Capítulo Veintisiete

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Capítulo veintisiete

Observo el pedazo de pastel de chocolate que pedí debido a la insistencia de Nicholas. Él ve mi indecisión y toma la pequeña cucharilla de mi mano y corta un poco de la torta.

Mantiene su vista fija en mí mientras lo acerca a mis labios.

—Es solo chocolate, amor. Sé que tiene un color asqueroso pero aparentemente, algunas personas lo disfrutan.

Río y justo como haría con un bebé cuela la cucharita en mi boca obligándome a comerlo.

Ha sido una noche perfecta. Él ha sido el perfecto caballero. Creo que nunca había disfrutado de hablar tanto con alguien como con Nicholas. He descubierto que no le gusta el chocolate oscuro sino que él su lugar prefiere el chocolate blanco, de ahí su comentario, tampoco le gusta el queso y no tolera las bebidas que involucren fresa.

Cosas tan poco comunes y a la vez tan Nicholas.

Se puede decir que somos lo opuesto en muchas cosas. También hablamos de música...lo que nos unió en primer lugar y tocamos por primera vez en mucho tiempo el tema de la colaboración. Por alguna razón, aún no me siento lista para escribir frente a nadie pero ya no suena descabellado.

Nicholas ha hecho muchos cambios en mí en poco tiempo.

Saboreo el chocolate y gimo porque casi había olvidado lo bueno que es esto. No deje de comer dulces por miedo a engordar o algo como eso, lo hice porque me recordaban y aún me recuerdan mis peores momentos. Cuando comía tanto chocolate que luego lo vomitaba y el sabor que me quedaba luego de ello.

Es algo que he discutido con mi psicólogo muchas veces y él ha insistido en que llegará el momento en que eso cambie.

Todo en mi vida es cuestión de tiempo...para bien o para mal.

—Delicioso.

—Me di cuenta de ello —señala sonriendo.

—No hablaremos de eso, Nicholas. Este será nuestro secreto; nadie puede saber que casi tengo un orgasmo debido a un pastel de chocolate.

—Será nuestro secreto, al igual que los verdaderos.

Jadeo porque, mierda, eso es algo muy atrevido para decir y porque seriamente he estado deseándolo todo el día.

Lo miro con los ojos muy abiertos y no puedo dejar de notar que sus ojos parecen mucho más oscuros. Él no está bromeando. Nicholas me desea. A mí. A la chica que nunca nadie quiso.

No voy a mentir. Darme cuenta de ello hace cosas buenas por mi autoestima pero también da pie a todos mis miedos. ¿Qué va a pasar cuando ya no haya nada de tela entre nosotros? ¿Cuándo cada una de mis cicatrices y no me refiero solo a las físicas queden expuestas?

Sí, me vio en traje de baño, pero muy sabiamente yo corrí hacia el agua sin darle tiempo a detallar mi cuerpo o tocar mucho de ello sin el vestido. ¿Qué voy a hacer si no funciona? ¿Si las cosas no salen como yo espero y eso me destruye? ¿Qué pasa si después de dar ese paso todo cambia entre nosotros?

Estoy aterrada de avanzar en esta relación, pero también estoy aterrada de no hacerlo.

No llevamos mucho tiempo en esto de estar juntos pero si conociéndonos y si sumamos los años en los que yo vivía de ver sus videos entonces, lo conozco desde hace demasiado.

—Sigo dejándote sin palabras.

—Es un arte que sin duda has estado perfeccionando —musito.

Ladea su cabeza y fija su mirada en mí.

Un Nicholas para Nicole (TOP FLAIR I)Where stories live. Discover now