Sin Miedos (Unless The Love)

15.Presentaciones

Conduzco de vuelta al penthouse, Giuliana me ha tratado con tanta familiaridad y ha dicho que Jean me amaba, aunque nunca lo había escuchado de él, excepto ayer cuando aún no me dormía, aunque supongo que él creía que sí. Pensar en todo esto, es decir, siento que amor es una palabra tan fuerte y especial, me da vuelta la cabeza pensar que Jean pueda pueda amarme. Sin duda lo que siento por el es totalmente distinto a lo que fuera que haya sentido anteriormente, aunque no se si pueda decirlo, es como si a ratos me consumieran estos sentimientos. Entonces, me esfuerzo por volver a colocar la cabeza fría, como ahora; la pantalla del Jeep se ilumina.

"Fer, ¿vienes al penthouse?"

"Celeste, estoy llegando ¿Qué pasó? ¿Todo bien?"

"Todo más que bien, pero aquí te cuento, bye".

Saludo al señor Piddin y recojo la correspondencia, subo al ascensor y junto iba la señora Coster con un chico.

"Fernandita ¿Cómo esta?"

"Muy bien y ¿usted señora Coster?"

"Nada mal, sólo la edad, quisiera presentarle a mi nieto Alexander".

El chico me dio la mano. Justo llegaron al piso de ellos y bajaron.

"Un gusto Alexander y que este bien señora Coster".

Miro la hora en el celular aún me quedaban cinco horas antes de las ocho y media, ojalá Celeste hubiese cocinado algo para almorzar.

"Espero que te gusten las langostas".

"¿Cómo dices Celeste?"

"Gabriel ha hecho langostas con ensaladas".

"No sé en qué momento comenzamos a comer como la realeza".

Los tres estallamos en risa.

"¿Y cuando me dejas?" le digo.

"Aún no decidimos si vamos antes o después de navidad, la mama de Gabriel igual quiere que la visitemos para las fiestas y tú sabes cómo se pondrá mi papa si no voy a verlos".

"¿Qué fechas tienen?"

-"Desde el 17 de diciembre al 31 o desde el 26 al 9 de enero" dijo Gabriel

"¿Y tú has hablado algo con Jean sobre las fiestas?" me pregunta Celeste.

Aún no había pasado eso por mi mente, ¿Cómo será pasar Navidad y Año Nuevo con él? Tendré que comprarle un regalo.

"Nada en verdad, hoy conoceré a su familia".

"¿Te ha invitado él?"

"Es una sorpresa que planeó su hermana Giuliana, fuimos a tomar té juntas".

"¿Tomar té? ¿Estás de broma verdad?"

"Es enserio, iré a una cena formal, pasara por mí a las 8:30 PM".

"¿Quieres que te ayude?"

"Celeste, quisiera vestirme a mi gusto por favor- la abrazo- pero no me niego si me quieres ayudar con un sutil maquillaje".

"Cuenta con eso, vamos a comer".

El vestido era negro con broche en el cuello y sobre la tela negra un sutil encaje; me quedaba casi hasta la rodilla, más o menos sin mostrar nada demás; realmente me siento al nivel de aquella cena. Y escojo zapatos de tacón, no muy altos, negros con encajes.

"Celeste, has hecho muy buen trabajo con tu prima" dice Gabriel.

"Gracias, amor" la besa y entonces Gabriel la tomo por la cintura.

Por favor, esperen a que me vaya...

"¡Hola! Sigo aquí, búsquense una habitación, un día sin verse y ya son un par de desesperados".

Digo riendo.

"No me vengas con esa Fernanda, agradece que no te tiro un cojín por interrumpir nuestro momento porque arruinaría mi obra maestra".

"Bueno ya me voy- miro el reloj- tienen el penthouse para ustedes".

Giuliana me esperaba en la recepción, su vestido era color crema, en un modelo parecido al de mío y unos zapatos dorados, llevaba el cabello tomado de un lado.

"Matarás a mi hermano de un infarto, luces elegante y sexy".

Quería verme bien, por lo que sabía estarían las personas con las que Jean trabaja, sus amigos y familia y esperaba que se sintiera a gusto conmigo frente a ellos.

"¿Lo crees? Espero verme de acuerdo a la ocasión".

"Te lo diré en simples palabras: tú y yo hasta con ropa vieja nos veríamos bien".

Me estaba gustando mucho como era Giuliana, era totalmente encantadora.

Condujo hasta una mansión enorme, no puedo disimular lo deslumbrada que estaba, no quería parecer ignorante, pero podría jurar que aquella mansión-castillo se parecía mucho a las de las estrellas de Hollywood.

"Bueno, ven te presentare a un par de personas". Dice entonces Giuliana.

Había un salón enorme con muchas decoraciones, un barman y música clásica.

"Richard ¿Cómo estás?- le dice a un tipo alto, musculoso y moreno- Te presento a Fernanda Scaalo".

"Un verdadero honor Fernanda- se acerco y beso mi mejilla- ahora entiendo porque Jean está loco por ti".

Y no sé por qué no me fío de él.

"¿Qué tal el bar Richard?- le dice un rubio que luego se dirigió a ella- Ignóralo, soy Peter Pascualli, un gusto Fernanda".

"Igualmente Peter y Richard- pongo un sonrisa algo forzada-¿Han visto a Jean?"

"Sí, creo que estaba con Nataly afuera" me respondió Richard.

Iba a decir algo, pero Giuliana se adelantó.

"¿Tu hermana ha venido Richard?"

"Por supuesto, la cena es para socios y familia".

"Vamos Fernanda, hay que rescatarlo".

Y soltando un bufido, nos alejamos hacia el jardín, mientras en voz baja me dice:

"Fernanda, no te preocupes. Nataly es una arribista, en verdad la odio".

"¿Por qué?"

"Hace años que intenta cazar a algún millonario, lo intento con mi prometido, cuando éramos novios; y qué decir de Jean es como su objetivo número uno, el premio gordo".

"¿Y Jean siente algo por ella?"

"Ni pensarlo, además el solo te ama a ti".

De nuevo decía que Jean me amaba, siento como se me eriza la piel.

"¿Te paso algo?" me dice Giuliana

"No nada, mejor nos apuramos".

"Sí, allí están".

Nos apresuramos y llegamos a su lado en segundos.

"Mira que sorpresa te he traído hermanito" dice Giuliana.

Me encontraba tras ella, doy un paso al frente y me acerco, puedo ver como sus pupilas se agrandaban y su cara se tornaba más suave con una sonrisa.

-Fernanda, mi amor.