18.

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Seguía observándolo, no sabía si atacar o sonreír. La infinidad de pensamientos sucios que cruzaron mi mente me dejaron incluso más en shock que cuando escuché su respuesta.

– Creo que tuviste un infarto. –soltó con los ojos bien abiertos.

– Tú me provocas infartos, algún día vas a matarme.

– Bueno, entonces ¿Verdad o reto?

– Verdad –se encogió de hombros.

– ¿Te has hecho test para enfermedades sexuales?

– Dos veces. –respondió victorioso.

– Eres tan precavido, me encanta. –sonreí.

Entrecerró sus ojos. – ¿Verdad o reto?

– Reto.

– Oblígame a llamarte daddy.

– Jungkook...

– Jimin.

– ¿Por qué juegas así conmigo?

– Sabes que me gusta jugar. –sonrió.

Él estaba tan ebrio, yo estaba tan ebrio, que olvidé por completo la idea de no aprovecharme si estuviera algo bebido.

– Ven acá. –pedí y palmee sobre mis muslos, dejando de lado la botella de licor.

Hizo caso y se subió sobre mí a horcajadas.

– ¿Así está bien? –preguntó mirándome, antes de beber de su botella.

– Mmh. –negué y puse mis manos sobre su trasero para acomodarlo bien sobre mí, cerca de mi inminente erección. – Dame esto. –pedí, con una mano sobre la botella.

– Espera. –me detuvo antes de beberse la mitad del contenido y luego empinarla sobre mi boca. –Bebe lo que queda.

Bebí hasta la última gota y dejé la botella sobre la mesita, para luego tomar su barbilla y acercarlo a mí con lentitud. Pasé mi lengua sobre sus labios, demandando la abertura de su boca.

Me recibió gustoso, saboreando mis labios tal y como dijo que le gustaba hacer, juguetee con su lengua lentamente hasta separarme un par de centímetros y besé su cuello, dejando leves marcas por la succión que hice sobre su piel.

Comenzó a moverse sobre mí, dejándome claro que quería deshacerse de la ropa cuanto antes; así que quité su camiseta entre besos y él rápidamente quitó la mía.

Me impulsé con fuerzas del sillón con él rodeándome la cintura y lo llevé a la mesa.

Besé cada parte de su torso hasta llegar a su cadera y metí mi mano bajo su pantalón, acariciando tortuosamente su piel. Desabroché su pantalón y le susurré. – Baja de la mesa y gírate.

Rápidamente hizo lo que le pedí y quedó totalmente quieto, esperando a que yo actuara.

– Tócate. –demandé antes de bajar sus pantalones.

Busqué el lubricante bajo el sillón y me dispuse a prepararlo.

– ¿Cómo...

– Lo fui a buscar cuando estabas en el baño. – respondí. –Junto con esto. –mostré un preservativo que saqué desde el bolsillo de mi pantalón. – Quería estrenar el sillón, pero estrenar la mesa no es un problema.

Sonreí antes de introducir mis dedos en él, totalmente extasiado de oír sus gemidos. Deseaba poder estar dentro de él, deseaba hacerle gemir con mis embestidas.

Amentiam [Jikook]Where stories live. Discover now