YANDERE BOY'S

UNIDOS POR EL DESTINO, SEPARADOS POR LA FUERZA

 "A pesar de que eras... Lo que más quería en este mundo... Me negaste.... Algún día... Mi corazón arrogante ira a buscarte...

Estaba ya escrito desde la era del mito que aquel dios de los infiernos cometería un acto en nombre del amor. Sin embargo, aquel acto, era incomprendido y más incomprendido por aquella diosa tan egoísta que cuidaba aún más de su niña.

Guerra tras guerra, año tras año, siglo tras siglo, los dioses habían querido destruir la tierra, y más el señor de los infiernos que veía cada vez más como la humanidad era corrompida, y era arrastrada a un pozo sin fin, la avaricia consumía a cada humano nacido, y las almas más puras eran las que más sufrían, transformándolos y ensuciándolos con todo el dolor y acto vandálico que existía.

Aquel dios quería liberar a la humanidad, liberar a todos para poder purificar el planeta, y crear nuevos humanos y campos elíseos. No obstante, la diosa de la sabiduría y la estrategia era quien se interponía entre él y su ambición. Y esta parecía ser al fin la última guerra Santa en la que ambos se enfrentarían.

Sasha y Alone, hermanos criados bajo el mismo techo, criados bajo las mismas circunstancias, pero destinados a ser enemigos, ahora peleaban por el bienestar o por la destrucción del planeta.

No obstante, no solo los que ahora eran dioses habían sido criados en aquel lugar bajo las mismas circunstancias, si no también dos de los caballeros que ahora se encontraban al servicio de Athenea, Tenma y (TN).

El castillo de Hades ahora se encontraba alzado sobre aquel pequeño pueblo en el que los cuatro chicos habían sido criados. En aquel lugar donde se separaron, donde Sasha y (TN) a manos del caballero dorado de sagitario, Sísifo, habían sido llevadas al Santuario; donde habían jurado ser hermanos sin importar nada. Pero ahora aquel lugar; eran solo ruinas y un lugar de muerte y destrucción...

(TN) de Caballo menor o Equuleus, se encontraba ahora dentro de aquel gran castillo que se extendía a lo largo de su antiguo hogar, aquel castillo macabro, aquel hogar del dios que había iniciado con la guerra Santa y que había asesinado a todos.

Se encontraba frente a frente con Pandora, quien la saludaba de forma respetuosa, a pesar de que era un caballero de Athenea, la miraba perpleja, pues aquella mujer debía odiar a los caballeros de Athenea, sin embargo, a ella la trataba con respeto y amabilidad.

- La estábamos esperando - decía ella dándole una reverencia.

- ¿Quién eres? – Pregunto (TN) mientras se mostraba a la defensiva – vamos responde.

- Soy Pandora mi señora – contestaba a la vez que se alzaba tras esa reverencia – los dioses Hypnos y Thanatos, predijeron su llegada.

- ¿Qué? – Pregunto (TN) sorprendida.

- Sígame por favor.

(TN) noto aquella rara disposición, pero no replico, solo asintió, mientras se acercaba de forma lenta, estaba preparada para cualquier ataque por la espalda pues cualquier espectro no tendría ningún remordimiento de mandarla al infierno.

Había llegado hasta allí en busca de acabar con la vida de Hades, pues después de aquel intento fallido de sellar por fin su alma, la señorita Sasha se quedaba sin fuerzas al expandir ese campo de energía para evitar que los espectros resucitaran y ahora se encontraba en grave peligro.

Los caballeros dorados, junto a los demás caballeros de los demás rangos, ya estaban reunidos frente al castillo y estaban esperando órdenes para poder atacar el castillo, pues el castillo tenía una protección casi impenetrable, pues podía hacer que, hasta los más poderosos caballeros, sufrieran por la pesada atmosfera; mientras que los espectros se movían rápidos como el viento.