Capítulo veinticinco

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Capítulo veincinco

Cuando Nicholas me dijo que este viaje al parecer si iba a convertir en una luna de miel, no mentía...y no me refiero a la parte totalmente divertida de las lunas de miel en donde pasas todo el día sin ropa y practicando para cuando llegue el momento de procrear.

Me refiero a que nos quedamos solos. Owen y Wyatt decidieron que podían buscar algo con piernas largas para entretenerse, y no hemos vuelto a saber de Camille desde su encuentro en la playa con Raymond, situación con la que Nicholas no está muy feliz.

Así que, él y yo estamos solos, sentados en la cima del mundo literalmente hablando, esperando el atardecer para luego ir a cenar...y con demasiado tensión entre ambos desde nuestro momento caliente más temprano.

Algo cambio entre nosotros y es obvio...por lo menos para mí.

—Este lugar es asombroso —susurra mientras observamos como un surfista se monta en una ola y hace varias piruetas que parecen bastante complicadas antes de caerse.

Luego de que todos desaparecieran de la playa del hotel, Nicholas propuso que saliéramos a explorar la isla, así que, recogimos nuestras cosas, tomamos el auto de alquiler y terminamos en playa parguito. Un lugar en donde el mar parece estar muy furioso con el mundo y levanta unas olas bastante aterradoras, por lo que decidí que solo me bañaría en la seguridad de la orilla, situación que tuvo a Nicholas burlándose de mí por horas...pero como el que ríe de último ríe mejor, fue mi turno de reír cuando fue revolcado por no tenerle en suficiente respeto al océano.

Ahora, subimos una montaña que está justo en la punta de la playa y desde la que se puede observar los más de dos kilómetros de arena que tiene de longitud y el océano de diferentes tonos de azul, además de buena parte de este lado de la isla.

Es impresionante como todo lo que hemos visto hasta ahora.

—Creo que este lugar merece una foto —informo poniéndome de pie y entregándole mi celular. Me extiende la bandera de Venezuela que insistió en comprar más temprano y la tomo sin dudarlo. Al principio, me pareció algo extraño para comprar pero resulta que Nicholas colecciona banderas de los países a los que visita.

Él también se levanta y se aleja unos cuantos pasos de mí mientras me pongo de espaldas, me cubro con la bandera y volteo mi rostro hacia un lado dejando ver solo una parte de mi cara.

—Hermosa —dice Nicholas cuando toma la imagen —. Este momento merece una foto, también.

Sonrió.

—Hoy estas teniendo buenas ideas, Nicholas.

—Siempre tengo buenas ideas.

—No liberes a tu ego en este momento, puede venir el viento y lanzarlo por el precipicio.

Ríe y saca su celular apuntándolo hacía nosotros. Enrolla su brazo en mi cintura y besa el lateral de mi cabeza mientras yo le sonrió a la cama y él toma la foto.

Juntos la observamos y es...hermosa. Mi foto favorita en el mundo sin duda. Casi quiero llorar porque mis ojos brillan como nunca lo han hecho. Brillan de felicidad.

—No hemos terminado. Necesito muchas fotos contigo —hace una pausa —.Necesito muchas fotos con la mujer de la que estoy enamorado.

No respiro.

Lo observo fijamente.

Creo que mi boca se abre. Cuando lo dijo antes en el aeropuerto no le di mucha importancia. Me asombro pero pensé que era parte de sus bromas con Raymond.

Me observa esperando una reacción de mi parte pero no puedo moverme.

La mujer de la que estoy enamorado.

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora