9.

591 78 76
                                    

Mi hermanastro yacía parado frente a mi puerta, ni idea de por qué había llegado tan temprano, pero tampoco era como si me molestara su presencia, de hecho siempre disfrutaba de un buen rato con él.

– ¿Si hubiera estado en medio de un buen sexo, qué hubieras hecho?

– Tú no tienes sexo desde que tu novia te dejó.

– Gracias, justamente deseaba un poco de bullying, además yo terminé con ella.

– No entiendo por qué te quejas tanto.

– Porque no sé qué problema tienes con mi ex novia.

– Mi problema es que sigues enamorado.

– ¡No lo estoy!

– Bueno, no lo sé. – abrió el refrigerador y tomó una cerveza. – Esto es lo único que disfruto cuando vengo a tu casa. Siempre tienes para beber y así me olvido de que eres un marica.

– No querer irme de putas no quiere decir que sea marica, quiere decir que estoy bien conmigo y mi imaginación. –sonreí y él negó. – Y por cierto,  puedes beber lo que sea, de todas formas hoy eso se abastecerá.

– Hablando de putas, imagino que me pasaras la habitación de huéspedes.

– Sí, lo que sea. –asentí sin prestar suficiente atención.

– Invitaste a los chicos del trabajo ¿Cierto? Te queda poco en el trabajo, será como una despedida.

– Sí, invité a la gente del trabajo aunque falta que una de las personas confirme. –dije pensativo. Justamente era una despedida y la única persona que no estaba confirmada era Jungkook.

– Espero que todos asistan.

– Algo te traes.

– Tengo droga, la idea es consumirla.

– ¡¿Por qué mierda tienes droga?!

– ¡Porque es una fiesta!

– ¡Es ilegal! –exclamé.

– No eres un agente de la policía puedes estar tranquilo. Además es sólo hierba, todo el mundo consume hierba, no seas tan exagerado.

– ¡Seré abogado! ¡¿Tienes idea de lo importante que es que mis papeles se mantengan intactos?!

– Entonces deberíamos estar contentos de que es una fiesta en tu propia casa. – argumentó con una media sonrisa.

– Eres increíble.

– Lo sé, me lo dicen seguido. –sonrió de la manera más burlesca que pudo.

– Te estás buscando una paliza.

Ambos nos pusimos en posición de pelea cuando el sonido del timbre nos distrajo. El conserje me avisaba que Min yoongi y Kim Seokjin habían llegado.

Y en tan sólo unos minutos estuvieron con nosotros, bebiéndose mi cerveza y atracando mi comida.

– Hombre, debes invitarnos con más frecuencia a tu casa.

– Si no se la pasaran de fiesta y decidieran venir a estar conmigo no tendría problemas.

– Siempre escoges a Namjoon. – Jin se cruzó de brazos y me miró acusador.

– No es cierto. – me reí, totalmente nervioso.

– Es como esa vez que terminaste con tu ex y decidiste llamarme a mí que a Yoongi.

– ¡Namjoon! –grité.

– Eres el peor. –mencionó  Yoongi.

– No me odies por favor. –me acerqué a él y le di un abrazo que respondió con pocas ganas.

Amentiam [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora