Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)

Capítulo treinta y cinco

Capítulo treinta y cinco

Nicholas

Cuelgo el teléfono al mismo tiempo que me dejo caer contra la pared y me deslizo hasta el piso hundiendo mi cabeza entre las rodillas.

No debí dejarla sola.

Quería tanto estar para ella cuando finalmente las enfrentará. Cuando se diera cuenta que es más fuerte de lo que parece. Nicole entró en mi vida en un momento en el que creí que por fin estaba bien, que estaba completo y que nada podía ser mejor.

Me enseño cuan equivocado estaba.

En el momento en que vi sus ojos supe que ella iba a ser la mujer con la que compartiría mi vida. No importa cuánto ella quería correr, hice mi misión de vida que se diera cuenta de lo bien que estamos juntos...Lastima que esta vez no pude ser más fuerte que su terquedad.

Sé que es lo que necesitaba pero eso no significa que no la extrañe, que no la quiera a mi lado en el momento en que puedo perder todo por lo que he trabajado.

Peligro llega hasta mí meneando su cola y se sube en mi regazo sin que tenga que pedírselo. Acaricio distraídamente sus orejas mientras mi hermana se une a nosotros.

—¿Hablaste con ella? No responde mis mensajes. —Camille se deja caer a mi lado apoyando su cabeza contra mi hombro mientras sorbe por la nariz.

Automáticamente paso un brazo por su hombro acercándola a mí. Sé que todos esperan que con esto que está pasando me arrepienta de haber mandado al hospital al idiota que casi le jodió la vida a mi hermana...a la luz de mis ojos, pero no, si pudiera lo volvería hacer, sin importarme terminar de nuevo en la cárcel por cargos de agresión. De hecho, estoy deseando tenerlo enfrente de nuevo pero el muy cabrón se está cuidando ahora que está libre.

—Acaba de llamarme. Para este momento, todo el mundo debe conocer la historia, Cam. Además, las enfrento. Sola. No sé si sentirme orgulloso porque esa mujer increíblemente valiente me eligió a mi o estar muy cabreado porque se puso en peligro y no solo me refiero a lo físico.

Ella ríe haciéndome fruncir el ceño.

—Puedes sentirte orgulloso y al mismo tiempo estar cabreado, Nicholas. Deja de pensar que no es posible sentir más de una emoción al mismo tiempo si estás se contradicen entre sí.

Ruedo los ojos.

—Antes de Nicole, no lo habría creído posible.

—¿Dónde está?

Niego con la cabeza y cierro los ojos.

—No lo dijo. Planea desaparecer mientras las personas especulan a su alrededor. Estoy bien con ello pero justo ahora solo quiero tenerla aquí conmigo. Quisiera ser egoísta e ir directo a Christina a usar mi pase especial para saber dónde demonios esta pero no sería yo. No sería la persona de la que ella se enamoro.

—¿Así que tienes un pase especial? Esto se ve como algo serio para mí. ¿Debería comprar un vestido de dama de honor?

Alzo una ceja y la obligo a alejarse para observarla.

No era algo que hubiera pensado nunca. No porque le huya al compromiso o algo como eso. Es sencillamente que nunca creí que alguna vez fuera a hacerme falta.

—Creo que Nicole enloquecería si aparezco frente a ella con un anillo.

—Y luego de superar la sorpresa correría a tus brazos. Es una romántica, hermanito. Lee libros extremadamente rosa.

Río y me pongo de pie ofreciéndole mi mano para levantarse.

—¿Estás segura de que quieres hacer esto?