30-¿Qué es lo que ha pasado?

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Abrí los ojos poco a poco, sentía los rayos del sol chocar con mi cara y una mirada fija. Cuando mi vista se aclaró vi a mi padre mirándome atentamente, sin moverse ni parpadear.

-Papá.- dije con la voz ronca.

-¿Cómo te sientes?- preguntó con aire preocupado.

-Tengo dolor de cabeza, me siento mareada, con ganas de vomitar.- describí algunas de las cosas que sentía en ese momento. -¿Qué es lo que ha pasado?- pregunté supremamente confundida.

-Esperaba que tú me lo dijeras.- se pasó la mano por el pelo. -Una patrulla de la policía te trajo a casa. Los mismos hombres me informaron que Leon está en la cárcel junto con un amigo de Ruth. No me dieron muchos detalles de lo que pasó, así que me veo en la obligación de preguntártelo.

Entonces, a mí cabeza llegaron los recuerdos del día anterior. Desde la orgía hasta el encarcelamiento de Leon y Max. Pero lo más importante, ¿Qué pasó después de que me choqué con el poste de la luz?

"Tonta Natalia. Eres tonta para todo." Recordé las palabras de mi madre.

-¿A qué hora me han traído?- pregunté rápidamente.

-Cómo a eso de las doce.- contestó confundido.

-Papá. Ayer me choqué con un poste de la luz. Un borracho me perseguía y estoy pensando en que pudo haberme hecho algo.- me senté en la cama. Estaba demasiado preocupada y nerviosa. -¿Qué te han dicho los policías?

-Precisamente me han dicho que una patrulla de la policía te encontró tirada a un lado del poste de la luz, los borrachos solo te observaban y tomaron algunas fotos, simplemente eso. Dijeron que parecías estar inconsciente.

-¿Estás seguro papá?- pregunté.

-Sí, cariño. Eso es lo que me han dicho.

-Vale, gracias.- asentí. -¿La familia Goretzka ya sabe sobre esto?

-Esta mañana hablé con Geoff... Créeme que Leon tendrá un buen castigo.- comentó. -Lo que me preocupa es que hasta el momento no sabemos en donde está Ruth.

-¿Ruth? ¿Acaso no ha regresado?

-No. - negó. -¿Sabes algo sobre ella?

- Lo único que sé, es qué estaba en una fiesta con sus amigos. La casa en la que estaban queda un poco retirada, así que por eso mismo iban a quedarse a amanecer.

-El problema es que Ruth no ha pedido permiso a Barbara y Geoff.

Ruth está loca. Tan loca como una cabra.

-Le llamaría pero mi teléfono no funciona.

-¿Qué?

-Es una larga historia papá.- fui levantándome poco a poco de la cama. -Me bañaré e iré a la estación de policía para ver a Leon. Estoy segura de que está hambriento, tanto que necesita ropa limpia.- me detuve antes de entrar al baño. -¿Sabes si Barbara le llevó ropa?

-No. Sus padres no están dispuestos a ir hasta la estación, simplemente le esperaran en casa y vaya castigo el que le espera.

Suspiré.

-Vale. -entré al baño.

+++

Entré a la estación de policía y caminé hacia las celdas las cuales vigilaba un policía distinto al de la noche anterior.

-Buenos días.-saludé.

Levantó la vista y asintió en forma de saludo.

-Vengo a traerle unas cosas a Leon y a Max.- informé.

-Déjeme revisarlas.- pidió.

Le entregué el maletín en el que traía algunas prendas y comida. Él hombre lo reviso bastante bien y luego me lo entregó.

-Bien pueda.

-Gracias.- me acerqué a la celda de Leon. Desde ahí mismo observé la celda de Max y le vi dormido. Volví a mirar hacia la celda de Leon y observé que también dormía. - Leon. - le llamé con un tono de voz bajo. - Leon- volví a llamarle. - Leon- le llamé por tercera vez pero no contestaba.

-Hey, bello durmiente.- el policía le dio un golpe a las rejas de la celda con la porra que traía en la mano. -Despierta. Esto no es un hotel.- gritó.

Leon abrió los ojos bruscamente, y se levantó de la cama sin siquiera estirarse. Cuando estaba por acercarse a mí, se quedó quieto por un momento, parecía mareado. Consecuencias de levantarse tan abruptamente.

-Natalia- se acercó luego de un momento.

-Leon - saludé seriamente. -Te he traído ropa y el desayuno. - informé.

-¿A que hora saldré?- preguntó.

-En una hora.- intervino el policía.

-Mierda.- espetó. Sus ojos seguían entrecerrados.

Saqué la ropa que mi padre me había facilitado y el plato en el que había servido el desayuno que preparé para Leon y Max.

-¿Cómo te fue ayer?- preguntó.

-Bien.- me limité a decir.

Le pasé las cosas por el espacio que dejaban las rejas y suspiré profundamente.

-Hola Natalia. - escuché la voz de Max.

Miré inmediatamente hacia la celda de Max. - Max. - saludé y me acerqué a su celda.

-¿Cómo te ha ido ayer en la noche? ¿Llegaste bien?- preguntó.

-Si, gracias al cielo.- asentí. -Te he traído esto. - saqué ropa y comida del maletín.

Él se levantó de la cama y se acercó a las rejas. -Muchas gracias. - asintió y lo recibió.

Miré hacia la celda de Leon, y le vi comiendo el desayuno tranquilamente. No me vigilaba como de costumbre. ¿Acaso tengo que preocuparme? No. Al contrario. Tal vez ya aprendió la lección.

-¿Lo has preparado tu misma?- preguntó Max llevándose un pedazo de pan a la boca.

-Sí. Sé que cocino terrible pero al menos tuve la valentía de preparar algo.- bromeé.

Él negó. -Está bien.- contestó luego de tragar.

Volví a mirar a Leon. Él seguía sin mirarme.

¿Por qué me afectaba tanto?

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaWhere stories live. Discover now