21.No es lo mio...

17 6 0
                                    

Tomo mi teléfono, por decima vez en tan solo cinco minutos, Magdalena no dejaba de enviar fotos y mensajes de las opciones para su matrimonio, realmente mi amiga se estaba tomando todo muy serio y es que tener sólo dos meses para organizar una boda era correr contra el tiempo.

En unos días ya tenía  visto el lugar y hoy estaba junto a Gustavo viendo invitaciones, ella me había enviado una foto de él y miles de invitaciones, se veía muy chistoso.
Hacia dos horas que estaba atrapada en un enorme taco y no había avanzado nada la última media hora. Empiezo a hacer una agenda mental, Celeste se iría el 26 de diciembre a Hawái, aún no sabía si pasaría navidad con Jean o si él quería pasarla conmigo, Magdalena viajaría el sábado para que fuéramos juntar por un vestido, y le enviaría algunos números de servicios de banquetearías esta tarde, miro la hora eran las 3:45 PM y había quedado de verme con Jean a las 4:15 PM en mi penthouse.

Decido enviarle un mensaje rápidamente, pongo algo de música y me resigno a esperar el tiempo necesario mientras seguía atascada en la carretera y Magdalena me consultaba todo.

A eso de las 5:00 PM por fin llego al edificio, Jean estaba esperándome en la recepción junto al señor Piddin.
"Fernanda" me abraza unos segundos "Me hacías falta Bonita".

"Pero ya estoy aquí" miro al señor Piddin un instante "Buenas tardes señor Piddin"

"Buenas tardes señorita" respondió.

"¿Me acompaña bella dama?"

"Siempre, pero aún no sé dónde vamos, ¿crees que pueda necesitar algo?"

"Estoy seguro que no".

Jean abrió la puerta de su auto para que pudiera subir, a continuación lo hizo él y emprendemos el camino, me doy cuenta de que tomaban la carretera hacia la costa.

"¿Así que vamos a la playa Jean?"

"Es una sorpresa ya lo verás".

"¿No me dirás ni una palabra?"

"Mis labios estaran sellados, quiero sorprenderte".

"Bien".

"¿Cómo estuvo tu viaje?"

Tomo su mano y le doy un tierno beso.

"Bien, mis papás esperan conocerte".

"Eso está muy bien".

"Pero no es necesario, si tú no quieres Jean".

De alguna forma esperaba que no quisiera conocerlos tan pronto.

"Bonita me encantaría conocer a tus padres y decirles lo increíble que es su hija".

Mis mejillas vuelven a sonrojarse y me repito mentalmente que debo acostumbrarme a que Jean me diga cosas así... ¿o no?

"Nos juntamos con Magdalena y Kelly".

"¿Y cómo están ellas?"

"Muriendo por conocerte". Ambos reímos.

"También quiero conocerlas, sé que son importantes para ti".

"Gracias" entonces esta vez me acercó y me besa.

"Gustavo y Magdalena se van a casar, ella nos pidió que fuéramos sus damas de honor y que yo escribiera un discurso".

"Son muy buenas noticias Bonita".

"Estoy muy feliz por ellos, me acuerdo de cuando íbamos al colegio, nosotras la molestábamos con que algún día se casarían y tendrían unos hijos encantadores".

"Pues acertaron, ¿Cuándo será la boda?"

"Diecisiete de febrero, creo que necesitara una experta en bodas".

"Las bodas pueden ser mucho trabajo lo he visto en Giuliana y Alfredo, llevan preparando su matrimonio hace ocho meses".

"Me lo imaginaba, pero Magdalena lo quiere así y Gustavo estuvo de acuerdo incluso hoy andaban viendo invitaciones".

"Tienes razón, Bonita en la guantera esta nuestra invitación a la boda de Giuliana, me pidió que no se me olvidara dártela".

"Dale las gracias de mi parte".

"Se lo diré, está muy contenta con que vayas y mis padres esperaban podre invitarte a cenar el veinticinco. Les dije que te consultaría".

"No hay problema Jean".

Cuando llegamos, mis ojos se abrieron mucho un puerto y el mar se extendía frente a mi vista.

"Ven quiero mostrarte algo".

Me toma de la mano y caminamos juntos por el muelle pasando por muchos barcos, veleros y yates hasta que se detiene frente a uno.

"Te conté que me gustaba navegar y quiero que tú también disfrutes de ello".

Oh Dios con el creo que podría disfrutar muchas cosas, pero estar en agua no es lo mío, no recuerdo habérselo dicho, siendo la razón principal de no haber aprendido jamás a nadar.

"Realmente es muy bonito, jamás he navegado" dijo simplemente.

"Entonces, ¿me acompañas?"

Y mi mente se ve más claro, ¿Qué cosa mala me puede pasar junto a él?

"Sí".

Subimos a un lujoso yate, estaba bastante deslumbrada y cuando veo el interior casi me falta el aire, tenia cocina, comedor, dos baños y dos habitaciones. Jean me abraza por la espalda, su aroma era algo que hacía perder el sentido, todo era más fácil de ver junto a él, y pienso en que me sentía perdida y sin querer ser encontrada, porque no lo sabía.

"¿Te gusta Bonita?"

"Simplemente me encanta Jean".

"Es justo lo que quería escuchar, iré a preparar algo de comer, relájate, puedes ir de proa a popa".

"¿No quieres que te ayude?"

"No hace falta, quiero que te olvides de todo mientras estamos aquí, te lo mereces".

"Gracias Jean".

Me acercó a él y dejo que nuestros labios se unan, luego salgo para ver el mar. Podía ver cómo nos alejábamos de la costa y entrabamos a mar abierto, pero extrañamente no estaba asustada, me sentía protegida, segura junto a él, pensaba que en este preciso instante podía proponerme irnos a la Antártida y no lo pensaría ni una vez.

¡¿Cómo puedo estar pensando así?!

Sin Miedos (Unless The Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora