31-Vete con Max.

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-¡Es lo último que te paso Leon Goretzka!- gritó Barbara a todo pulmón. -Estuviste en la cárcel. En una cárcel, Leon.- estampó la cabeza contra las manos, se veía desesperada.

-¿Qué?- preguntó Geoff. -¿No vas a decir nada?- le preguntó a Leon.

Se encogió de hombros. -¿Qué quieren que les diga?

-Es inaceptable tu comportamiento, si sigues así voy a tener que comenzar a tomar medidas drásticas y créeme que no quieres saber a qué me refiero.

-¿Por qué solo a mí? ¿Por qué no aplican lo mismo con Ruth? ¿Saben en dónde está? Seguramente está puteando con sus amigos, quien sabe en qué lugar. Es una cualquiera.

-Respeta a tu hermana.- Barbara se levantó de la silla, se acercó a Leon y le dio una bofetada. -Esta semana no saldrás, no tendrás teléfono ni internet. Dame tu teléfono.- estiró la mano.

Leon le miró por un momento.

-Leon, hazle caso a tu madre.-intervine, no entendía porque seguía en esa casa.

Leon me miró rápido. -Tú no eres quién para decirme que hacer.- su voz era fría.

Sentí una pulsada en el corazón cuando me lo dijo, él nunca me había hablado de esa forma. Su voz tanto como su mirada eran frías, cómo si no quisiera que estuviese ahí.

-Dame tu teléfono.- exigió Barbara. Leon lo entregó, algo que no pensé que haría. -Bien.- se giró y caminó hacia Geoff quien miraba a Leon severamente.

-Iremos a una reunión.- comenzó a decir Geoff. -No quiero enterarme que saliste de la casa, no quiero un mal comportamiento, no quiero saber nada malo, Leon. ¿Has entendido?

Leon se encogió de hombros.

-¿Has entendido o quieres limpiar los suelos de la casa con un maldito cepillo de dientes?- gritó Geoff.

-¡Sí! Ya entendí, no pasa nada.- se levantó de la silla y subió por las escaleras sin prestarme atención.

Bajé la mirada, sentía corrientazos por todo mi cuerpo. ¿Por qué me trataba así? Yo no le hice nada, lo único que he hecho es aguantarlo. Yo debería ser la ofendida.

-Me voy para mi casa.- me levanté y miré a Barbara.

-¿Te vas?- preguntó, acercándose a mí. -Cariño, iba a pedirte que te quedaras con Leon, por esta tarde. Sé que tú no dejarás que pase algo malo ni que nos desobedezca. Eres la única en que confío.

-Barbara... No sé, siento que Leon no quiere verme.- le dije sincera.

Negó. -Tú sabes lo mucho que te ama, pagaría por estar esta tarde a tu lado, sé que es así.

-No lo sé... Yo... Creo que hoy no es así.

-Solo está agobiado por lo que ha pasado, créeme que es solo eso. Tú no tienes nada que ver. Se le pasará en cuanto estén solos.- acarició mi brazo.

-Quédate, Natalia, necesitamos que lo hagas.- intervino Geoff.

No quería quedarme para ser sincera, quería irme para estar sola y pensar en mi relación con Leon, si es que puedo llamarle de esa forma. Tenía que aclarar mis sentimientos y lo que iba a hacer de ahora en adelante, no quería equivocarme más, pero no podía negarme a lo que los Goretzka me pedían, ellos son como una familia para mí, no puedo darles la espalda cuando dicen que me necesitan.

-Vale, me quedaré.- asentí.

-¡Gracias cariño!- Barbara me abrazó.

-Bueno, ve por tus cosas nos iremos en cinco minutos.- avisó Geoff.

-Sí, sí.- Barbara me sonrió antes de alejarse para subir a su habitación.

Suspiré profundamente y caí en el sofá de cuero. Tiré mi cabeza hacía atrás y cerré los ojos. Seguramente los minutos iban a pasar como si fuesen horas.

Mi teléfono móvil comenzó a sonar cuando estaba por quedarme dormida en aquel sofá, lo saqué de mi bolso y contesté sin mirar de quien se trataba.

-¿Hola?

-¿Natalia?- oí la voz de Max.

-Hola Max.- saludé amable.

-¿Qué tal?

-Muy bien- contesté. -¿Cómo te fue? ¿Llegaste bien a tu casa?

-Sí, afortunadamente mi casa queda cerca a la estación de policía.- rió.

-Ah, bueno, seguramente querrás dormir toda la tarde.

-No, de hecho llamaba para invitarte a una fiesta. Nada de orgias si eso es lo que piensas.

-Max, lamentablemente hoy voy a estar ocupada el resto de la tarde.-contesté, apoyando el teléfono en mi hombro.

-Déjame adivinar, ¿Leon tiene algo que ver?

Fruncí los labios. -Sí.- contesté incómoda.

-Era de imaginarse- tosió. -Bueno, siendo así, te llamaré luego.

-Vale, que tengas una buena tarde.-contesté rápidamente.

-Hasta pronto.- colgó.

Abrí los ojos, y ví a Leon, estaba en la cocina bebiendo agua, seguramente escuchó la conversación que tuve con Max. Salió de la cocina con el vaso con agua en la mano y volvió a subir por las escaleras.

Pasaron unos minutos, Barbara y Geoff salieron, dejándome sola con Leon. No había noticias de Ruth algo que me preocupaba porque ella estaba en una orgía con gente desconocida que quien podían ser depravados, secuestradores o bandidos.

Me paré del sillón, me dirigí a las escaleras, las subí y fui hacia la habitación al final del pasillo. Abrí la puerta y lo observé tirado en la cama con el control remoto en su mano izquierda mirando la televisión.

-¿Leon?- di un paso hacia delante, él seguía sin mirarme.

-¿Qué es lo que quieres?- preguntó indiferente.

-¿Puedes decirme debido a qué me estás tratando de esta manera?- tuve que preguntar.

-¿Acaso te afecta?- me miró directamente a los ojos. -Sigue doliéndome el cuerpo gracias al accidente que tuve por tu culpa, estuve en la cárcel sin haberme curado por completo, seguramente las camas estaban infectadas y todo ese ambiente estaba contaminado. Estuviste coqueteando con el tal Max sin importarte mi estado de salud, no te importó en lo absoluto. Pude haber muerto por ti, pero a ti ni siquiera te importa. Ya me di cuenta de que no me quieres, así que no quiero verte más, vete con Max.- volvió a mirar hacia la televisión.

EX NOVIO POSESIVO | Leon GoretzkaWhere stories live. Discover now