería decírmelo, hasta que cuando terminé mi hamburguesa y volvía de llevar mi plato y vaso al fregadero, papá me pidió que me sentara otra vez.

—¿Qué sucede? —pregunté frunciendo el ceño.

—Tu padre y yo hemos hablado mucho al respecto, California— mamá comenzó con alguna intención en la voz que en realidad no pude identificar, algo como tristeza pero no realmente triste—, y debido a que en realidad tus notas no han bajado y has respetado tu castigo. Queremos decirte que está bien si un día quieres invitar a cenar o, solo presentarnos a... bueno, a tu novio.

Levanté las cejas en sorpresa, mi padre no parecía extremadamente feliz al respecto, pero asintió con la cabeza cuando mi madre pronunció las últimas palabras, y fue suficiente para saber que era real.

Ladeé la cabeza, casi esperando que me dijeran que era una broma, esperaba que no llegaran a ser tan crueles.

—¿Es en serio?

—Ya casi eres mayor de edad, y creemos que ya te castigamos lo suficiente. Esperamos, sin embargo que nunca nos vuelvas a mentir de esa manera. —advirtió papá.

—Y sentimos lo que los dos dijimos del muchacho. Queremos estar tranquilos todos y si eso te hace feliz, entonces nosotros debemos respetar eso— mamá me sonrió de forma tímida desde su lado de la mesa.

Una sonrisa comenzó a expandirse por mi rostro, las palabras se habían borrado de mi cabeza, no sabía exactamente cómo debería sentirme o responder, pero el peso que había cargado durante todo este tiempo, se sentía fuera de mis hombros.

—Pero por favor, trata de actuar como adulto de ahora en adelante—mi padre habló de forma seria, tratando de decirme que no arruinara la situación—, siempre has sido responsable y lo agradecemos. Sabemos que tienes valores y confiamos en que no vas a meterte en nada que te ponga en peligro.

—No, claro que no. —dije rápidamente.

—Bien. —asintió mi padre con voz solemne.

—Gracias

Agrandé mi sonrisa y me levanté para abrazarlos.

Es un capítulo pequeño, pero la escuela me tiene vuelta loca y no quería hacerlas esperar más tiempo, fight me. Espero les guste y todas estén bien ¿Ya volvieron a clases? No tengo mucho tiempo así que por hoy eso es todo. Besos xxx

pizza || hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora