39-Plan de Ruth y... ¿Max?

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Leon POV.

Esto era una mierda. Sí. Una mierda completa.

¿Qué le hice a Natalia para que saliera de la finca como alma que lleva el diablo?

Ah, no tengo ni la menor idea. Quise hacer que su primera vez fuese especial. Acepto que no soy un hombre romántico, tal vez no encontré las palabras adecuadas para decirle mientras lo hacíamos y después de terminar... Pero no podía forzar palabras. Además, había sentido que el mundo había desaparecido y que solo estábamos ella y yo. Lo que me hizo sentir nunca lo había sentido con una mujer, aunque suene como un estúpido es así.

Estaba esperando a que ese momento llegara por mucho tiempo. Le había tenido paciencia y había comprendido el miedo que tenía a dar ese paso, pero necesitaba que ella confiara en mí.

Pero el comportamiento de Natalia me tenía cansado. No sabía que era lo que quería. Estaba llegando a mi punto máximo. Todo es culpa de la puta de mi hermana. Cabrona de mierda.

Corrí hacía mi habitación y busqué mi ropa la cual estaba regada en el suelo. Cuando me la puse, caminé hacia la mesilla de noche y tomé mi móvil. Revisé, y encontré un mensaje de un número desconocido.

"Me encantó la noche que pasamos ayer, espero volverte a ver por mi casa, tengo unos jugueticos que van a encantarte".

—¿Qué mierda es esto? —me dije a mí mismo.

Ninguna mujer tenía porque escribirme eso... Yo no había estado con nadie aparte de Natalia en los últimos días. Esto era ridículo...

Pero entonces fue ahí cuando caí en cuenta de que el mensaje ya había sido leído. ¡Natalia lo había visto! Claro. Maldita sea. Seguramente pensó que yo le había sido infiel con otra mujer, por eso se fue de esa manera.

Oh, demonios.

Marqué a aquel número mientras bajaba por las escaleras, dirigiéndome hacia la puerta. No sabía ni en donde iba a buscar a Natalia. Conociéndola como la conozco no iba a estar en su casa.

—Hey, Leon... Me has descubierto. —entonces escuché la voz de mi hermana.

Maldita.

—¿En dónde está Natalia? Eres una puta, maldita sea. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué mandaste ese mensaje? ¿Cuál es tu maldito interés en que Natalia crea que le soy infiel?

—Digamos que no quiero que esté contigo.

—Eres una perra.— expulsé, montándome a mi coche rudamente. —¿En dónde está Natalia?

—Con Max.— contestó muy tranquila.

—Tú y ese maldito lo tenían todo planeado ¿No es así?— estaba conteniéndome. —Eres una lesbiana, una puta y dedicada lesbiana. Una zorra chupa coños.— grité alterado mientras conducía a toda velocidad.

—Pareces un niño de 11 años Leon, tus insultos no me duelen.

—¿Por qué te empeñas en hacerme daño? ¿Qué fue lo que te hice?

—Simplemente no quiero que mi amiga se junte con un maldito imbécil. Ella merece algo mejor. Tú solo eras una basura de hombre.

Maldita.

—Esta me las vas a pagar, ¿me entiendes?

—No lo creo.— soltó una carcajada antes de cortar la llamada.

Claro que me las iba a pagar y bien caro le iba a salir tu maldita broma.

Conduje hasta la mugrosa fiesta de Max y me bajé del coche en busca de Natalia. Conociendo a Ruth seguramente la había sacado, pero no me importaba, la buscaría hasta encontrarla. No me iría a dormir sin tener a Natalia a mi lado.

Entré al lugar y observé como estaba la situación. La mayoría de gente estaba afuera, platicando mientras bebían y escuchaban música a todo volumen. Entonces vi a Max hablando con Natalia. Le estaba dando una bebida, incitándola a que bebiera de ella. Bastardo.

Me acerqué rápido a ellos con mis puños apretados y la mandíbula tensa.

—¿Quieres que llame a tus pad...

Tomé a Max de la camisa, sorprendiéndolo al instante. Levanté mi puño y lo presioné contra su rostro de niño bonito.

—¡Vuélvete a Oberhausen maldito infeliz! —le di una patada en el estómago.

Él cayó inmediatamente al suelo. Retorciéndose de dolor. Se llevó la mano al estómago y se puso en posición fetal.

Eso es. Sufre maldito bastardo.

Miré a Natalia, ella tenía los ojos entrecerrados y la cabeza tirada hacia adelante. Se podría decir que estaba en estado de transe.

—¿Qué pensabas hacer con mi novia? —lo tomé del cuello.

—Solo...— intentó soltarse. —Intentaba ayudarla. —cerró los ojos, conteniendo la respiración.

—¿Ayudarla? —reí irónico y le di otra patada en el estómago. —¿Ayudarla cómo? Rata infeliz.

—¿Qué estás haciendo? —se escuchó la voz de Ruth. —¡Suéltalo Leon! —escuché unos tacones.

Levanté mi puño para darle otro golpe más. El infeliz este ya estaba sangrando por la boca.

—¡Max no está enterado sobre esto! —exclamó Ruth, tomando mi brazo. —Loco. Estás loco. —se inclinó para ayudar a Max. —¿Estás bien? —oí que preguntó.

Me alejé poco a poco sintiendo que mi cabeza daba vueltas. Ruth quería enloquecerme y creo que lo estaba logrando.

Me acerqué nuevamente a Natalia y la tomé entre mis brazos. Comencé a alejarme mientras escuchaba a Ruth preguntándole a Max si estaba bien.

Ya llegué no estaba muerta, quería morir por la universidad, lit la uni me agarró como Leon a Max, así mero. Jeje las amo baii

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora