Minor Heaven (Niall Horan) //Editando//

Capítulo 48

Siguieron abrazados algunos instantes más, hasta que lentamente Niall la separó de él. La miró con dulzura mientras le peinaba con suavidad algunos de sus cabellos. Sonrió dulcemente. Juntó sus labios con los de ella para besarlos con ternura. Había extrañado tanto su calidez, su sabor. Se habían extrañado mutuamente, demasiado. Y aún besándola Niall no pudo evitar sentirse culpable por cómo se había comportado durante su viaje, por las dudas que había tenido, y los temores infundados. Él era quien estaba con Laura, eso era lo que realmente importaba. Por fin, ahora, se daba cuenta de ello. No había nada que temer, tenía que confiar plenamente en ella pues era él quien la estaba besando ahora mismo, él y nadie más ocupaba ahora su corazón.

- Yo también te he extrañado.- Murmuró en los labios de ella. Laura sonrió besándole fugazmente.

- Pero ya estás aquí, conmigo.- Canturreó abrazándole otra vez aún sonriente.

Niall siguió paseando sus dedos por entre los cabellos de ella. No hacían falta más palabras, tan sólo importaban ellos. Pero finalmente se tuvieron que separar mientras los dedos de Niall ahora paseaban por las mejillas ligeramente sonrosadas de ella.

- Dime, ¿qué tal han ido estos días? – Se interesó mientras la conducía suavemente hacia el sofá. 

- Nada más allá de lo que te expliqué por teléfono o skype.- Respondió risueña.- Eres tú el que ha estado por las Américas, seguro que tienes que contarme muchas cosas.

Se sentaron mirándose sonrientes. Niall volvió a acariciarle suavemente su mejilla. Estaba tan feliz y también arrepentido por su conducta. Qué estúpidamente irracional había sido, pero aquellos miedos infundados se habían acabado, así prometió mientras cogía el rostro de ella con ambas manos, acunándolo y besando sus labios con ternura.

- Por cierto, puedo ver que mis guitarras siguen sanas y salvas.- Comentó.

- Ya te dije que ahora se quiere centrar en mi teclado.- Dijo.

- Te acompaño en el sentimiento teclado.- Profirió riendo fuertemente. Laura lo acompañó, dejando aparcados los remordimientos por seguir con la mentira que se había prometido acabar una vez Niall regresara de los Estados Unidos. Sin embargo, la teoría no resultaba tan fácil de poner en la práctica, porque ahora, con Niall y sus dulces ojos azules posados sobre ella, le resultaba ardua tarea la de ser totalmente sincera. ¿Qué de malo había en alargar la mentira piadosa durante unas horas más?

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Después del encuentro Laura decidió que era hora de preparar algo de cena. Niall respaldó la propuesta, muerto de hambre por el viaje. Increíblemente Laura también estaba hambrienta, quién se lo hubiera dicho horas antes, en las que tenía el estómago profundamente cerrado a causa de la rabia y la congoja que habían atenazado cada parte de su ser.

Ya en la cocina, empezaron a preparar la cena, Laura centrada en no quemar lo que estaba preparando y Niall en besarla y acariciarla en cuanto la oportunidad se le presentaba, es decir, a todo momento.

- Niall, por favor, se me va a quemar la cena.- Pidió mientras él besaba suavemente su cuello.

- Que se queme, poco importa, estoy hambriento pero de otra cosa mucho más apetecible.- Susurró dulcemente en su oído. Laura se sonrojó.

Niall apagó el fuego para después estrecharla entre sus brazos.

- ¿Sabes que te he extrañado mucho? – Murmuró contra la piel de su cuello.- No me pidas que me centre en cocinar teniéndote a mi lado después de estos días echándote de menos.