CAPÍTULO 26

546 55 1
                                    

Ichiro y yo caminamos en un silencio bastante incómodo. ¿Cómo puede ser así de...? De... Es que ni siquiera encuentro un adjetivo para describirlo...
-Kobayashi.
Miro a Ichiro. Odio que me llame por mi apellido...
-Veo que tienes muy buena relación con Keiji.
-¿Pasa algo?
-Yo que tú no me confiaría mucho, le conoces de hace solo unos días.
-Estás hecho un paranoico. Keiji es de confianza, al igual que el resto de miembros.
-Deberías aprender a no confiarte tanto.
-Y tú deberías aprender a confiar más.
-¿Para qué? Al fin y al cabo siempre estamos solos, ¿o acaso crees que siempre vas a tener a alguien?
-Pues sí, sí que va a haber alguien siempre, si confiaras en tus compañeros lo sabrías. Pero supongo que no tiene sentido que sigamos hablando.
-Otra cosa en la que estamos de acuerdo, Kobayashi.
Resoplo cuando dice mi apellido y me cruzo de brazos. Ambos seguimos caminando en silencio. A estas horas no hay nadie y solo se oyen nuestros pasos. El aire que corre es bastante frío y yo me estoy quedando helada, así que empiezo a andar más deprisa.
-Buena estrategia para evitar el frío.
-No tengo frío, es solo que quiero llegar rápido a casa.
-Pues me parece que te has pasado.
Me paro en seco y efectivamente, me he pasado de largo. Voy de nuevo hacia atrás para quedarme en la puerta, Ichiro se va por donde hemos venido.
-¿Te vas sin despedirte y sin nada?
Ichiro se para en seco y se da la vuelta.
-¿Qué quieres que diga?
-¿"Hasta mañana", por ejemplo?
-Se nota que eres una niña pija.
-Y se nota que tú eres un... Un...
-¿Un qué?
-Ni siquiera soy capaz de encontrarte un adjetivo que te describa.
Veo como Ichiro sonríe burlón y después se gira otra vez para continuar andando. Yo resoplo cabreada y pego un salto hacia la ventana de mi cuarto. Cuando entro saco la máscara de debajo de mi sudadera y la guardo de nuevo en el cajón, después me pongo el pijama y me tumbo en la cama. No sé como Ichiro es capaz de sacarme tantísimo de mis casillas... Es un completo borde, idiota, amargado... ¡Demasiados adjetivos! Ninguno acaba de describirle por completo.
En fin, será mejor que me duerma ya porque mañana toca entrenamiento con Naoki y Shigeko. Menos mal que ellos son de lo más agradables...

Domingo... Entrenamiento... Pf, es muy pronto... Pero bueno... Tengo que ir porque con los de la ABG por ahí no me conviene estar indefensa...
-¿No desayunas cielo?
-Voy a desayunar con Kimi.
-Deberías descansar, es domingo y es bastante pronto.
-Lo sé mamá, pero quiero que me explique unas cosas. No te preocupes, volveré a la hora de comer.
-De acuerdo, hasta luego entonces.
-Adiós mamá.
Salgo de casa y comienzo a caminar hacia Kaisaki. He tenido que utilizar a Kimi como excusa otra vez, pero es que no sé que decirle a mi madre... Tengo que pensar en cosas diferentes cuanto antes...

Ya casi estoy en el callejón, de lejos puedo distinguir a Naoki y Shigeko. Cuando llego hasta ellos me sonríen.
-Buenos días.
-Buenos días Hikari. Naoki y yo estábamos deseando que llegaras.
-Exacto, vamos a enseñarte muchas cosas.
-¿Dónde vamos a entrenar?
-Tú solo síguenos a Shigeko y a mí. Eso sí, memoriza el camino.
Asiento y los tres nos ponemos a caminar mientras vamos hablando de todo. Estar con ellos es muy diferente a estar con Ichiro, ojalá él también fuera así de amable...

Llegamos a un enorme descampado, había tubos gigantes, rollos de cuerda...
Shigeko había ido hacía una esquina en la cual había un rollo de cuerda, mientras yo estaba esperando con Naoki.
-¿Y este lugar?
-Está abandonado, lo descubrieron Yuki e Ichiro cuando estaban de vigilancia por la ciudad y nos dijeron que podría ser un buen lugar de entrenamiento. El anterior que teníamos estaba debajo de un puente.
-Esto es enorme...
En ese momento se acerca Shigeko.
-Bien, pues ya está todo listo, empezaremos con algo simple; patadas y puñetazos.
Asiento nerviosa. Va a ser un entrenamiento bastante duro...

Tres horas... Tres horas de entrenamiento... Estoy que no puedo más... He aprendido a dar patadas, puñetazos, a esquivar... Incluso Shigeko y Naoki han sacado sus kagunes, me ha costado defenderme pero lo he conseguido, aunque me han hecho alguna que otra herida, por suerte los ghouls nos curamos rápido.
Ahora estamos volviendo a Kaisaki.
-Naoki y yo estamos impresionados, aprendes muy rápido y tienes muchísimos reflejos.
-Sí, y a la próxima seguro que por fin podrás sacar tu kagune.
-¿Creeis que lo conseguiré? Es que no estoy muy segura de poder hacerlo...
-Hikari, tarde o temprano lo sacarás, es cuestión de tiempo y práctica, pero yo creo que será muy pronto, solo hay que ver como has parado el ataque de Naoki que encima te venía de espaldas.
-Eso es, tú no te desanimes, eres una chica muy especial con grandes habilidades. Ahora volvamos a Kaisaki a reponer fuerzas, no pienses ahora en kagunes ni en nada.
-Gracias chicos...
Ambos me sonríen y seguimos caminando. Es frustrante no poder sacar tu kagune, pero no puedo desanimarme, al fin y al cabo todavía soy algo inexperta en este mundo.

Estamos ya en Kaisaki tomando un café. El ambiente es relajado, Keiji, Imiko y Akiyama están fregando, ordenando estanterías y demás, Ichiro por suerte está en su cuarto, Taro y sus ayudantes están en el taller, Naoki y Shigeko planifican planes de entrenamiento y Yuki seguramente estará también en su cuarto. Iré a verla, me apetece pasar un rato con ella. Decido dejar la taza en la mesa, me levanto y voy a su cuarto, cuando llego llamo a la puerta y después la abro un poco. Yuki estaba tumbada boca abajo en la cama leyendo un manga.
-¿Yuki?
-¡Hikari! ¡Pasa, pasa!
Entro en la habitación y me siento en la silla del escritorio. Yuki se reincorpora y cierra el manga.
-¿Tokyo Ghoul?
-¡Sí, me encanta! He leído este manga millones de veces pero no me canso. Por cierto, ¿qué tal el entrenamiento?
-Agotador, pero bien.
-¿Y tu kagune? ¿Ya lo has visto?
-No...
-¡Tranquila! Seguro que lo consigues, es cuestión de tiempo. Mira, ahora si te parece quédate un rato y hablamos de cualquier cosa.
-Claro (sonrío).
Yuki me sonríe de vuelta y ambas nos ponemos a hablar. Su actitud siempre me anima.

¿Yo un ghoul?Where stories live. Discover now