YANDERE BOY'S

FLOR DE PEONÍA

"Él me olvido... nunca significo nada... ahora solo espera que lo adore y quiera... algo que me veo obligada a hacer..."

China, el país más grande de todo el continente asiático, aquel que tenían al igual que Francia una gran gastronomía, aquel que también tenía casas de campo por todo el mundo y que se la pasaba copiando y haciendo cosas baratas de cualquier país.

Cualquiera que viera a China podría decir que era encantador. También conocido en el mundo como 王耀 (Wáng Yào). Quien poseía un cabello largo castaño atado siempre en una cola de caballo. Era considerado el país más viejo, con más de 4000 años. Había criado a Japón, Taiwán, Corea del Sur y Corea del Norte.

Demasiado supersticioso, y siempre intentando ser un hermano mayor para los otros países asiáticos, pero ellos siempre lo ignoraron. A China le encantaba viajar por el mundo, le gustaba explorar nuevos territorios e ir conociendo más países, pero no pensó que solo uno de ellos le iba a robar el corazón y por consiguiente la cordura...

En uno de sus tantos viajes llego al nuevo continente, América. Después de haber sido vencido en la guerra del Opio, él tenía planeado ver si podría hacerse de una nueva casa de campo, o de tener un "nuevo hermano".

Cuando arribo al continente americano, le pareció que era diferente del resto del mundo, tenía muchas tierras fértiles y una gran variedad de alimentos exóticos, durante su estancia, encontró a una pequeña niña, la cual al verla sintió que era como él.

La pequeña tenía el cabello largo y lacio color caoba, sus ojos eran color miel y su piel era de un tono bronceado. Al ver a China se le quedo mirando con curiosidad, pero antes de que él intentara algo, ella se alejó corriendo.

- 等等! (Děng děng! [¡Espera!]) aru~ grito él mientras corría tras ella.

La niña siguió corriendo hasta que llego a un claro, donde se encontraba un hombre, un joven de cabellos cafés de estatura media, ella se afianzo de su pantalón y le jaló para llamar su atención. China llego unos instantes después y al ver donde estaba la niña se dirigió hacia ella, pero al girar su cabeza pudo ver a aquel hombre que se encontraba con ella.

- ¿Sí?, que pasa (TN) – dijo aquel hombre quien volteaba a ver a donde la niña señalaba. - ¡Oh!... – hizo una pequeña pausa – China, ¿qué haces aquí?

- España... - China estaba sorprendido, pues nunca pensó que alguien ya hubiera recorrido esa parte del mundo – podría hacerte la misma pregunta aru~ - dijo con una sonrisa. España sonrió.

- Ah veo que conociste a (TN) – dijo mientras le acariciaba la cabeza a la niña – es una de mis colonias – agrego él con orgullo.

Hasta ese momento China no había reparado en las ropas que llevaba la niña, las cuales eran un hermoso vestido español color rojo, lo cual hacia resaltar su belleza y un moño color amarillo que le adornaba la cabeza.

- Entonces ¿a qué has venido?

La voz de España lo había traído de nuevo a la realidad pues se había perdido admirando la belleza de la niña.

- Vine a buscar nuevos países con quienes hacer comercio, aru~ - contesto China mientras veía a España.

A medida que China exploraba el lugar fue encontrándose con distintos niños que eran como él, trato de hacerse de uno de ellos, pero, para mala fortuna de China, la mayoría del continente había sido ocupado por España, una pequeña fracción del sur por Portugal, y una pequeña fracción del norte por Inglaterra y Francia. Además, en su cabeza se había formado la idea de obtener a aquella niña que España cuidaba.