27-Pelea

722 65 19
                                    

—¿Estás de broma?— mi voz salió de milagro.

—No preciosa. Hemos venido a una orgía.— parecía que se divertía al ver mi reacción.

—Pero yo no quiero.— negué, desesperada. —Ruth... Ruth no me dijo nada sobre esto.

—Ruth está loca.

—Max, por favor, ayúdame.— le rogué.

—¿Cómo?— frunció una ceja.

—¿Entrarás a esa orgía?— pregunté con los pelos de punta.

—A eso he venido.— se encogió de hombros.

—Pero... — me quedé paralizada.

—Vamos... Natalia— estaba emocionado, lo podía notar en su voz.

—Tienes que vivir la vida, Eres joven y hermosa. Que te valga el mundo, solo diviértete, has locuras, esas que nunca pensaste que harías. Relájate y disfruta de tu juventud.

—Y según tú... Una orgía me hará disfrutar la vida.— espeté, todavía nerviosa.

—Es una locura, Lo sé.— rió. —Pero se siente jodidamente bien hacer estas locuras y sentir la adrenalina que recorre tu cuerpo al hacer esas cosas que son prohibidas. Inténtalo.

—No, Max— negué, angustiada. —No soy capaz de esto.

—Entonces... ¿Piensas quedarte aquí?

—No. Quiero irme.— pedí.

—¿Para donde vas a coger? Estamos lejos de tu casa.— informó.

—Tomaré un coche y volveré a casa.

—Vale.— asintió. —Espero que el dinero esté a tu alcance.

Bajé la mirada a mi bolso, y busqué mi billetera. Revisé adentro y no encontré un solo centavo. Un escalofrió recorrió mi cuerpo.

—Max, necesito que me ayudes.— alcé la mirada para encontrarme con sus ojos miel.

—Natalia... — se llevó una mano a la cabeza, y se pasó los dedos por su cabello castaño claro. —Mira. Me encantaría ayudarte... ¿Si? Pero no sé como podría hacerlo.

—Préstame dinero para volver a casa. Cuando quieras puedo pagártelo, es más, Con intereses si eso quieres. — tragué saliva.

Me miró por un momento. Parecía estar en una guerra consigo mismo. — No tengo dinero ahora.— dijo al fin.

—Joder.— exclamé, ya mucho mas angustiada que antes.

—Pero quiero ayudarte.— mencionó.

—¿De verdad?— pregunté.

—Sí.— asintió. Ahora se veía serio.

—Max, Natalia...— escuché a Ruth. — ¿No van a venir?— preguntó cuando estuvo cerca.

—¿Por qué no me dijiste que esto era una orgía?— salí del coche para reclamarle.

—Porque no me lo preguntaste.
— contestó tranquilamente.

—Te pregunte para donde veníamos.

—Sí, Pero no me preguntaste si veníamos para una orgia.— se encogió de hombros.

La desconocía.

—Ruth... ¿Qué es lo que te pasa? Mira lo que haces. Sabes perfectamente que yo no soy así.— me acerqué a ella, quería darle una bofetada, al menos. —No soy la clase de chicas a las que les gustan las orgias.

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaWhere stories live. Discover now