MI MUÑECA PERDIDA

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Ahora estoy aquí, encerrada en esta torre, sin poder ver a las personas importantes para mí.... Mamá... Papá...

Ser hija de una familia normal es más de lo que pude pedir, mis padres eran humildes, pero tampoco se morían de hambre, solo había un problema y ese era... mi mejor amigo.

Jason... ese era su nombre.

En mi niñez siempre fui una chica sociable y risueña, me encantaba hacer amigos y conocer a varias personas, pero todo cambió el día que lo conocí.

Era un día soleado, ninguna nube cubría la superficie del cielo, todo era alegría y esplendor, ese día llegaba de la escuela y después de hacer los deberes, me fui a buscar a mis amigas para poder salir a jugar.

Camine por las calles de la ciudad, viendo y maravillándome con lo que veía, sin importar que fuera el mismo paisaje, llegue a casa de una de mis amigas, Natalie. Llame a la puerta y su madre apareció.

- Hola señora, ¿se encuentra Natalie? - dije sonriente.

- O querida (TN), Natalie hoy no se encuentra ha ido con su padre de compras y no volverá hasta más tarde - dijo la señora un poco apenada.

- Oh está bien gracias - dije sin alterar mi alegría.

Seguí mi camino, iba saltando de cuadro en cuadro en la banqueta, hasta que llegue a la casa de mis otras dos amigas, llame a la puerta y la madre de ellas me abrió.

- Hola señora, ¿podrán salir a jugar, Jane y Luisa?

- Oh lo siento mi querida (TN), pero Jane se enfermó y Luisa está castigada por no hacer su tarea, así que lo siento mucho.

- Bueno está bien, - dije algo triste- adiós.

Volví nuevamente al camino, regrese a casa algo desanimada, mis amigas no saldrían a jugar hoy, eran muy pocas las veces que sucedía a esto, pero hoy era diferente, esté era el último día de clases y por consiguiente era importante ya que si no las veía eso significaría que sería hasta el nuevo año que nos veríamos, ya que ellas se irían de vacaciones después del último día de clases, pero eso no pasaba si salíamos a jugar.

Entre a mi casa, mis padres no estaban, y por primera vez me sentí realmente sola, fui a mi habitación y decidí que no tendría por qué deprimirme, así que saque mis juguetes y comencé a jugar, sin más se me olvido la tristeza de esa mañana y continué jugando hasta la tarde, cuando unas nubes se empezaron a asomar cubriendo la luz del sol.

- Vaya, sin Jane, Luisa y Natalie, no es tan divertido, quisiera tener otro amigo con quien jugar. - Dije sin pensar, nunca pensé que alguien podría estarme oyendo.

Me dio hambre y baje a la cocina, tomé una manzana para aplacar mi hambre, volví a mi cuarto y en ese momento, lo encontré a él, sentado en mi cama, hablando al parecer con un conejo, en cuanto entre volteo a verme y me sonrió.

- Pasa linda, no seas tímida - dijo con una voz alegre y calmada, la cual me hizo tomar algo de confianza.

- Hola ¿Quién eres tú? - pregunte algo desconfiada.

- ¿Yo? Oh cierto, ¿dónde están mis modales? , me presentare - dijo mientras se paraba de la cama.- Yo soy Jason The Toy Marker y él es el señor Bunny - dijo mostrándome un adorable conejo de dos colores. - Y tú querida ¿cuál es tu nombre?

- Yo... se supone que no debo hablar con extraños - dije algo tímida.

- Es cierto querida muy cierto,- dijo él - pero ya no somos extraños puesto que me he presentado - dijo sonriendo dulcemente.

YANDERE BOY'SOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz