Capítulo 2

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—Entonces eres española —comentó Niall una vez se sentaron bajo los cálidos rayos del sol—. A mí me gusta mucho España, y sé alguna que otra palabra en español —dijo todo orgulloso.

Laura lo observó un tanto curiosa.

—Pero tengo que mejorar —dijo inmediatamente Niall—. Debería tomar clases —suspiró pensativo—. Me comentaste que eras profesora de español.

—Sí, más o menos. Digamos que soy más como una persona de apoyo. No enseño el idioma sino que conmigo lo practican. Corrijo los errores y realizamos actividades para ponerlo en práctica. No creo que a eso se le pueda llamar ser profesora.

— Yo creo que sí lo eres, y de seguro que lo haces muy bien —Laura asintió lentamente y clavó su mirada al frente. Su cabello suelto y medio ondulado era de un color cobrizo oscuro. Los rayos del sol acentuaban más aquel color—. Entonces, estás aquí para trabajar y estudiar el idioma.

—Sí —mintió. En realidad el verdadero motivo era otro, pero poco quería que aquel chico de cristalinos ojos azules lo supiera.

—¿Y estás sola? —Laura volvió a asentir—. ¿No se te hace duro? Me refiero a estar lejos de la familia y los amigos.

—Bueno, a veces. Pero también es bueno separarse de todo, aunque sea por un tiempo —contestó ella. Niall notó que se había puesto nerviosa y se maldijo por haber preguntado por un tema incómodo para ella—. Pero no pienso mucho en eso, no porque no quiera, sino porque entre el trabajo en la escuela, el prepararme para sacarme el título de inglés y el tocar el piano, apenas tengo tiempo para pensar. Y lo agradezco —musitó aquella última frase en voz baja mientras se llevaba nerviosa la mano a una alianza que colgaba de su cuello.

Niall asintió a aquellas palabras. Era más que evidente que aquella alianza pertenecía a alguien muy importante para ella. Posiblemente su pareja. Niall hizo una mueca, apenas hacía unas horas que la conocía y le dolía el hecho de que sus pensamientos fueran dirigidos hacia otra persona.

—¿Tocas el piano? —preguntó en un intento de desviar el tema de conversación. Los músculos de Laura se relajaron. Agradeció dejar de hablar de cosas dolorosas para ella.

—Sí. Toco el piano y canto. Me ayuda a desconectar y me relaja muchísimo.

—Te entiendo. Yo toco la guitarra y no me imagino la vida sin ella. Es una parte de mí. Tocarla me ayuda a evadirme.

—¿Y lo haces como un hobbie?

—Ehm, sí, sí —la pregunta le había pillado desprevenido e intentó improvisar sin que se notara demasiado que estaba mintiendo. Por el momento prefería que Laura no supiera que era uno de los componentes de la boyband más mediática del momento.

Laura volvió a quedarse en silencio. Por cómo se estaba comportando, Niall observó que era una chica muy reservada.

—Ha sido un placer conocerte Niall —dijo ella finalmente—. No de la manera cómo ha sucedido, no me gustaría que pensaras que voy lanzando mi bebida a camisetas ajenas, pero me ha gustado mucho compartir esta tarde contigo.

—Para mí también ha sido un placer hablar contigo —se miró las manos, sintiéndose cada vez más nervioso—. ¿Puedo pedirte que nos veamos otra vez? Te podría enseñar rincones de Londres que por seguro te serán desconocidos.

—Claro —respondió dubitativa—. Estaría bien, sí.

—Te doy mi número —Niall escribió en una de las hojas de ella su número de teléfono—. Esperaré tu llamada.

Laura asintió y se despidió de él. Se alejó del lugar mientras Niall la seguía observando para después alzar la vista al cielo y sonreír. No tenía ninguna duda de que aquella chica era especial. ¿Era posible enamorarse a primera vista? Meneó la cabeza. No, no lo era, pero eso no significaba que no tuviera ganas de seguir conociéndola.

Se levantó para emprender camino regreso a su casa. Camino contrario al que ella había tomado minutos antes. Estaba seguro que recibiría su llamada. Sonrió, ya estaba ansioso por ello. 

Minor Heaven (Niall Horan) //Editando//Where stories live. Discover now