Vuelta a la rutina

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Al entrar, Ted se sintió mayor, con experiencia y sin embargo solo había sido cosa de unos meses cuando la cruzó por primera vez. Ahora veía y distinguía cada marca de la oscura madera del arco del gigantesco portón. Al pisar dentro del suelo de Hogwarts, su nariz se impregnó del olor a casa, no, más bien era su tercera casa. El olor a Hogwarts era una mezcla de hierba mojada, lluvia reciente, tierra sin secar, estofado, leña en la chimenea y menta fresca en partes iguales.

Acompañado de su padrino, quien tenía un hombro sobre él, fueron hasta el despacho de la directora. Ted no entró, simplemente se dio media vuelta cuando McGonagall los recibió. Al estar libre, corrió hasta su dormitorio y se enfundó en su túnica. Ahora estaba listo para buscar a sus amigos, quienes de acuerdo al horario debían tener Astronomía. Se deslizó por los pasillos, recordaba cada puerta, cada jardín e incluso cada columna. Sabía que estaba a punto de llegar, pero al doblar la última esquina, alguien estaba ahí. Un hombre pequeño, con expresión traviesa estaba de pie en frente de él.
– Humm– dijo– me gusta ese pelo.

Acto seguido, el hombre salta hasta aterrizar sobre su cabeza y empieza a tirar de su cabello. Ted pone resistencia y a la vez grita de dolor, la fuerza del hombre era endemoniadamente grande. Quiso pedir socorro pero nadie le escuchó. Ted tenía ambas manos sobre la cabeza y se tambaleaba de un lado a otro pero su agresor parecía estar pegado a él. Entonces, alguien que tatareaba alguna melodía se iba acercando, Ted decidió gritar más fuerte. Como resultado, un señor semi-transparente vestido elegantemente pero con una gran mancha de sangre llegó a la escena.

Era el Barón Sanguinario, fantasma de Slytherin. Este ayudó al joven, pero su ayuda no sirvió de mucho, pues cuando vino el fantasma, el hombre bajito se paralizó.
– Peeves es muy travieso– explicó el Barón–, tendré que encargarme de él– Peeves hizo una mueca–. Lo siento, Edward Lupin.
– ¿Lupin? ¿Hijo de Lunático? Jajaja, ¡qué interesante!

Pasado un segundo, el Barón hizo una seña para que Peeves se fuera y poco después el mismo fantasma también se retiró. Recibió una cálida bienvenida por parte de sus compañeros de Hufflepuff, a la cual se unieron los gemelos Hendrickson. Se encontraron a Rika mientras paseaban por un jardín, ella le preguntó sobre su estado actual y él respondió que estaba bien. Más tarde, vieron a Daniel también, los dos se quedaron mirando el uno al otro y Ted recordó las palabras de la señora Potter.
– Esto...– se adelantó él– Dan, siento lo de que pasó.
– ¿Ah, sí? Tarde. ¿Además querías aprovechar tu situación de agredido para pedírmelo?– analizó, su mirada se había vuelto fría en algún momento y Ted simplemente no sabía qué había hecho.

Pero ya no quiso saberlo, total, ¿Daniel no quiere una disculpa? Pues no hay disculpas para él. Ted apretó el paso y el resto le siguió, algunos no sabían qué había pasado pero podían olerse algo. Pronto, Ted dejó atrás esos pensamientos negativos y volvieron a la habitación para seguir con su fiesta

Night y Clare eran cada vez amigos más íntimos de los Hufflepuff. Eran ambos graciosos, pero de dos formas direfentes y verlos era simplemente un dolor de barriga por risas. Si Night decía que las cervezas de mantequilla eran las mejores, Clare saltaría con que las ranas de chocolate estaban mil veces más buenas. Entonces, los diez o más presentes se separarían en dos bandos y el debate duraría toda la tarde.

Ted se olvidó por completo sobre las palabras de Peeves hasta que vio por casualidad el Mapa metido en su baúl. Decidió pensar eso más tarde y sacó el pergamino para enseñárselo al resto. Night sabía cómo funcionaba pero a los demás se le cayeron la barbilla cuando entendieron su uso. Pasaron toda la tarde tratando de adivinar qué hacían sus conocidos, también vigilaron para hacer travesuras por donde no habían profesores. Sus nociones del tiempo les decía que había pasado poco tiempo pero en verdad, ya era de noche y los gemelos debían volver a sus habitaciones en sus respectivas casas.





(Soy una frase divisoria)
Hola Wattpaders, hoy no tocaba capítulo pero como tengo tiempo, nunca está de más. Venía para deciros que, quiero conoceros, y mis amigas también. Si tú, (sí, tú) quieres unirte a nuestro círculo de amigos, estás invitado ^3^
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Teddy Lupin: ¿Quiénes eran los Merodeadores?Where stories live. Discover now