41-¿Quieres ir a una fiesta?

Start from the beginning
                                    

Tal vez tenía que aceptarlo.

Aceptar que Leon y yo no nacimos para estar juntos. Aunque lo amaba y sentía ese profundo dolor cuando recordaba que estaba tan cerca pero tan lejos, tenía que ser fuerte y seguir adelante. No quería volver a pasar por lo que ya había pasado.

Las llamadas de Leon poco a poco fueron disminuyendo. No pensé que sería fácil, pero tampoco pensé que lo abandonaría tan rápido. Tal vez era lo mejor, pero yo no lo sentía así del todo.

Una parte de mí quería creer que Leon no iba a fijarse en otra —Y tenía todo el derecho—. Pero había que aceptarlo, él podía hacer lo que quisiera y yo no tendría porqué reclamarle.

Estaba decidida a estar lejos de Leon pero al mismo tiempo me sentía nerviosa por lo que podía pasar en su vida. Pensar en que iba a fijarse en otra chica y olvidarse de todo lo que vivimos juntos y en aquello tan importante que le entregué se me hacía tan difícil de asimilar.

Pero ya había tomado una decisión y no me iba a echar para atrás por mucho que me doliera.

La puerta de mi habitación se abrió lentamente, desvié mi mirada de la TV para encontrarme con mi padre, quién estaba acompañado por otra persona la cual no pude observar con claridad, pero el pensamiento de que podía tratarse de Leon me puso los pelos de punta.

—Han venido a visitarte cariño —informó mi padre dándole paso a la persona que menos imaginé que vería.

Ruth.

—Natalia.— Ruth se acercó a la cama lentamente, se veía un poco apenada, cosa que no era muy normal en Ruth.

Mi padre cerró la puerta.

—¿Qué haces aquí? —pregunté con el ceño fruncido, haciendo notar mi incomodidad, al mismo tiempo que el sentimiento de desilusión que invadía mi cuerpo.

—Vine a visitarte. —se sentó a un lado de la cama, mirándome fijamente a los ojos. —Oh, sé que me comporté como una puta en estos últimos días, de verdad que lo siento. Tú eres mi mejor amiga y me has hecho falta, no puedo negar que me estoy odiando por todas las estupideces que hice, me siento terrible. Apedréame si eso gustas.

Negué, sin pronunciar ninguna palabra.

—Sé que es difícil perdonarme pero... necesitaba vengarme de mi hermano y tú eras su punto débil, pero comprendí que con esto no debo jugar. Arriesgué a mi propia amiga y... Af, me siento tan atormentada Natalia, no quiero perder tu amistad.

—Has hecho cosas muy malas Ruth. —la miré con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero estoy arrepentida. Créeme Nat, sabes que yo no miento cuando se trata de estas cosas.

—No lo sé, no lo sé Ruth. Ahora me das desconfianza. —tiré mi cabeza hacia atrás, tomando una respiración profunda.

—Volvamos a ser las mismas de antes y ya está. Te juro que lo siento. No volveré a hacer algo de esa multitud y menos contigo ¿vale? Te lo juro por mi coño.

—¡Ruth! —la miré con el ceño fruncido.

Se encogió de hombros.

—Ehh... —rodé los ojos. —Vale, pero solo es porque hemos sido amigas desde hace mucho tiempo y... eso es lo que cuenta ahora. —declaré no muy segura, aún me sentía traicionada.

—Esa es mi amiga. —me abrazó con fuerza. —Gracias por hacerlo, te juro que no te defraudaré.

—Eso espero. —le advertí.

Sonrió.

—Y bueno, ya en dos días será tu cumpleaños. ¡Cumples dieciocho baby! —exclamó efusiva. —¿Qué tienes planeado?

—Nada. No tengo cabeza para eso. —hice una mueca.

—Oh, Vamos hay que aprovechar que Leon no te tiene encadenada para armar una gran fiesta en donde por supuesto estará tu papá, mis padres y todo. Eso por si tienes desconfianza.

Asentí.

—¿Si verdad? Aprovecharé. —sonreí.

—Bien, y ahora que estamos de vuelta, ¿quieres ir a una fiesta? —preguntó.

—¿A la que está organizando Joshua? —pregunté.

Joshua era un chico popular en la escuela, también amigo de Leon, por eso la idea de ir a la fiesta de Joshua no me convencía mucho, Leon podría estar allí.

—Olvídalo, Leon estará ahí.

—Nat, Leon es tu ex novio, no tienes porque preocuparte. Además no creo que vaya a ir, ha estado echado en la cama desde que terminó contigo, incluso puedo decir que tiene más barba y pelo de lo normal.

Eso me pareció supremamente sexy.

Sacudí la cabeza para alejar aquella imagen y volví a la realidad.

—Bueno... Tienes razón. Le demostraré que puedo hacer lo que quiero después de haber terminado con él. Me voy a vestir y maquillar como quiero, incluso puedo coquetear con un chico. —solté animada.

Ruth se quedó mirándome por unos segundos.

—Bueno... si eso quieres. —se levantó de la cama. —Buscaremos un vestido para la ocasión.

ay papá la q se viene perdón por tardar pero mejor tarde que nunca a poco no?:D

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaWhere stories live. Discover now