[PARTE 1: UN RESCATISTA.]

22.4K 2.1K 1.2K
                                    

PARTE 1. Un rescatista.

¿Podría morir si se lanzaba desde aquel acantilado?

No, muy poca altura para él.

Aunque si lo hacía en su forma mortal...

"¡Harry! ¿Estás escuchando algo de lo que te digo?"

El Alfa de cabello rizado rodó los ojos.

"¿Estás escuchando algo de lo que me dices?" Preguntó de mala gana, un gruñido hastiado fue la única respuesta que recibió.

Sonrió, marcando los característicos hoyuelos en sus mejillas sonrojadas por el frío.

Si le dieran un ciervo por cada ocasión en que sacaba de quicio a su mejor amigo, él ya no necesitaría volver a cazar nunca en la vida.

"Harry, por favor" el joven lobo que le acompañaba tiró de su corta cabellera castaña y lo miró. Un par de ojos marrones intentando transmitirle su descontento. "Esto es serio, hermano."

Harry bufó.

¿Qué crees que no lo sé? Mi vida también está en riesgo. Pensó.

"Liam, hemos hecho esto unas ochenta y cinco veces ya, ¿no podemos simplemente entrar ahí y hacer nuestro trabajo como de costumbre?"

Liam Payne, el mismo lobo que se autodenominó su único y mejor amigo desde que ambos eran un par de cachorros ingenuos, cambió de pronto su mueca de desagrado por una sonrisa burlona dedicada exclusivamente para el rizado.

Aparentemente divertido por sus palabras.

"¿Ochenta y cinco?" se rio. "¿Tan aburrida es tu vida que llevas la cuenta de esto, Harry? Mierda, tengo que sacarte de casa más seguido, cachorro."

Esta vez, fue Harry quien gruñó.

"Idiota, ese no es el punto."

Liam pasó por alto la molestia en su tono y continuó bromeando un poco más, aminorando la tensión en el ambiente y deleitándose con los disgustados gestos en el rostro contrario. Esa era una de las bases de su sólida relación; encontrar siempre el momento oportuno para burlarse el uno del otro.

"Tal vez sea hora de presentarte a alguien, tu situación empieza a ser preocupante."

Si no estuvieran a mitad de una importante misión, Harry ya se habría lanzado sobre el lobo, comenzando una de sus usuales peleas de mejores amigos que no terminaría hasta que uno acabase mordiendo por accidente al otro.

En lugar de responder, optó por acercarse más al borde del acantilado, la ligera capa de nieve colándose entre sus pies descalzos mientras admiraba la majestuosa vista frente a ellos.

No podía quejarse, el paisaje era hermoso. Simplemente espectacular. Todo el bosque repleto de verdes y frondosos pinos cubiertos por un suave manto blanquecino. Los escasos rayos de sol apenas acariciando la copa de los árboles, iluminándoles con un brillo único, el viento golpeando delicadamente cada centímetro de su desnudo cuerpo.

Aspiró con profundidad, llenando sus pulmones del fresco aire de la mañana mezclado con sus propios aromas. Estaban en presencia de uno de los lugares más maravillosos creados por la madre Naturaleza.

Un lugar tan espectacular y tan jodido. Tan puro y tan corrompido.

Malditos humanos y su capacidad de destruir todo lo que tocan.

A lo lejos divisó la estela de humo gris perdiéndose entre la altura de los robles. Ahí estaban, tan cerca de él y tan lejos al mismo tiempo, haciéndolo sentir impotente y furioso.

Si inhalaba lo suficiente, si ponía la debida atención, podía llegar a olerlo. El miedo, la angustia, la desesperación, el dolor.

Su lobo gruñó, obligándole a mostrar los colmillos.

Mátalos.

"No puedo seguir aquí, Li" habló en voz ronca, el lado racional rápidamente siendo opacado por su instinto animal. Le temblaron los dedos, desesperados por liberar las garras debajo de ellos. "Están ahí, vamos por ellos, vamos."

Su amigo asintió con velocidad a la par que sus pupilas comenzaban a dilatarse. Sentía tanta adrenalina como Harry. Ese golpe de energía que te llega antes de enfrentarte al peligro, que te hace sentir invencible, inalcanzable, inmortal.

Joder. Estás listo. Conviértete, vamos, conviértete, vamos, vamos.

"Recuerda," el Alfa de fanales castaños repitió una última vez. " Saca a todos los que puedas y no hagas..."

"No hagas nada que arriesgue a la manada, sí, sí, ya lo sé" Harry terminó, sin reconocer del todo su voz. Su estado animal anhelando ser liberado. "¿Podemos ponernos en marcha de una vez?"

La respuesta de su hermano fue todo lo que esperaba.

Liam tronó los huesos de su espalda en un movimiento y, con un gruñido naciendo desde las profundidades de su pecho, dejó atrás su forma mortal y empezó a adoptar su estado puro.

La pálida piel de su amigo rápidamente fue reemplazada por una lustrosa melena café mientras cada una de sus extremidades crujía hasta resquebrajarse y volvía a formarse. Colmillos puntiagudos se marcaban sobre su dermis a la vez que sus dedos abrían paso a afiladas garras, su rostro se distorsionó y, finalmente, acabó cayendo en sus patas delanteras convertido completamente en una descomunal bestia.

El imponente lobo de más de dos metros de alto miró a Harry, soltando bruscas exhalaciones por la nariz que se perdían en la helada temperatura del ambiente. Él entendió de inmediato esa mirada y se apartó lo suficiente para convertirse también, soltó un bajo gruñido y en segundos las patas de su estado puro se hundieron en la nieve marcada anteriormente por la huella de sus pies.

Agitó su nívea melena en un intento de deshacerse de la incomodidad en los huesos. Le encantaba transformarse, su lobo se apoderaba por completo de él dándole esa sensación de libertad que Harry tanto amaba. En su estado puro se sentía fuerte, invencible.

Pero mierda, sí que era difícil aguantar el dolor de su esqueleto destrozándose y volviéndose a formar al triple de su tamaño en menos de diez segundos.

Liam golpeó suavemente su costado y señaló con la vista el lugar de donde provenía aquella estela de humo. Harry asintió, comprendiendo de inmediato lo que aquella mirada le decía. Juntó su cabeza con la del lobo contrario en un gesto de apoyo y bufó.

Aquí estoy, cuidaré tu espalda, hermano. Siempre.

Su mejor amigo emprendió la marcha y Harry lo siguió de cerca. Olfateando y buscando con su desarrollada visión cualquier señal de alerta.

Podría ser una trampa, podrían estar dirigiéndose a una emboscada. Podría morir.

No sería tan malo. Su lobo y él estuvieron de acuerdo. No sería tan malo morir.

Wolves. [TERMINADA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat