Capítulo 38.

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N/A: Les debo una disculpa gigantesca a todas mis lectoras porque estuve algo alejada en estos días, algunas me escribieron preocupadas y de verdad les agradezco por todo, las amo♥

Dancing On My Own — Calum Scott.

Espero les guste, gracias por leer🙈. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, ES GRATIS😍😉

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Corrí, en ese momento corrí para salir del edificio con todas mis ganas y sin mirar ni un segundo atrás. Trataba de mantener mi mente ocupada para evitar las lágrimas que amenazaban con salir sin piedad. Si esta era una lección de vida más, prefería saltarla y olvidarme de ella, yo sólo pedía un poco de paz.

Empuje la puerta trasera de la salida que da a un callejón para disipar mis pensamientos antes de apoyarme en un basurero y quitar mis tacones. Miré el cielo sin ninguna estrella y cubierto de nubes oscuras que hacían ver la noche triste y tenebrosa. Y entonces sentí la primera gota descender por mi mejilla, la retiré con frustración y continué corriendo por el largo callejón hasta la salida donde la lluvia torrencial de una noche en Nueva York a mediados de noviembre, me azotaba la cara.

Tomé una breve bocanada de aire antes de correr por la avenida tratando de no detenerme, con mi respiración agitada al punto de pensar que mi corazón se detendría en algún momento, mis mejillas enrojecidas mezclando las gotas de la lluvia con mi maquillaje ahora corrido y decenas de mis lágrimas deslizándose por mis labios antes de caer a un precipicio con un duro final.

Estaba perdida y no hablaba de direcciones, conocía perfectamente las calles, pero no en un territorio que incluyera a Lauren Jauregui. Suspiré con cansancio cuando ya estuve lo suficientemente lejos de allí y logré notar que el edificio ya no se divisaba más desde donde estaba. Limpié mis mejillas mientras caminaba como si cada paso fuera más doloroso que el otro y cuando menos pensé que las cosas podía empeorar, una luz blanca parecía dirigirse a mí.

Coloqué una mano sobre mis ojos para poder ver que era un auto a lo lejos de la avenida que venía a toda velocidad, el auto dio una vuelta y terminó frente a mí. Escuché un ruido detrás de m'i que causó que me girara y la impresión me hizo sudar frío.. —Sorpresa.

Y todo se volvió negro. Sentí una pequeña picada de aguja y de pronto el ruido comenzó a desaparecer hasta que mis músculos cedieron cayendo en un sueño profundo.

Desperté de golpe con un fuerte dolor en la espalda y un calor en la cabeza. Cuando me moví sentí el dolor de una herida punzante en la cabeza y entendí que estaba sangrando, tomé una bocanada d aire y me senté logrando sentir el frío piso separarse de mi cuerpo a medida que me acomodaba.

Tenía una funda en el rostro que no me permitía ver nada y eso causaba que mis oídos se agudizaran. —¿Qué tenemos aquí? —Se escuchó una puerta abrirse y la voz desconocida hablar. Un fuerte olor a cloro mezclado con detergente invadió mis fosas nasales causando que arrugara la nariz.

—¡¿Quién eres?! —Pregunté con miedo de la respuesta, una que nunca llegó. El hombre soltó una carcajada y un estruendor sonó. —¿Qué fue eso?

—¡Idiota! —Se escuchó un quejido de dolor y yo no veía más que sombras. —¡Debes darle agua, no vidrio! —Escuché otro quejido y segundos después sentí que me levantaban la funda de la cara para darme algo de agua.

—¡Déjenme ir! —Grité y empujé los pies con toda mi fuerza pero las ataduras estaban muy bien hechas. —¡Yo no hice nada! —Comencé a llorar con desesperación. —¿Qué quieren de mí? —Pregunté con la voz entrecortada.

BOSS | Camren Where stories live. Discover now