6.

699 76 42
                                    

– Si no te mueves, te juro que gritaré que estás regalando una cita a la primera chica que se acerque.

– No sé por qué ahora tengo que bailar.

– No es bailar. – respondió Hoseok con desgano. – Es moverte para darle algo de alegría a este jodido juego.  Además es porque descubrimos que en realidad eres un mentiroso, y que bailas igual de bien que nosotros.

– Eso no es cierto. – me quejé al momento de presionar el botón que daba inicio a la máquina. – Además es el último viaje.

– Sí, lo que sea. – negó. – Llama la atención de las chicas así que debes hacerlo.

Rodé los ojos y esperé a que las personas bajaran del  juego para ponerme algo más abrigado y huir del trabajo. Al fin había terminado el horario laboral.

Hoseok se había hecho algo más apegado a los chicos y habían frecuentado ese lugar donde fuimos hacía una semana, yo en cambio, no había asistido nuevamente, a pesar de las insistencias de Hoseok y Taehyung.

Había decidido pasar tiempo con mis amigos de la universidad, Jin, Yoongi y por supuesto mi hermano. Esos tres tenían una seria obsesión conmigo ligando con una chica con buena delantera. Por supuesto yo era del tipo de personas que les gusta coquetear y jugar, pero no era como ellos, sexo todo el tiempo. Bueno, Jin era un romántico así que él estaba con una chica desde hacía semanas. Al parecer habían congeniado en alguna de esas fiestas a las que iban los tres juntos.

Luego de revisar que todo estuviera en orden, caminé con Hoseok hasta la salida de seguridad donde nos despedimos ya que decidió pasar al baño y yo, sólo quería irme. Me dirigí hasta mi casillero y tomé mis cosas con la mayor agilidad posible ya que podía divisar la interminable fila que había para salir del lugar.

Me posicioné detrás de una de las personas que más agrado me daba ver dentro de este lugar, él aún no me había visto pero había notado que él era sumamente inquieto, por lo que su posición de espaldas no duraría mucho. No tenía suficiente valor para decirle hola pues era Hoseok quién llevaba más la plática con Jungkook. Se giró y me observó por un momento, yo desvié la mirada y noté cómo me analizaba de pies a cabeza y se detenía a la altura de mi estómago. Me daba miedo mirar fuera lo que fuera que llamó su atención.

– ¡Oh es uno de esos! – Exclamó con la misma emoción que un niño. Extendió su brazo hacia mí y me sorprendió cuando tomó ese roñoso y antiguo Angry Bird que colgaba de mi mochila.

Sí, porque era un tipo de veintidós años con un jodido angry bird en el bolso. Había sido un regalo de mi ex hacía tiempo atrás y había decido conservarlo porque le daba un aspecto bastante friki a mi atuendo, y es que yo en realidad era más nerd de lo que podría parecer. No era un casanova con el título de abogado que se desajusta la corbata cada vez que te va a dar contra su escritorio, no, yo era más del tipo de abogado que llega tarde al tribunal por dormirme tarde luego de una buena lectura o juego hasta tarde.

Su rostro se tornó afligido al notar que el pequeño muñeco no sonaba al apretarlo. – No, no es de esos. – se respondió así mismo y me miró casi ofendido.

– No, no suena. – dije a modo de disculpa con la sonrisa más encantadora que pude poner. Tomé el colgante y lo miré a los ojos. – Pero llama la atención de las personas.

– Claro, llamó mi atención pero es una farsa, es devastador. – él soltó una risa y me contagié, era realmente graciosa.

– Creo que te ha decepcionado. – me encogí de hombros.

– Mucho. – asintió dándome la razón. – Antes existían unos que sonaban al apretarlos, ya sabes hacían prr prr. – imitó el característico sonido de las animaciones y no pude evitar sonreír.

Amentiam [Jikook]Where stories live. Discover now