22

3.3K 278 56
                                    

—Por favor, Callie, tienes que invitarlo—suplicó Keira. Caminábamos por el centro comercial con bolsitas de mini donas cada una.

Su cumpleaños número dieciocho era el fin de semana y sus padres le habían permitido dar una gran fiesta en su casa. Invitó a todos sus amigos de la orquesta y a varias personas de la escuela. Había invitado por lo menos a 100 personas ya, y por margen de error e inconvenientes, dijo que esperaba 50 asistentes. Contándonos a Luke y a mí.

—No lo sé. Yo... ustedes no son muy amables con él.

—Eso fue mucho antes de que fueran novios—Dina me dio un codazo en las costillas, mientras mis mejillas se encendían. No dejaban de recordarme que ahora tenía novio, y era algo extraño, pero al mismo tiempo era lindo.

—Lo sé, pero no sé si él se siente cómodo. —me encogí de hombros. La verdad era que Luke era bastante tímido, y la última vez que habló con mis amigas fue cuando llevó a Michael a mi casa. Sin embargo, lo había visto hablando más con Cameron que con las demás, y ahora no había Cameron.

—Somos tus amigas, Callie. Empezaremos de cero, le pediré disculpas si tú quieres. —Keira estaba dando saltitos mientras pasábamos por las tiendas hasta la Food Court, en donde podríamos tomar una mesa y descansar de tanta caminata. Venir al centro comercial era ejercicio muy intenso, a veces me cansaba incluso más que cuando corría por las tardes.

—De acuerdo, se lo preguntaré. —me rendí, haciendo fricción entre las yemas mis dedos para que los granos de azúcar que se habían quedado pegados ahí se cayeran.

—Bien. —Keira asintió. Su cabello castaño estaba casi por su cintura ya, lo llevaba hacia atrás con una diadema sosteniéndolo. Completamente lacio, como siempre y con un par de rizos colgantes. Keira siempre lucía linda, me recordaba de alguna manera a Spencer Hastings, de Pretty Little Liars.

Continuamos en silencio y después de algunos minutos, encontramos una mesa justo para las tres y nos sentamos. E sitio estaba a la mitad de su capacidad, probablemente porque era martes, la mayoría de los comensales eran de menos de treinta, las familias abarrotaban el lugar principalmente los fines de semana.

—Oigan ¿qué sucedió con Britney? —pregunté. Britney nunca habría permitido el silencio durante tanto tiempo. No era que me importara, con mis amigas nunca era incómodo tener momentos silenciosos, pero ella no lo soportaba.

—Ella, sólo se fue, supongo. —se encogió de hombros Dina. Me sentí un poco mal de no haber estado más al pendiente, pero sabía que Dina se sentía peor, Britney era su mejor amiga y la había dejado de lado, ahora la veíamos por la escuela con otras chicas, más ruidosas que nosotras. Nos saludaba de lejos con la mano, pero eso era todo.

—La extraño un poco. —suspiré, sacando de mi bolsa la última dona glaseada que me quedaba.

—Yo también, siempre fue muy graciosa. —medio sonrió Keira.

—Encontró nuevas amigas, no podemos hacer nada en contra de eso. —susurró Dina sacando su teléfono de su bolsillo y se enfocó en la pantalla.

Britney nunca fue encajó completamente con nosotras, pero eso era lo mejor de todo. Era ruidosa y decía cosas inapropiadas, a veces cuando estaba muy triste o ansiosa ella simplemente hacía algún comentario tonto que me hacía sonreír. Y era una persona alegre, con defectos, pero todas teníamos defectos. Aunque por lo menos ya tenía a alguien que la comprendía y supuse que estaba bien por ella, si realmente no quería estar con nosotras, no podíamos detenerla.

—Lo sé. —Keira también iba a comerse su única dona restante.

—A veces uno pierde. —Dina suspiró, se refería a Cameron, por supuesto. Levantó su cabeza del teléfono y nos miró con una media sonrisa.

pizza || hemmingsKde žijí příběhy. Začni objevovat