─ ¡Muy bien!, ya que ahora todos somos amigos es hora de continuar con lo que dejamos pendiente... ¿Nos ayudaran? ─ preguntó el pelirrojo mirando al par de hermanas. Osoko no dudo en responder de manera afirmativa, por lo que más bien la pregunta era dirigida hacia la morena, quien aún tenia un pequeño conflicto en su interior. Su lealtad con Tanaka era absoluta, o al menos así lo creía, pero últimamente estaba actuando en contra de su voluntad; el que estuviera en aquel lugar sin dar aviso alguno era prueba suficiente. Dio una mirada rápida a los pocos presentes, al momento en que sus ojos se enfocaron en aquel chico de ojos rosados un sentimiento de angustia comenzó a surgir en su pecho, de todos los hermanos por que justamente él era el más parecido con el omega.

─ ¿Y bien? ¿Qué vas a hacer? ─ pregunto esta vez Tougo, ya no deseaba irse con rodeos. Si querían hacer algo debían de hacerlo ahora, por ello necesitaba saber si Karako se encontraba de su lado, o bien sería su enemiga... Una enemiga que no deseaba silenciar.

─ Los... Los ayudaré ─ respondió resignada. Sabía que después estaría lamentándose de su decisión, pero no podía permitir que Osoko se metiera en problemas. Si bien le era fiel a Tanaka, recordó que antes de su persona se encontraba su hermana, y la familia era lo primero. ─ Les advierto que su plan es realmente estúpido, pero no quiero que Osoko-nessan salga lastimada, por lo que les advierto desde ya... Si algo llega a salir mal, negaré todo contacto y yo misma me encargaré de cada uno de ustedes. Empezando por ti ─ amenazó al mayor de todos. Este tan solo le devolvió una ligera sonrisa, no era momento de pensar en amenazas, tenían que planificar un plan suicida y no contaban con mucho tiempo.

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Transcurrieron cerca de cuatro días, durante todo este tiempo Osoko se encargó de mantener el engaño a Tanaka. Todos los días, sin falta alguna, lo llamaba y comenzaba a contarles de sus maravillosas vacaciones en aquel fabuloso spa. Aquellas conversaciones eran cortas y precisas, era algo parecido a dar un pequeño reporte diario, nada fuera de lo normal si trabajaban para aquel sujeto.

Por su parte, Tougo y su grupo comenzaron a planificar la infiltración. Takeshi sugirió que solo un pequeño grupo se adentrara, mientras menos personas fueran sería mucho más fácil moverse.

Por lo que la discusión ahora era quienes serían los infiltrados; estos tenían que ser rápidos al igual que silenciosos. Tampoco podían ser todos los alfas del grupo ya que aquello significaría una clara desventaja en caso de que las cosas salieran mal.

─ Hasta el momento Tougo es el único confirmado. Necesitamos decidir quiénes serán sus compañeros de una buena vez ─ habló un cansado Atsushi, llevaban cerca de seis horas discutiendo sobre el tema, y no habían llegado a nada.

─ Pues escojan a quien sea. Tanaka los tiene estudiado a todos ─ habló una aburrida Karako.

─ No es necesario que nos lo recuerdes ─ respondió Aoyama, quien tan solo le dedico una mirada de reproche a la morena.

─ Pues yo me ofrezco como voluntario... No tengo nada mejor que hacer y se me antoja patear unos cuantos traseros de alfas ─ levanto la mano Takeshi, a pesar de mostrar aquella tranquilidad de siempre, en el fondo estaba nervioso e incluso podía decir que se encontraba asustado.

─ Bien... Entonces seremos nosotros dos y los idiotas enamorados ─ habló de una vez Tougo, causando gran revuelo en los demás. ─ Antes de que me digan algo. Primero quiero recordarles que no nos enfrentamos a un sujeto cualquiera, por lo que solo los nosotros ejecutaremos el plan. Segundo, quiero que el resto huya lo más lejos posible, si algo sale mal tengan por seguro que no durara en cazarlos... Por eso es por lo que los dejaré ─ aquello ultimo iba dirigido a los alfas restantes, quienes no pudieron objetar al ver la expresión en el líder de la manada. ─ Si no hay ninguna objeción doy por finalizada esta reunión ─ fue así como colocándose de pie el mayor hizo abandono de la habitación.

Matsuno Omegaverse 2 ||P A U S A D A||Where stories live. Discover now