Tierra y otros elementos [Wigetta]

13 ~ Preguntas

"Tengo que ver a un médico" fue lo único que dijo Samuel antes de salir disparado al primer piso para pedir una consulta urgente con el primer médico que pudiera hacerle un chequeo, dejando a Guillermo solo en la sala de monitoreo analizando el gráfico en la pantalla del portátil y luego de imprimir una copia para que el que lo fuerza a atender la viera. A diferencia de las pantallas que usaban para los entrenamientos, el pequeño dispositivo no plasmaba en números el estado vital del entrenado, sino que simulaba un grafico detallado sobre su estado a lo largo del entrenamiento. Por lo general, y siendo lo lógico, los gráficos podían presentar subidas y bajadas a lo largo del mismo, mostrando así los cambios que el elemental tuviese que afrontar, como el aumento del ritmo cardiaco por estar en movimiento o la disminución del oxígeno cuando estaba bajo el agua. Todo eso era lo normal, no solo en los elementales sino también en cualquier persona que tuviese la capacidad de respirar, pero sin embargo Samuel no cumplía con esos parámetros. Su grafico era alarmantemente plano, dibujando líneas que subían o bajaban cuando comenzaba a utilizar sus habilidades pero que no cambiaban una vez que llegaban a cierto punto, provocando así que el dibujo solo sean líneas horizontales una debajo de la otra que comenzaban a obtener un poco de movimiento solo cuando el morado dejaba de utilizar sus habilidades. No podía pensar en nada concreto, y entre más miraba el dibujo frente a él más desconcertado se sentía.

¿Qué cojones estaba haciendo la piedra con el mayor?

Por otro lado, Samuel se encontraba en el consultorio del segundo mejor médico de la Organización después de Luzu con la copia de los resultados del entrenamiento en sus manos, arrugándose paulatinamente cada que el elemental apretaba el conjunto de hojas. No quería admitirlo, pero estaba realmente preocupado, asustado quizás, por la situación. Sus habilidades crecían de una forma constante, algo que no tenía pinta de que fuera a cambiar, pero cada que lo hacía algo más cambiaba, entrando ahora a afectar directamente a su salud. No había que ser médico diplomado para saber que un gráfico como el suyo no era uno de una persona completamente sana.

-Bien, Samuel, ¿qué te trae por aquí?- habló el profesional mientras tomaba asiento frente a él –Me dijeron que era de urgencia.

-Y realmente lo es- mordió su lengua –Estos son los resultados que arrojó el entrenamiento de hace una hora- le tendió los papeles y el doctor se puso los anteojos, que antes colgaban del cuello de su camiseta, para verlos.

-Wow- fue lo primero que salió de entre los labios del mayor mientras alzaba las cejas con sorpresa.

-Si... eso...- Samuel sonó incómodo –quisiera que me hiciera un chequeo completo y que corroborara que no hay nada de malo en mí.

-Samuel...- el profesional lo miró, bajo la mirada al papel en sus manos y volvió a mirarlo, repitiendo ese proceso un par de veces –Desde ya te digo que esto es imposible. ¿Seguro que no están trabajando con material defectuoso? Porque, como dije, es imposible que estos sean tus valores.

-Creíamos eso, por lo que probamos con dos métodos de medición distintos y los dos dieron los mismos resultados- habló rápido el morado -¿Cree poder hacerme el chequeo?

El doctor volvió a repetir el proceso de antes, haciendo que sus ojos variaran su objetivo entre el papel en sus manos y el elemental frente a él. Era completamente imposible encontrar a alguien con esos valores, por lo que su sorpresa no era para nada menor. De hecho, cada que veía aquellas líneas rectas y horizontales, más atónito y alertado se sentía por el estado físico del elemental, ya que no había forma posible de que esos valores fueran de él. O, en realidad, si la había... que Samuel estuviese muerto.