CAPÍTULO 32

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Después de comer voy con Yuki a su cuarto y ambas nos ponemos ha hablar.
-Y dime Hikari, ¿algún chico que te guste?
Me sonrojo ante esa pregunta.
-¿Q-Qué? Esto... Pues... No... Yo...
-(Ríe) El sonrojo te delata.
En ese momento se abre la puerta de la habitación y entra Ichiro.
-Yukiko, ¿has vuelto a coger mis...?
Ichiro se percata de que estoy ahí y se queda mirando.
-¿Tus auriculares? ¡Aquí los tienes!
Yuki coge unos auriculares negros de una estantería y se los da a Ichiro.
-¿Ya habéis vuelto todos?
-Naoki y Shigeko están entrenando, Taro ha vuelto al taller e Imiko y Keiji han ido a por granos de café. Solo estamos Akiyama, tú y yo. Y bueno, Hika... Kobayashi también...
-Pues yo voy a salir a dar una vuelta, así que solo quedáis Hikari, Akiyama y tú. ¡Nos vemos!
Yuki se va dando saltos y yo me quedo mirando al suelo. Ya no veo a Ichiro igual desde que sé su historia, me dan ganas de hablar con él, pero dudo que sea buena idea...
Ichiro comienza a dar vueltas por la habitación y toca las plumas de un atrapa sueños que Yuki tenía en la ventana.
-Esto... Ichiro...
Ichiro me mira.
-Eh... Nada...
Ichiro suspira y se apoya en la pared como siempre.
-Vamos, sé que algo te ronda por la cabeza. Seguro que no tiene nada que ver con ese tal Yamato, tu familia o tus amigos porque esos temas no los hablarías conmigo, así que supongo que tendrá que ver con Kaisaki o algo relacionado.
-Algo así...
-Estoy cansado para andar adivinando, cuando quieras contármelo dímelo.
Ichiro se va y yo vuelvo a bajar la mirada. ¿Acaso hago bien queriendo hablar con él sobre un tema tan delicado? Además que dudo que quiera contarme algo porque se ve que no le caigo nada bien... Pero él en  el fondo necesita hablar. Voy a tratar de preguntar con delicadeza, tampoco creo que quiera matarme por tercera vez...
Me levanto de la silla, salgo del cuarto y voy por el pasillo. Veo una puerta entreabierta al fondo, supongo que será el cuarto de Ichiro.
Decido acercarme, abrir la puerta con cuidado pero en ese momento le veo de espaldas sin camiseta ya que se estaba cambiando de ropa. Puedo ver unas enormes cicatrices por toda la espalda. Creo que será mejor irme.
-Kobayashi, no es necesario que te quedes ahí parada.
Ichiro se da la vuelta y se termina de poner la otra camiseta. Por un momento he podido ver que tenía más cicatrices por todo el abdomen.
-Eh... Esto... Yo... Creo que será mejor que me vaya...
Ichiro se apoya en el marco de la puerta a mi lado.
-Dime de que quieres hablar.
-De-de nada...
-He sabido que estabas aquí por el leve chirrido de la puerta y sé que quieres contarme algo por tu nerviosismo y tus silencios. Ni siquiera eres capaz de aguantar la mirada.
-¿Por qué quieres saber lo que quiero decirte?
-Así que quieres decirme algo a mí.
¡Fantástico Hikari! ¡Ahora si que no hay vuelta atrás!
-No creo que sea buena idea decírtelo... No quiero que trates de matarme por tercera vez...
Ichiro suelta una pequeña risa burlona.
-No soy tan agresivo como parece. Muy fuerte tiene que ser el motivo para que quiera matarte otra vez.
Ichiro me coge de la muñeca y me obliga a entrar en su cuarto (el cual era muy parecido al de Yukiko solo que con colores muy oscuros), después cierra la puerta y se apoya ahí mismo.
-Bien, habla, nadie va a entrar.
Estaba a punto de sentarme en la cama pero decido no hacerlo.
-Puedes sentarte, no es ninguna trampa mortal.
Me siento en la cama y trago saliva.
-Habla.
-Eh... Yo...
-La paciencia no es mi fuerte.
Cojo aire y comienzo ha hablar. Solo puedo rezar para que no me mate aquí mismo...
-Me-me gustaría ha-hablar sobre... Sobre ti...
-¿Sobre mí? Ya te dije que era una historia muy...
-Akiyama me ha contado todo lo que te paso.
Ichiro se queda en silencio, deja de apoyarse en la puerta y se acerca, ay madre... Va a atravesarme con el kagune...
Ichiro se va acercando y cuando llega hasta la cama pasa de largo y se apoya en la pared de lado mirando hacia la ventana.
-¿Te ha contado todos los detalles?
-S-sí...
-Entonces ahora entenderás por qué quise matarte, y porque tengo este carácter tan peculiar por así decirlo.
-Sí, y me gustaría ayudarte...
-¿Ayudarme? ¿Cómo?
-No lo sé, podríamos ser amigos...
-(Ríe levemente) Amigos... ¿Sabes? Yukiko también me ofreció ser su amigo, y para serte sincero es como mi hermana pequeña.
-Tú le salvaste la vida.
-Y sigue queriendo compensarme, pero sinceramente; no veo que haya nada que compensar.
Me levanto de la cama y miro yo también por la ventana.
-¿Esas cicatrices son de cuando... Eh...?
-Sí, de cuando me torturaron. Las cicatrices no tienen por qué avergonzarnos, son señal de que hemos superado grandes batallas.
En ese momento pongo mis brazos alrededor de mi abdomen. Veo como Ichiro mira de reojo.
-Tú tienes una cicatriz del trasplante en el abdomen.
-Sí...
-Casi no se nota.
-¿Cómo sabes eso?
-Esta mañana en la vigilancia se te levantó un poco la sudadera cuando diste un salto y lo vi.
-No se te escapa una.
-Por algo soy el mejor.
-¡Tampoco te tires flores!
Río y le doy un pequeño toque con el puño en el brazo, cuando me doy cuenta aparto la mano rápidamente y bajo la mirada.
Hikari, siempre acabas metiendo la pata...
Veo como Ichiro sonríe levemente, después abre la ventana y se sienta en ella.
-Dile a Akiyama que he vuelto ha salir. Y por cierto, esta ha sido nuestra primera conversación como amigos.
Ichiro tras decir eso pega un salto y cae al suelo, yo me asomo.
-¡¿Amigos?!
-¡Sí, amigos, personas que mantienen una relación de amistad!
Tras decir eso Ichiro comienza a caminar y yo sigo asomada mirando como se aleja. Amigos... Mi cara ahora mismo tiene que tener una expresión alucinante...

¿Yo un ghoul?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon