Forte Oscurità [Hemmings] |Editando]

<<Continuazione>>

<<Continuazione>>

Recorrí con mi mano las estanterias, llevando a mi paso una capa de polvo en mis dedos mientras la música resonaba lentamente en la estancia. Pasaba ya de las 8 de la noche y el celular no había dejado de vibrar en mi bolsillo: Ashton. Estaría como loco cuando regresara a casa, eso lo tenía previsto de antemano. Pero por raro que pareciera me la estaba pasando bien aquí. No había mucha gente pero el lugar tampoco estaba vacío. Muchas personas estaban acomodadas en los distintos lugares del bar-café. Yo misma había tenido tiempo para examinarlo bien. Era espacioso, con dos niveles, unos cuantos sofás estilo lounge se distribuían por todo el piso de abajo al igual que algunas mesas y otros muebles de aspecto antiguo. Aquí en la parte superior la cosa era casi igual pero con el detalle de que era más tranquilo, había más sofás, estantes llenos de libros y revistas de música  y desde aquí se tenía una vista perfecta del pequeño escenario ubicado al fondo. Quien quiera que hubiese iniciado este ''negocio'' había combinado con éxito un café, un pequeño bar, un lugar para que quien quisiera se parara al frente a cantar y una pequeña biblioteca. Era la cosa más pintoresca que había visitado. 

-Aquí estás -Dijo una voz a mis espaldas.

Me volví para ver a Luke con una bandeja en sus manos, me hizo señas con la cabeza de que nos sentaramos en algún lugar y le seguí hasta llegar a una pequeña mesa para dos personas en una esquina que conectaba con las escaleras. Podía ver todo el nivel inferior desde aquí. En la bandeja estaban dos cafés fríos de moka, servilletas y ... una rebanada de pastel enorme de chocolate. Tragué en seco.

-Eso... eso es para ti ¿Cierto? -pregunté señalando el pastel.

Luke lo miró, luego a mí y de nuevo regresó a la achocolatada tentación, negó con la cabeza a la par de que me pasaba un pequeño tenedor. 

-Luke enserio, no tengo apetito, lo cierto es que tampoco debería tomar el café -me removí incómoda en el asiento.

-No dejaras que engorde solo ¿O sí? -preguntó y me sentí mal al instante. Sabía que no lo decía con mala intención, que bromeaba solamente, pero el comentario me hizo replantearme que la comida frente a mí contenía al menos 800 calorías. 

Apreté los labios con fuerza y agaché la mirada. Al levantarla, el chico frente a mí había borrado su sonrisa y me miraba preocupado.

-¿Dije algo malo? -preguntó.

-No, está bien -dije tratando de sonreír-. Pero es que... Yo... No quiero engordar comiendo eso.

Dije sincera porque no tenía fuerzas para inventar una excusa. Me dolía la cabeza, aún tenía las palabras de Zayn presentes en mi cabeza, Ashton me mataría por escaparme y hacerle quedar mal con sus amigos y ahora estaba este chico que se portaba dulce y agradable conmigo y yo no era capaz de serle sincera.

-La vida es muy corta como para rechazar pastel y café frío -dijo y sentí como movió su silla hasta colocarse a mi lado-. Hagamos esto, hoy comemos y te prometo que saldré contigo a correr.

Estaba sonriendo, y sus ojos azules brillaban como si fuera un niño pequeño. Su sonrisa a labios cerrados y cejas levantadas me ablandó y de buena gana tome el tenedor para luego hundirlo en el pastel. Apenas el primer bocado desapareció por mi boca, sentí sus labios chocar con mi mejilla como si expresara un ''Bien hecho'' Era increíble lo que podía lograr este chico que seguía siendo un enigma para mí, sus gestos, sus palbras, el como intentaba ser mi amigo, todo me llevaba a pensar que era una de esas personas que te topas una sola vez en la vida.

[...]

Me quedé en silencio unos segundos, estire la mano para jugar con los dedos largos y delgados de Luke y escuché con atención antes de mirarlo a los ojos que esperaban una respuesta.