Capítulo treinta y uno

453 47 33
                                    

Capítulo treinta y uno

Jadea y me aprieta aún más contra su cuerpo sin decir ni una sola palabra mientras más lágrimas siguen saliendo de mí. Estoy a punto de creer que voy a lograr deshidratarme.

Yo no había experimentado un dolor como el que sentí cuando lo vi tirado en el piso y sin vida. Nunca había estado tan asustada de la muerte como en ese momento. No me había dado cuenta de lo definitiva que era, de cómo te arrebata lo que más quieres en un segundo. Sin quererlo, él también abrió heridas en mi que nunca van a cerrar.

Las cosas no se pusieron mejor desde ahí, al parecer en mi vida no paraba de llover. Luego de presenciar esa escena, comencé a tener pesadillas cada noche, no podía dormir y busque refugio de nuevo en la comida...La ansiedad incremento, tenía esta constante necesidad de saber en dónde estaban las personas que amaba a cada segundo, lo que se resumía a mí acosando a Wyatt para cerciorarme que estaba bien.

Cosa que aún sigo haciendo...me gusta la sensación de control. No me gusta estar fuera de mis límites y por ello intente con tanta fuerza alejar a Nicholas al principio. Ahora es otra persona para amar y otra a quien puedo perder.

Mis pensamientos siempre se iban hacía lo peor y las crisis de ansiedad casi siempre terminaban en ataques de panico cuando no sabía lo que quería saber o cuando era expuesta a situaciones de demasiado estrés o que me hacían recordar lo que yo quería olvidar.

Cualquier cosa las puede desencadenar incluso aunque no sea grave. Las terapias ayudan pero el descontrol sobre ciertos aspectos de mi vida manda todo a la mierda. Medicarme nunca fue una opción para mí y mi terapeuta encontró que cuando hacía ejercicio supervisado y sin intentar acabar conmigo en el proceso drenaba parte de la tensión...y por un tiempo el yoga también me resulto muy útil.

—No puedo creer que hayas tenido que pasar por todo esto, cariño. Nadie nunca merece tener que lidiar con algo así. Eres increíble, Nicole y te admiro tanto. Las personas allá afuera viven su vida quejándose porque no pueden comprar un celular nuevo o porque quieren unos zapatos nuevos mientras otros tienen que atravesar por situaciones que ellos no alcanzan a imaginar. Situaciones a las que no sobrevivirían y sin embargo, tú lo hiciste.

A pesar de todo, sonrío contra su cuello porque siempre va a sentirse bien escuchar de los labios de la persona que amas cuan orgulloso esta de ti sin importar la situación.

—Me gustaría decir que ese fue el final de la historia pero aún falta lo que para mí, fue la muerte y el renacer.

—Tienes que dejar de decir que hay más. No quiero imaginar cuanto más puede haber.

—¿Sabes porque no quería contarte esto en un principio?

Niega con la cabeza.

—Tenía miedo que me vieras diferente. Que dejaras de creer que era fuerte, segura e independiente...y comenzaras a darte cuenta de cuan estúpida podía llegar a ser. No quería quitar la máscara que durante todos estos años me ha protegido de la maldad.

Me obliga a sacar mi rostro de mi escondite en su cuello y fija su mirada en la mía.

—Nunca podría verte diferente, amor. Siempre vas a ser la mujer más fuerte, hermosa, inteligente y perfecta que he conocido. Te amo y me arriesgaría a decir que lo hago desde el momento en que te negaste a tomar mi Nicholas especial.

Río e inclinándome deposito un beso en sus labios pero no le permito profundizarlo. Tengo que terminar esta historia y entonces recomponerme lo suficiente como para ir a grabar.

—Debido a todo lo que paso, recaí y esta vez busque algo más definitivo que sencillamente vomitar todo lo que ingería. En mi cabeza, la solución estaba en el quirófano. En mi cabeza una operación podía llevarse todo lo que me molestaba de mí, como si eso pudiera detener que siguiera comiendo y vomitando. Era estúpida, estaba mal y nadie se preocupaba. Aproveche que Wyatt salió de la ciudad por el fin de semana, tomé la tarjeta de crédito que papá me había dado solo para emergencias y fui a una clínica clandestina que encontré por internet.

Para mí esa era la solución al desprecio de mi familia, al odio irracional de niños estúpidos y de ese modo, además podía cumplirle la promesa a Diego.

Esa es posiblemente la decisión más estúpida en mi lista de decisiones estúpidas, fue la que me pudo llevar a la tumba. La falta de nutrientes en el cuerpo va a afectando poco a poco los órganos, el no comer nada y de pronto comer demás, tiene consecuencias irreparables.

Obviamente todos mis valores estaban descontrolados y en una clínica estética ilegal no se preocupan por ello...y tampoco por la edad, para ese entonces estaba a punto de cumplir diecisiete pero tenía el dinero y eso era lo único que a ellos les importaba.

—¿Qué paso entonces? —indaga Nicholas sacándome de mis recuerdos y recordándome que aún hay cosas por decir.

—Fue cuestión de un par de horas para que me metieran en un consultorio y un doctor que luego descubrimos no era un doctor decidiera que lo mío no se podía solucionar con laser y había que abrir para extraer la grasa. Solo recuerdo que fui anestesiada y desperté casi un mes más tarde en una clínica de verdad con Wyatt sosteniendo mi mano entre las de él.

—¿Un mes? —jadea —. ¿Por qué un mes?

—Mi cuerpo no lo resistió, no estaba preparado para una operación invasiva y mucho menos para contraer una infección. Cuando después de una hora y con el efecto de la anestesia desaparecido no desperté, el supuesto doctor se asusto y me dejaron afuera de una clínica para luego huir. La infección se expandió, comprometió órganos y para añadir más drama, resulte alérgica a los componentes de la anestesia que utilizaron y entre en coma...Casi muero, Nicholas. Casi me mate a mi misma y puedo culpar a este doctor o a las personas que trabajaban con él pero nadie me obligo a ir ahí. Aún no sé como logré salir de ello pero estoy segura que la música tuvo mucho que ver...Wy cantaba para mí cada día y yo podía escuchar todo lo que tenía para decir. Me salvo más de una vez.

Nicholas me aprieta contra su cuerpo y siento algo húmedo caer sobre mi mejilla, me obligo a separarme de él solo para darme cuenta que está llorando...

Llorando por mí. Por mi historia de mierda. Por todo lo que he pasado y todo lo que me hecho a misma...y es en este momento cuando realmente me doy cuenta lo que significo en la vida de Nicholas.

Realmente le importo. Realmente me ama.

—No puedo creer que casi te pierdo incluso antes de tenerte. No puedo creer que hayas tenido que pasar por todo esto.

Beso su rostro y retiro sus lágrimas con mis besos como él ha hecho tantas veces. Mi corazón se rompe por sus lágrimas pero del mismo modo sana porque me siento amada.

Esta es mi vida ahora. Pase de no tener mucho a tenerlo todo...Casi me hace cuestionarme lo que de seguro voy a tener que hacer.

—Pero no lo hice. Salí de ahí, Nicholas y lo hice porque sabía que tenía cosas grandes que hacer en la vida. Lo hice porque a pesar de todo, en este mundo hay personas maravillosas que merecen que alguien se los diga y esa es la razón por la que hago música...para regalar esperanza.

Sus labios buscan los míos y esta vez le permito besarme como es debido.

Todo está dicho. Por fin todo lo que guarde por años esta fuera y se siente tan bien no tener que cargar con ello yo sola. Nada va a arruinar todas las cosas por las que he luchado. Toque fondo y solo Wyatt estuvo ahí para ayudarme a salir, para mi familia nunca fue importante, no hubo cargos de conciencia, toda la culpa fue puesta en mí y yo la recibí gustosa...papá fue el único que se asusto realmente pero entonces nunca hizo nada para detener los acontecimientos que desencadenaron mis malas decisiones.

Nicholas mantiene mi rostro firmemente entre sus manos mientras deposita pequeños besos antes de recostar su frente contra la mía mientras acaricia mis labios con sus dedos.

—Recuérdame besar a Wyatt la próxima vez que lo vea —murmura haciéndome reír —. Ese hombre se merece el cielo por traerte hacía mi.

Casi confieso la razón por la que esa frase no puede ser más cierta pero decido que han sido suficientes confesiones por un día.

—Creo que Owen podría ponerse celoso. Recuerdo que te reclamo como suyo.

Se encoge de hombros.

—Lástima que yo solo tenga ojos para ti.

*****

Instagram: kellycomelibros

Tiktok: Kellycomelibros

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Where stories live. Discover now