CAPÍTULO 3

1.4K 109 12
                                    

Solo un día... Solo queda un día para el trasplante... Hoy es lunes, hace solo una hora que estoy ingresada, ahora mismo son las nueve de la mañana, mi hermano está en clase, mi padre en el trabajo y mi madre está en el pasillo con la madre de Kimi, ella está conmigo. Ha convencido a su madre para que se quede conmigo hoy y mañana.
-Muchísimas gracias por quedarte.
-No te preocupes, Yamato me ha hecho el favor de contarme lo que hagamos estos dos días. De hecho me ha dicho que hoy al acabar las clases vendrá a visitarte.
-¿Qué?
-Está preocupado, me ha pedido que le cuente como estás y tal.
-¿Yamato preocupado por mí?
-Sí, así que aprovecha y declárate, pero hazlo mañana después de la operación, así parecerán efectos de la anestesia.
Kimi y yo reímos. La verdad es que no me puedo creer que Yamato se preocupe por mí.
-Bueno, cuéntame, ¿estás nerviosa por mañana?
-No mucho, sé que todo irá bien.
Kimi me mira unos segundos y después me abraza.
-No me voy a mover de aquí...
-Lo sé, y te lo agradezco, pero por favor, no te pongas sentimental que no quiero llorar.
Kimi ríe y nos separamos, después saca algo de su bolsillo, es un pequeño paquete.
-Para ti.
-¿Qué es?
-Ábrelo.
Lo abro y veo que es un llavero de uno de los personajes de Tokyo Ghoul.
-¿Te gusta?
-¡Me encanta Kimi! ¡Muchísimas gracias!
Le doy un fuerte abrazo a Kimi.
-De nada. De camino al hospital he pasado por una tienda y en el escaparate he visto el llavero así que quería regalártelo.
-Si es que eres la mejor.
-(Sonríe) Pues no es lo único que te he traído. También le he pedido a tu madre que traiga tu ordenador portátil y tus DVD's de Tokyo Ghoul.
-¿De verdad?
-Pues claro, algo tendremos que hacer estando aquí.
Se me dibuja de nuevo una gran sonrisa y vuelvo a abrazar a Kimi.
-Eres la mejor, nunca me cansaré de decírtelo.
-No me lo digas tanto que al final me lo voy a creer. Bueno, voy a pedirle a tu madre el ordenador y los DVD's, ahora vuelvo.
Kimi se va y sonrío, tengo muchísima suerte teniéndola.
A los pocos minutos Kimi entra de nuevo, pone la mesita y deja encima el ordenador y todos los DVD's.
-Enciéndelo y pon un DVD.
Asiento muy contenta y hago lo que Kimi dice. Estos días la noto algo preocupada, aunque supongo que será por el trasplante. En fin, no voy a pensar en eso.

Ya son las doce, llevamos tres horas seguidas viendo Tokyo Ghoul y hemos decidido parar, además que he convencido a Kimi para que se vaya un rato a casa con su madre.
-En un par de horas vuelvo y comemos juntas.
-No es necesario Kimi, la comida de hospital no te gusta nada.
-A ti tampoco, así que mejor compartir el sufrimiento juntas. Bueno, hasta luego y llámame para lo que sea.
-Vale, gracias.
Ambas nos damos un abrazo y Kimi se va, yo apago el ordenador, aparto la mesita y me tumbo en la cama mirando al techo, ahora me ha dado por pensar en el trasplante, me siento como Kaneki (el protagonista de Tokyo Ghoul), con la diferencia de que a él le había atacado un ghoul y el órgano que le pusieron era de ese ghoul.
Aparto la mirada del techo hacia la ventana y veo a un par de pájaros en una rama, me gustaría estar ahí fuera, pero bueno, con suerte esta será una de las últimas veces que esté ingresada.
En ese momento alguien entra, miro hacia la puerta y me incorporo, es la enfermera.
-Hola Hikari, ¿cómo estás?
-Bien.
-¿Tu amiga se ha ido?
-Sí, la he convencido para que lo hiciera, lleva toda la mañana aquí.
-Es una gran amiga.
-Sí, no sé que haría sin ella.
La enfermera me sonríe.
-Bueno, voy a ver como va la tensión.
Asiento y la enfermera me pone esa cosa en el brazo que sirve para tomar la tensión, a los pocos segundos me lo quita.
-Está muy bien, y me sorprende, muchos pacientes suelen tenerla por las nubes, ¿no estás nerviosa?
-No, sé que saldrá bien.
-Eso es. Bueno, voy a decirle a tu madre que entre.
Asiento y la enfermera se va, en ese momento entra mi madre.
-Hola cielo.
-Hola mamá.
-¿Qué tal?
-Bien.
-Me alegro, la enfermera ya me ha dicho que tienes bien la tensión.
-Tengo ganas de que pase todo.
-Lo sé. Pero tranquila, queda menos. Por cierto, tu profesora me ha llamado para saber como estabas, todos tus compañeros te mandan saludos.
-Nunca pensé que diría esto pero quiero volver a clase.
-(Sonríe) Pronto lo harás, vas a estar como nueva.
Mi madre me da un beso en la frente y continuamos hablando.

Pasadas dos horas la madre de Kimi entra en mi habitación, al igual que su hija, tiene ese aire extraño.
-¿Qué tal?
-Muy bien, ¿y Kimi?
-Está cogiendo una botella de agua de la máquina. Bueno, yo voy fuera con tu madre, ahora vendrá mi hija. Si necesitas algo avísanos.
-(Asiento) Gracias.
La madre de Kimi se va y al rato entra Kimi y para mi sorpresa viene acompañada de mi hermano y Yamato.
-Hola Hiraki, ¿qué tal?
-Ho-hola Yamato... Esto... Bi-bien... Gracias por venir...
-De nada (sonríe). Bueno, Kimi y yo te dejamos con tu hermano, ahora volvemos.
Asiento y ambos se van, Kimi ríe ante mi nerviosismo. Hiroki viene corriendo hacia mí y me da un fuerte abrazo.
-¿Cómo estás?
-Bien, ¿qué tal el día?
-Un rollo, como siempre, tenía ganas de venir.
-Tú lo que querías era salir ya de clase.
-¡Qué no! He estado preocupado por ti.
-(Río y le despeino) Era broma enano, gracias por venir.
-No hay de que, ya te he dicho que si por mí fuera estaría todo el día aquí.
-Pues ni hablar de eso porque tienes que descansar.
-Lo sé, mamá ya me ha dicho que me vaya a casa y que esta noche podré venir con papá.
Tras diez minutos hablando con Hiroki, entra mi madre y los tres nos despedimos, después entra Yamato, lo cual me pone un poco (bastante) nerviosa.
-¿Y-y Kimi?
-Está fuera hablando con tu madre y tu hermano, ¿la aviso?
-No, no, no, no te preocupes.
-(Sonríe) Me sorprende que no estés nerviosa por la operación.
-Sé que saldrá bien.
Veo como Yamato coge un DVD de la mesa y lo mira.
-¿Tokyo Ghoul?
-Eh... Sí... Me-me gusta...
-Que coincidencia, a mi hermana pequeña también.
-¿Tienes una hermana?
Yamato deja el DVD donde estaba.
-Sí, cuatro años menor.
-No-no lo sabía...
-No sale mucho de casa, está enferma.
-Vaya... Lo siento...
-No te preocupes, estoy esforzándome mucho para ser médico y en el futuro curar a personas como ella, y como tú, claro (sonríe).
Noto como me sonrojo.
-Seguro que lo consigues (sonrío).
-Por supuesto (sonríe). Bueno, tengo que volver a casa, mañana vendré de nuevo después de la operación, si no te importa.
-No, no, no, claro que no, ven cuando quieras.
-Genial, pues hasta mañana entonces (sonríe).
-Ha-hasta mañana... Dale ánimos a tu hermana de mi parte.
-Claro.
Yamato se va y yo suspiro aliviada, ¿cómo es que me he puesto tan nerviosa? Parecía un flan...
La puerta se abre de nuevo y entra Kimi que se acerca y se sienta a mi lado.
-Bueno, ¿qué tal?
-Pues no sé que decirte...
-Espero que no vengan a tomarte la tensión ahora (ríe).
La enfermera entra y trae dos raciones de comida las cuales pone en la mesa.
-Que aproveche chicas.
Ambas agradecemos al unísono y la enfermera se va.
-¿Cómo has conseguido que te ponga una ración si no estás ingresada?
-Solo tuve que decirle que eras mi mejor amiga y que sería el único favor que iba a pedir. Bueno, a comer que si se enfría sabrá mucho peor.
Asiento y comenzamos a comer, no entiendo como es que Kimi come tan rápido, yo apenas he acabado el primer plato y ella ya ha acabado con el postre.
-Dicen que la comida sabe mejor cuando la compartes con alguien que te gusta o te cae bien, pero esto sabe igual de horrible.
-Pues bien que te lo has comido...
-Y precisamente por eso necesito ir al baño. Ahora vuelvo.
Kimi se va rápidamente, no me extraña que le haya sentado mal, ha comido a toda velocidad. En fin, será mejor que yo también vaya acabando con esta tortura, ¿cómo puede saber tan mal la comida de hospital?

Tras un rato Kimi vuelve y yo por fin termino de comer.
-Por fin he acabado.
-¿No quieres dar una vuelta por el hospital?
-Más tarde, ahora cuéntame algo interesante.
Kimi asiente y empieza a contarme.

Ya de noche Kimi se va al pasillo con su madre mientras mis padres y mi hermano están conmigo en la habitación.
-Ya verás que pronto estarás bien.
-Lo sé papá.
-¿No puedo quedarme aquí con Hikari?
-No cielo, Kimi se queda. Nosotros iremos a casa. Pero mañana no irás a clase y papá no irá al trabajo, así estaremos los tres con tu hermana.
Mi hermano asiente algo decepcionado, después los cuatro seguimos hablando de todo un poco hasta que nos despedimos y me quedo sola en la habitación, al poco rato entra Kimi.
-Perdón por tardar, estaba despidiéndome de mi madre.
-Tranquila, y de verdad que no hace falta que te quedes.
-Me voy a quedar el tiempo que haga falta.
Kimi se sienta en el sillón de al lado de la cama.
-Gracias de verdad.
-No hay de que (sonríe).
Ambas nos quedamos un rato hablando hasta que decidimos dormirnos, bueno, Kimi era la única que estaba durmiendo, porque a mí me ha dado por ponerme a mirar al techo pensando en la operación... Espero poder dormir un poco.

¿Yo un ghoul?Where stories live. Discover now