Sin Miedos (Unless The Love)

Entonces es Navidad

-¿Irás a casa de tu madre por navidad?

Paso una vez más mi nariz por el cuello de Jean, lo de ayer se siente casi como un mal sueño. He estado pensando en que no sería una mala idea poder compartir con sus amigos, no en plan de salir siempre junto a ellos pero quisiera que me conocieran mejor. Aparte de evitar a como de lugar cualquier dinero de Jean. Lo miro nuevamente y me centro en lo que me ha preguntado.

-Realmente no he hablado con ellos sobre eso, mamá no me ha llamado mucho últimamente y lo que decida mi papá supongo que estará bien con ello. ¿ Tú?
- Giuliana preparará la cena este año en su nueva casa así que nos reuniremos allí, podrías venir, es decir estás invitada pero bueno si tu... Me refiero a que si puedes no es ninguna obligación ni...
-Relájate Jean- lo beso una última vez y me levanto para ir a ducharme - Déjame hablar con mi familia y ver como me organizo.
Vuelvo a marcar el número de mi mamá por sexta vez suele ser ella la que llame mucho pero no he tenido noticias de ella y me estoy empezando a preocupar. Jean llega y mi lado y besa mi ceño fruncido.

-¿Todo bien?
-No lo sé - le contesto mientras soy enviada nuevamente al buzón de voz.

-¿Qué te sucede? ¿estás preocupada por tu madre?

-Algo, es que es demasiado extraño para ella, no contesta no devuelve mis llamadas.

-Apenas llegues allá todo se solucionará, ¿por qué no intentas llamar a tus abuelos?

-No sé tal vez me estoy pasando rollos, y sólo está ocupada. Tampoco quiero preocuparles si no es nada importante.

Jean se va un poco después y me quedo sola en el penthouse, reviso mis correos y encuentro los últimos detalles del matrimonio de Magdalena, es impresionante como casi ya sólo les queda poco más de un mes para su gran día. Llamo a Celeste para saber si ha decidido ya las fechas de su viaje a Hawai.

-¿Adivina que?
-¡Estas embarazada!- le respondo riendo.
-Eso ni de broma Fer, nada de bebés hasta después de los 30.
-Eso dices tú.
-Eso digo yo y mi control de natalidad.
- Ya vale, nada de sobrinos, todavía.
- Podría decirte lo mismo eh.
Lanzo un suspiro ante su idea que se queda revoloteando en mi cabeza antes de desaparecer.
-¿Bueno entonces?
-Me voy hoy a Hawai
-¿Estas bromeando hoy hoy?
- Siiiii hoy, ahora mismo voy para allá a buscar mis cosas y me reuniré con Gabriel.
-Eso es fantástico, te extrañaré pero quiero que lo disfrutes al máximo.

Cuando Celeste llega a casa, no dedicamos a sus maletas, bromear y comer pizza. Me ofrezco a ir a dejarla y la dejo junto a Gabriel antes de abordar. Paso por los regalos algo de ropa y me dirijo a casa de mi mamá.
Esta navidad se siente tan diferente o más bien yo me siento diferente es como si cierta sensación de felicidad me inundara, Celeste está bien con Gabriel, se quieren tanto y ¡Dios mío! Por fin se van a casar Madga y Gustavo. He tenido un año universitario increíble dejando fuera lo sucedido con Felipe y claro está este último tiempo con Jean aparte de lo que hemos vivido juntos esta esa faceta o forma de ser que he descubrido sobre mí y estar enamorado. Es como si durante tanto tiempo sólo he estado congelada, de una forma en que hacía falta él para vivir todo esto.
Ni siquiera bajo mis cosas al llegar fuera de la casa de mamá, únicamente estaciono y me bajo. Hay un auto que no conozco y me emociona pensar que pueda ser algún potencial novio y que no me haya querido contar. Tal vez sería mejor irme a la casa de mis abuelos y volver después. Subo de vuelta a mi Jeep. Coloco mi teléfono de nuevo en mi bolso mientras alguien sale de la casa es mi madre que va por delante seguida por un hombre un tanto más alto que ella, se acercan a su auto y el la toma por la cintura antes de besarla, es algo raro ver a tu madre en tal situación pero me alegro de igual forma, es cuando el hombre se da vuelta y veo su rostro. La besa otra vez y sube a su auto, me quedo casi paralizada por un par de segundos hasta que mi teléfono suena, es Jean, no puedo contestarle en este momento y me bajo de mi Jeep.
Cada paso que doy para acercarme comprueba mi primera impresión sobre él. Jodido Dios esto tiene que ser un chiste, no puede estar ocurriendo.
-¿ Se puede saber que está pasando entre ustedes dos?
Mi mamá palidece mientras que mi papá toma su mano.
-¿Quiero saber que es esto?- digo casi gritando.
-Fernanda, nosotros... Queríamos contartelo - dice papá.
-¿Tienes algo que decirme mamá?

-Creímos que sería correcto esperar un momento más adecuado,tu papá tiene cosas que arreglar.

-¿Arreglar?¿ Me estás tomando el pelo? ¡Está casado!

-Estas son cosas que pasan hija- me dice y mira a papá antes de continuar- Esperábamos que te alegraras por nosotros.

-Estás haciendo lo mismo que él te hizo hace 20 años.

-No es lo mismo Fernanda.

-Nunca pensé que te convertirías en esa clase de mujer- el enojo me invade sin filtrar nada.

Mi papá se incorpora a la conversación entonces.

-No dejaré que trates a tu madre de esa forma.

-Pues adivina quien la ha colocado en ese lugar.

-Basta, ella no se merece esto.

-Por favor no discutan, entiendo que estés sorprendida, hija esto no es algo planeado sólo paso.

-¿Te estás escuchando? No estoy sorprendida estoy decepcionada, en especial de ti mamá. Haces exactamente lo que él te hizo hace años.

-Cálmate, por favor- noto como comienzan a llenarse sus ojos de lágrimas.

-No quiero saber nada de ustedes.

La cabeza me da vueltas y no sé si pueda procesar todo lo que esto significa. M e subo rápidamente al Jeep y me voy a casa de mis abuelos. Al llegar allí me pregunto ¿cómo podré aguantar la cena de esta noche?

Me arreglo como de costumbre y le digo a mis abuelos que extraño mi lugar allí. No sé si me creen o no pero prefiero quedarme aquí y hacer un escándalo justo esta noche. Para cuando estamos todos reunidos, tías tíos , Renata y mis otros primos, y claro mamá pongo mi mejor pokerface. Mantego las palabras justas para que nadie note y me concentro en el resto. Los grandes abrimos nuestros regalos y cada minuto que pasa siento como todo se está derrumbando, sé exactamente por lo que tendrán que pasar mis hermanos si esa locura continúa, no sé si confiar en lo que se supone mi papá siente por mamá y menos tengo conocimiento de que pasará con ella, si al final las cosas ocurren mal. Miro mi reloj y me pregunto si....