7. Verdades

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Subí al ascensor y pulsé el botón, en breves segundos estaba en el séptimo piso, al abrirse las puertas pude ver que Jean me estaba esperando con una sonrisa, me acerqué y él me abrazó un momento.

-Hola Fernanda.

-Hola Jean, ¿Cómo estás?

-Mejor ahora que te veo, ven conmigo por favor.

Sin decir nada más él me tendió la mano, la tomé y caminamos juntos hasta una oficina. Tenía una vista hermosa y estaba decorada con muebles negros y sus paredes eran blancas, había un par de sillones, un escritorio y unas cuantas sillas.

-Discúlpame un momento Fernanda, la reunión se ha alargado un poco si quieres espérame aquí, ¿quieres algo de comer o beber?

Me ruboricé, mis pensamientos me sorprendian, como si no me pertenecieran: ¡quería comerlo a él! En traje lucía tan sexy, su cabello estaba algo alborotado, me imaginé besándolo por cada centímetro de su cuerpo.

-No, gracias Jean yo te espero no te preocupes- su rostro se volvió más relajado.

-Gracias, yo intentaré terminar rápidamente, siéntete a gusto y si necesitas algo afuera esta mi secretaria puedes pedirle lo que sea.

-Está bien, de verdad no te preocupes - esta vez yo me acerqué, demasiado había esperado para verlo, tomé su cara entre mis manos y lo besé, mucha experiencia no tenia pero puse todas mis ganas en este beso y parecía que a él le agradaba.

Recorrí toda la oficina, habían unas pequeñas fotos, reconocí a Jean Paul junto a una mujer muy guapa y sentí ¿celos?, borré esa idea de mi cabeza de seguro era su hermana, pero le preguntaría por las dudas.

Lo pensé mejor, ¿quién era yo para sentir celos?, ¿Qué éramos nosotros dos? Eso no lo sabía,sin emabargo,si tenía la certeza que este bello hombre despertaba algo nuevo en mí, deseo, tal vez pasión y a diferencia de otras veces, aunque no estaba muy segura, me estaba esforzando para no evitarlo.

-¿Qué piensas Fernanda?

Me di vuelta y lo vi, de seguro como estaba opuesta a la puerta no pude verle llegar. Solté lo primero que se me ocurrió:

-Preciosas fotos, se ve que te quieren mucho- busqué en mi mente, ¿por qué no tenía algo más inteligente que decir?

-Mi madre Charlotte es una persona muy alegre, siempre insiste en tomar fotos para capturar cada momento, a mi padre... Stephano, él es más reservado y ella es Giuliana mi hermana.

Definitivamente era la hermana, uff.

-Tú hermana es hermosa, tienen un gran parecido.

-Sólo en lo superficial, ella es muy distinta a mí, pero nos queremos mucho. ¿Vamos a comer?

-Sí vamos, pero tengo una idea yo te invito a comer.

Él ya había hecho demasiadas cosas bonitas por mí, mi tuno.

-¿Cómo? Esa no era la idea yo quiero invitarte.

-Lo sé pero tú ya lo has hecho muchas veces, así que yo invito vamos.

Me siguió hasta mi Jeep, se subió y entonces comprendió que íbamos a mi departamento. Cuando llegamos al penthouse vimos a Gabriel, me acerqué a saludarlo.

-Gabriel ¿Cómo estás? - mire a Jean vi que en su rostro había cambiado algo-El es Jean Paul O'Sis- dije.

-Un gusto Jean Paul, yo soy Gabriel Alborada.

Estrecharon sus manos, fue como si una tensión desapareciera, entonces bajo Celeste y pude notar como por un instante, quedó hechizada por Jean, luego lo saludo.

-Tú debes ser Jean, yo soy Celeste prima de Fer, de seguro te ha hablado de mi.

-Sí, lo ha hecho. Un gusto conocerte Celeste.

-Bueno nosotros ya nos vamos con Gabriel, un placer, nos vemos a la noche Fernanda.

-Igualmente Celeste un gusto-dijo Jean.


-Nos vemos, ah y Gabriel no olvides que tenemos una conversación pendiente- dije sonriendo.

Ellos se fueron, aunque antes Gabriel me aseguró que más tarde hablaríamos de su trabajo en la universidad, lo que pasaba es que necesitaba mi ayuda, para su trabajo y aún no lo había empezado.

Invité a Jean a que se colocara cómodo, mientras empezaba a cocinar, si bien no me gustaba mucho, decidí hacerle una lasaña a la boloñesa, sabía que me quedaba exquisita y sólo necesitaba de al menos de media hora, mientras conversé con Jean de su familia.

-Y mi hermana Giuliana tiene 27 años, es astrónoma, nos llevamos muy bien y la quiero mucho. Te encantará cuando la conozcas.

-¿Piensas presentarme a tu hermana?

-Por supuesto, quiero que la conozcas, tú eres muy importante para mi Fernanda, no sé bien como explicártelo pero eres como una estrella fugaz, apareciste de pronto, tan brillante y algo iluminaste en mi, algo mucho más fuerte.

En mi mente se disputaba una batalla, mi parte racional, me decía que debía ser cauta, nada de caer ante los hombres y menos ante uno como Jean, mas algo muy en mi interior volvía a decirme que por segunda vez confiará sin pensar tanto en las consecuencias.

Entonces una voz temerosa y a la vez sincera salió de mí.

-¿De verdad? ¿Me estás diciendo todo esto en serio?

-Claro que lo estoy diciendo en verdad, jamás te mentiría, es algo muy fuerte que me atrae a ti, me has impresionado. Eres bellísima, inteligente, independiente, educada, divertida y la lista es larguísima, no sé cómo no tienes novio, aunque agradezco que no lo tengas.

Mis palabras salieron, antes de poder detenerlas:

-La verdad es que soy yo quien se siente encandilada por ti, no lograba entender porque tenías tanto interés en agradecerme algo tan simple, además de no conocernos hace poco más de una semana. No comprendo tú interés en mí o por qué te puedes sentir así por mí.

Sin pensarlo dos veces, se acerco a mí y me beso hasta quedar sin aliento, pasé mis manos alrededor de su cuello y luego comencé a pasarlas por su perfecto cabello. ¡Cuántas veces había soñado con eso! Jean me tomó con más fuerza por la cintura y me besaba desde el hombro pasando por mi cuello hasta llegar a mi boca, donde nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez.

Sentí que algo vibraba, nos apartamos un segundo y Jean metió su mano al pantalón, era su teléfono, me di cuenta de que pensó en ignorarlo pero me adelanté.

-Contesta, puede ser importante- le indiqué una habitación contigua para hablar tranquilamente.

Lamentablemente había demasiado silencio en la casa y sin querer escuché la conversación.

"Dame con él... si papá va todo bien, ningún problema...Tranquilo no se me olvidará y mándale mis saludos...También los extraño... No olvídalo, trabajaré desde aquí ahora, no tengo planes de viajar... Eso no te incumbe es decisión mía, si después hablamos.

Pasamos el resto de la tarde como dos adolescentes, abrazados y besándonos. Hablamos de distintas cosas, Jean me contó en qué consistía su trabajo, que la relación con su padre era bastante cambiante y que se ha pasado los dos últimos años, desde que salió de la universidad; viajando por el mundo con motivo de los negocios que le fueron entregados. Yo por mi parte le conté de mis dos hermanos, de mis amigos, del matrimonio de mi papá y de mis planes de convertirme en una gran doctora.
Besos y abrazos para tod@s gracias de corazón si has leído hasta aquí. No estaba muy segura de publicar lo que pasa por mi mente pero aquí está.
Tengo escrito hasta la mitad de la novela aunque aqui sólo haya publicado un par de capítulos y la terminare para quienes sigan a Fernanda y Jean en este camino que no es fácil y puede cambiar en cualquier momento .
Sería buenísimo si me dijeran que les parece o que creen que podría pasar, qué les gustaría, si quieren mas capítulos o mas partes narradas por Jean o si tienen preguntas.
Besos y gracias infinitas :)

Sin Miedos (Unless The Love)Where stories live. Discover now