32 ~ Elemental

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A pesar de que quería seguir pataleando y forcejeando para poder liberarse, Guillermo no pudo emitir ningún movimiento por lo fuerte que se aferraban las plantas a su cuerpo, o al menos así lo sentía por lo débiles que estaban sus músculos. Lo último que pudo hacer antes de que Miguel lo obligase a entrar al hospital fue mover la cabeza hacia arriba y mirar con desesperación al elemental implorando que de alguna forma este bajara la vista y viese lo devastado que estaba por las decisiones que había tomado, pero nada de eso ocurrió. Samuel no despegaba la vista del horizonte, más específicamente por donde había desaparecido Oscar, manteniéndose atento y concentrado en no ver ningún movimiento extraño a la lejanía.

-¿¡Borja!?- gritó el verde una vez entró al hospital, alarmando a la multitud de gente que allí se encontraba.

La recepción estaba repleta de gente, por lo que cuando entraron no pudieron evitar llamar la atención, no solo porque Miguel venía con una persona atrapada entre plantas, sino porque se trataba del mismísimo Guillermo Díaz, el entrenador que había renunciado a su puesto de un momento al otro y que ahora, por algún motivo que la mayoría desconocía, se encontraba con varias manchas de sangre en su vestimenta y otros tantos moretones y heridas realmente llamativos sobre su piel. Guillermo se sintió asquerosamente juzgado por todo par de ojos que se posó sobre él aun sabiendo que, posiblemente, nadie supiera sobre su verdadera condición de maligno. Su cabeza se encargaba de producirle constantemente y cada vez de forma más persistente una sensación incontrolable de miedo, algo que lo hacía temblar por la simple idea de que alguien notara su marca partida y que se abalanzara sobre su cuerpo para aniquilarlo. Si eso llegase a ocurrir, estaba seguro de que el verde no podría detenerlos a todos y que, inevitablemente, terminaría muerto por los golpes, al igual que lo haría Samuel por la conexión que llevaban.

-¿Guillermo?- preguntó el doctor una vez que llegó a la zona donde se encontraban los dos más jóvenes, realmente asombrado por lo que estaba frente a sus ojos.

-Borja, necesitamos tu ayuda- Miguel se mostraba desesperado, cosa que alteró al profesional. Borja tomó aire para hablar, pero el verde lo interrumpió –Necesito hablar contigo, pero tiene que ser en una de las habitaciones de terapia intensiva- el médico volvió a tomar aire, pero las palabras volvieron a quedar atoradas en su garganta –Es urgente, no hagas preguntas. Te contestaré en cuanto nos aseguremos de que Guillermo este bien.

Luzu suspiró y asintió para girar sobre sus talones y hacerle una señal al elemental para que lo siguiese, esquivando a un par de personas que miraban curiosas la situación. Guillermo, por su parte, solo bajo la mirada mientras que el verde lo movía por los pasillos del primer piso; no podía quitarse el miedo que le daba saber que era un maligno rodeado de elementales. Intentó moverse, esta vez sacudiendo sus hombros para liberar un poco su cuerpo del insistente abrazo de las plantas, pero estas volvieron a apretarlo, provocando que soltara un pequeño quejido de dolor cuando subieron el último escalón hacia el primer piso. Aun tenía ganas de volver a afuera y de convencer al morado de liberar a la Organización, pero entre más lo intentaba, más se incrementaba la fuerza de las plantas por parte de Miguel. Los movimientos del verde al subir las escaleras le causaron dolor hasta el último escalón por el raro vaivén que se apoderaba de las plantas que lo rodeaban, pero agradeció de que ambos fueran tan rápidos y que pronto estuviesen adentrándose en los pasillos del tercer piso y, así, de la terapia intensiva.

-¿Puedes explicarme ahora que sucede?- cuestionó Borja una vez entraron a una de las habitaciones, dirigiéndose más a Guillermo que a Miguel.

-¿Guillermo?- los tres guiaron sus ojos hacia uno de los rincones de la habitación y se encontraron con Rubén, el cual se mantenía recostado sobre una camilla y con el abdomen descubierto y cosido, al igual que una pequeña herida que atravesaba y partía parte de su ceja -¿Estás bien?

Tierra y otros elementos [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora