CAPÍTULO 14

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Tras un rato con Hiroki él se vuelve a su cuarto y yo me tumbo de nuevo. Cada vez tengo menos tiempo para pensar, me noto más débil a causa de la comida humana. No quiero comerme a nadie... ¿Habrá más formas de sobrevivir? Llevo nada más que un par de días siendo ghoul y ya tengo mucho en lo que pensar.
Decido cerrar los ojos pero escucho como un chirrido proveniente de la ventana, así que me levanto despacio y voy hacia ahí pero no veo nada, entonces veo a alguien corriendo, es como una sombra. Me pego un poco a la ventana y con la tenue luz de las farolas puedo distinguir unos pelos azules sobresaliendo de la capucha. No puede ser... Es él... Es ese chico... Me ha encontrado... Ahora sí que estoy perdida... Tengo que explicarle que no soy de esa tal ABG, y lo haré ahora mismo.
Decido coger una sudadera negra, me pongo la capucha y después abro la ventana. Hay una altura considerable, pero soy un ghoul, se supone que puedo pegar grandes saltos. Está bien, allá voy.
Me subo a la ventana quedando de pie, después salto y caigo al suelo, milagrosamente estoy bien, así que me pongo a correr lo más rápido que puedo para encontrar a ese chico. Siendo un ghoul voy mucho más rápido. Está claro que voy a ser la mejor de mi clase en educación física.
Continúo corriendo hasta que veo una sombra torcer a la derecha, seguro que es él. No puedo perderle de vista.
Sigo corriendo y cada vez me acerco más al chico, no puedo seguir acercándome, me va a pillar, así que pego un salto y me subo a un árbol, después voy a un tejado y voy siguiéndole por los tejados. En ese momento veo como se para en frente de un callejón, o mejor dicho; en frente del callejón donde intentó matarme.
Veo como entra y yo bajo del tejado, voy hacia el callejón y decido entrar también pero de repente y sin yo haberlo previsto él me da una patada que me manda fuera del callejón dejándome en el suelo, él sale también y se queda de pie en frente mía, desde aquí abajo da muchísimo más miedo...
Se quita la máscara y me mira, tiene los ojos normales pero dan muchísimo miedo. Su expresión es de lo más seria.
-Vaya, veo que has venido.
-¿Cómo sabes dónde vivo?
-He seguido tu rastro.
-¿Mi rastro?
-Tu olor. No planeaba matarte todavía... Pero ya que estás aquí...
-No, no, no, te he seguido porque necesito explicarte que yo no soy de esa tal ABG, ni siquiera sé lo que es.
-¿Cuántas veces he oído esa mentira? Millones. Será mejor que te prepares porque no voy a dejar ni rastro de ti.
Veo como al chico se le ponen los ojos como un ghoul y se pone la máscara de nuevo para después sacar su kagune. Yo me quedo sin saber que hacer.
El kagune cada vez se iba acercando más.
-¡Ichiro!
Justo cuando el kagune estaba a punto de atravesarme el ojo se oye una voz y el chico y yo giramos la cabeza. Veo a un hombre mayor. El chico guarda su kagune, se quita la máscara y sus ojos se vuelven de nuevo normales. El hombre se acerca a mí y me tiende la mano.
-¿Estás bien?
Asiento y cojo la mano del hombre el cual me ayuda a levantarme.
-Perdona a Ichiro.
-No... No pasa nada...
-(Sonríe) Ichiro, ya te he dicho que no vamos a atacarla.
-Y yo te he dicho que es de la ABG.
-Eso tú no lo sabes.
El hombre se gira de nuevo hacia a mí.
-Mañana a las doce espera en frente de este mismo callejón, ¿de acuerdo?
Asiento.
-Genial. Vamos Ichiro.
El hombre se mete al callejón y el chico le sigue. Veo como gira la cabeza y me mira frío, a mí se me hace un nudo en el estómago. Después cuando ambos se meten del todo al callejón y ya no se les puede ver yo me pongo a caminar de vuelta a casa. Así que el chico se llama Ichiro... Ichiro... Al menos ya sé su nombre. Ahora me pregunto quien será ese hombre tan amable, parecía el jefe o algo. Esto cada vez se va pareciendo más a Tokyo Ghoul, y no sé si me emociona o me asusta.

Por fin llego a casa, suerte que la ventana de mi cuarto sigue abierta.
Pego un salto y llego a la ventana, después entro y la cierro de nuevo. Luego, enciendo la luz de la mesita de noche y me miro al espejo que hay dentro de la puerta de mi armario.
Hay que ver lo mucho que me he ensuciado otra vez. Nota: no ponerme ropa negra si hay peligro de que te ataque un ghoul.
Suspiro y cojo del armario mi pijama, después cierro la puerta, me quito la ropa sucia y me pongo el pijama, luego me tumbo en la cama y finalmente apago la luz.
Mañana a las doce en el callejón... Estoy nerviosa... No sé lo que me espera... Y la mirada de Ichiro me pone muy nerviosa... No sé como lo hago pero siempre me libro de que me mate... Aunque ese hombre era muy agradable, si no fuera por él tendría un kagune atravesándome el ojo... Tengo que explicarle cuanto antes que no soy de esa ABG, también tengo que explicarle como me he convertido en ghoul, si puedo sobrevivir sin comerme a nadie y mil cosas más... Dudo que él me ayude con algo, pero seguro que ese hombre sí lo hace, o al menos eso espero...
En fin, necesito dormir, mañana me espera un día largo, muy pero que muy largo. Al menos estaré protegida de los ataques de Ichiro... O supongo... Espero poder convencer a alguien de que no tengo ni idea de lo que es la ABG...

¿Yo un ghoul?Onde as histórias ganham vida. Descobre agora