23. Más que Perfecto... Real

20 6 0
                                    

Jean respondió al beso rápidamente, entrelazando nuestras lenguas como si no hubiera nada más y me acerca hasta que no había más espacio entre nosotros.

Comienzo a pasar mis manos por su espalda y ese cabello que me hacía perder la cabeza, sentía como él tocaba mis muslos a través de las calzas, entonces se paró de la silla y empezamos a caminar mientras seguíamos buscándonos con nuestras bocas.

Sentía como mi temperatura aumenta, pero me olvido de todo lo que mi prima me había dicho con respecto a Jean o sobre lo que cualquier otra persona me había dicho, solo recuerdo lo que sé de él y todo lo que siento por él.

Pienso en todo este amor (porque dudo que sea otra cosa) y en lo segura que me hace sentir, siendo todo lo que necesito. Íbamos llegando a la puerta de una de las habitaciones y nos detuvimos.

"Fernanda aún podemos detenernos, no quiero que te sientas presiona..."

Lo beso nuevamente.

"No necesito que me lo digas de nuevo, me has elogiado por mi madurez y mis buenas decisiones, bien pues es lo que queremos las tres".

"Sólo no quiero que te arrepientas, si no te sientes preparada".

"Nunca lo estuve hasta que te conocí".

Y mientras esas palabras quedaban suspendidas en el aire, Jean abrió la puerta y entramos a la habitación, donde había estado mi maleta.

Comienzo a besar su cuello y a desabotonar su camisa hasta que la tiro al piso, también cae mi polera, seguida de las calzas que Jean saca mientras besa mis piernas.

"Eres tan delicada y fina" murmura a mi oído.

Me acerco a su pantalón y lo desabrocho para luego tirarlo lejos, sólo estábamos en ropa interior.

"Si quieres que me detenga sólo dilo ¿sí?"

"Estoy segura de que no lo necesitaré".

Llevaba un tiempo soñando con este momento, sin querer ni proponermelo era un momento perfecto porque era era real. Y estaba a punto de hacerlo con alguien a quien amaba.

¿Era distinta esta Fernanda a una versión antes de Jean? Si, posiblemente la respuesta sea esa, sin embargo, en el fondo seguía siendo yo misma. Siento como Jean bajaba con sus besos por mi cuello.

Muchas veces pensé que estaría
avergonzada pero miro los ojos de él y puedo ver amor, sólo amor.

Jean me toma y enrosco las piernas alrededor de él, me deposita con suavidad en la cama.

Aunque me enfrento a lo desconocido, me siento decidida y segura y es algo que realmente deseo.

Es cuando él me mira a los ojos, como si me estuviera pidiendo permiso, a lo que asiento con la misma mirada.

"Te amo" gime Jean.

"Te amo tambien" respondo a través de esas palabras que expresan todo lo que siento por él.

Besa mi frente y todo mi rostro, mientras yo acariciaba sus brazos y con mis dedos trazaba líneas en su pecho.

"Gracias" suelto en un suspiro.

"Eso no es necesario Fernanda" levanta mi barbilla y nos miramos fijamente unos segundos.

"Gracias a ti por ser tan única. Soy el hombre más afortunado por haberte encontrado".

"Y yo porque tengo al hombre más dulce, paciente y protector a mi lado".

"Es porque te mereces todavía más, te estuve buscando toda mi vida y ¿sabes? Tenía miedo de no encontrarte, con toda tu inteligencia, valentía, belleza y gran corazón".

Sin Miedos (Unless The Love)Where stories live. Discover now