Capítulo veinticuatro

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Capítulo veinticuatro

Termino de amarrar el biquini que Camille tiro hacia mí y que luego de muchas discusiones termino convenciéndome para usar.

Nunca he confiado en el straple, no parece seguro y siento que en cualquier momento podría dejarme expuesta pero tengo que aceptar que este hace cosas buenas por mis pechos. Ahora, colocarlo en mí fue un gran problema debido a las tiras que se cruzan de forma artística en mi espalda formando una equis. Sin embargo, amo el estampado floreado en las tiras y el centro. Creo que esa fue la razón por la que termine cediendo.

Observo mi reflejo en el espejo y frunzo el ceño. Estar en traje de baño no es mi cosa favorita en el mundo. Digo, ya no me siento mal conmigo y mi cuerpo pero aun así es duro exponerte ante personas desconocidas con nada más que cuatro rectángulos de tela.

Acaricio las estrías de los laterales de mi trasero y suspiro. Esta eres ahora, Nicole. Eres hermosa. Eres talentosa. Tu cuerpo es perfecto tal y como es, con todo y sus cicatrices.

Tomo el vestido playero blanco y lo tiro sobre mi soltando el aire. Mucho mejor. Sobre todo porque es un regalo de Owen y Owen conoce mis gustos casi mejor que yo misma. El estampado en el centro del vestido me arranca una sonrisa cuando lo leo: nunca la carcasa del teléfono será más importante que el software que lleva dentro.

La frase que me hizo empezar a escuchar la música de Nicholas hace muchos años. La frase que me hizo sacar la cabeza y decir aquí estoy. Cuando planeamos este viaje, Owen lo consiguió para mí cuando voluntariamente y con ayuda del alcohol deje escapar lo que esa frase significaba y significa para mí.

—Ese vestido deja poco a la imaginación y a la vez pone a imaginar mucho. Se adhiere a tu cuerpo sin marcar las curvas. Es asombroso —dice Camille saliendo del baño de mi habitación.

—Owen es muy bueno en estas cosas. Es como tener un amigo gay pero que aún así, es un prostituto de clase alta.

—Quizás, lo obligue a ir de compras conmigo mientras estamos aquí. —Se fija en la frase del estampado y sonríe —. Creo que pase meses cantando por todos los rincones solo el fragmento de la canción.

Ahí tenemos otra cosa en común pero como no me siento en humor de recordar las circunstancias en las que escuché esa canción por primera vez y todo lo que en realidad, significa para mi, cambio el tema a algo mucho más interesante.

—Así que...Raymond King —tanteo alzando ambas cejas hacia ella en una invitación clara a comenzar a hablar.

Gruñe...Si, gruñe y pone los ojos en blanco.

—No hay nada que decir de ese sujeto.

—Eso no fue lo que me pareció cuando sutilmente insinuaste que Raymond quería saltar sobre todas menos tu.

Abre los ojos desmesuradamente y abre y cierra la boca continuamente.

—Escuchaste eso —gime sentándose en la cama y tapando su rostro con ambas manos.

Camino hasta ella y me dejo caer a su lado dispuesta a sonsacar tanta información como sea posible.

—Tengo buen oído. Además, no estabas siendo exactamente sutil. En algún momento Nicholas mencionó que no eras su fan pero nunca imagine que hubiera algo personal en eso...

Voltea a mirarme y suspira.

—Lo haré corto porque honestamente hablar de Raymond no es algo que me haga feliz...pero he llegado a conocerte, Nicole. No te gustan los misterios pero eres feliz jugando a investigarlos.

Río.

Atrapada.

En estos últimos días y después de aquella tarde en su casa e intentando por todos los medios que me diga porque Nicholas quiere mantener en secreto su parte en esta historia pero ella no está dispuesta a dejarme saber y yo no estoy dispuesta a presionar a Nicholas...Eso no quita que haya intentando persuadirla repetidamente.

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora