11 ~ Coincidencia

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La primera semana del plazo trascurrió con una velocidad que alarmó completamente al profesional, sobre todo porque no había obtenido absolutamente nada nuevo.

Nada.

Su frustración había crecido tantísimo que incluso pasaba noches enteras leyendo una y otra vez los libros que tenía e intentando instruirse lo más posible para poder encontrarle la otra cara a la moneda, pero cada intento parecía alejarlo aún más de su objetivo. Las ojeras de su rostro y el andar pesado dejaban en evidencia lo mucho que le costaba darle un sentido a su investigación, sin mencionar lo perdido que siempre se veía cada que deambulaba por las instalaciones de la Organización. ¿Y Samuel? Exactamente igual. Todas esas horas que Guillermo se la pasaba despierto y leyendo también las trascurría el elemental, transformándolos a ambos en un manojo de cansancio, ojeras y desesperación. El morado, con el amplio conocimiento teórico que tenía sobre los malignos, intentaba brindarle al joven profesional todas las herramientas que estuvieran a su alcance para esclarecer la situación pero tampoco servía de mucha ayuda cuando había tantas preguntas para abarcar.

-¿Ves el cambio en el crecimiento entre el agua y el fuego?- preguntó Samuel señalando uno de los tantos papeles que se esparcían por el escritorio de la habitación de Guillermo y que contenía los resultados del último entrenamiento –Si te fijas- dispersó un par de hojas buscando las del entrenamiento de hace una semana -tengo más fuerza con el fuego que con el agua, cuando antes ambos se mantenían bastante parejo. Y si comparamos mi resistencia, por ejemplo, entre el aire y la tierra, también hay cambios- el menor fijó su vista en ambos resultados y corroboró lo que el elemental afirmaba –Hay habilidades que se desarrollan más que otras ahora.

-Eso puede ser resultado del entrenamiento excesivo que estas teniendo- Guillermo le restó importancia –No creo que sea un dato realmente relevante. En realidad, todas tus habilidades aumentaron.

El entrenador tomó la taza de café que había quedado acorralada en una de las esquinas de la mesa y le dio un largo sorbo, vaciando todo el contenido en su boca. Estaba frío, pero había logrado despabilarlo al menos un momento. Una vez que apoyó de nuevo la taza en su lugar, Samuel se puso de pie y la tomó, dirigiéndose a una de las mesitas de noche donde había quedado la cafetera, luego de haber pasado por todos los rincones de la habitación. Jessica, al verlos a ambos tan metidos en sus propios pensamientos y procurando al menos que ingirieran algo de comida, consiguió meter una cafetera y café suficiente como para una eternidad en la habitación del entrenador, otorgándoles así una fuente de energía constante y al alcance de su mano. El morado llenó la taza con el líquido negro y volvió a su lugar junto al menor, posicionando la taza en el mismo rincón de antes.

-No recuerdo haber tenido estos resultados antes, y eso que me sobre-exigía demasiado...

-¿Crees que la piedra concentre habilidades?

-Tendría sentido- sacudió sus cabellos –Es decir... si tiene la capacidad de hacerme más poderoso, ¿Por qué no hacerlo solo con habilidades específicas? No sabemos cómo fueron creadas, por lo que eso podría hablar algo más acerca de su origen.

Guillermo tragó en seco. El sí sabía cómo habían sido creadas, pero no se atrevía a decírselo al mayor. Y Samuel, por su parte, se había cansado de preguntar, por lo que terminó por asumir que el entrenador no lo sabía.

Ahora que lo tenía en mente, el hecho de que dos de las cuatro habilidades del morado hayan crecido más que el resto podría ser un indicio de cómo estas fueron creadas. En un comienzo, las piedras habían sido cargadas con las habilidades directamente extraídas de los mismos elementales, por lo que no descartaba la posibilidad de que esta se estuviera cargando aún y que, como en algún momento había dicho la pesadilla de Samuel, el morado fuera el último paso de ese asqueroso proceso. En parte, quería creer que esa posibilidad sea la verdadera y que comenzaban a obtener respuestas, pero por el otro lado rogaba que no fuese así; si la piedra estaba restringiendo el crecimiento de ciertas habilidades y "cargándose con ellas" eso significaba que solo era cuestión de tiempo para que absorbiera todo el poder del elemental y, así, parte de él. ¿Un elemental podía quedarse sin habilidades sin morir en el proceso?

Tierra y otros elementos [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora