Capítulo 22.

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N/A: Aquí está el capítulo y ¡oficialmente pasamos la mitad de la novela! Estoy más que encantada y agradecida con todo lo que han hecho por mí, de verdad, muchísimas gracias. También me quería disculpa por tardar en publicar, no he estado muy bien... Pero aquí estoy ahora y mañana publicaré de nuevo -posiblemente-, así que espero les guste y gracias por leer. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, ES GRATIS ;3

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Camila's POV

En nuestro último día en Brasil, Lauren se había despertado temprano y pidió el desayuno a servicio en la habitación mientras yo aún me movía adormitada en la cama, no podía abrir los ojos por mucho tiempo así que me giré quedándome dormida de nuevo.

Media hora después, la ojiverde saltaba a mi lado para despertarme y yo gruñía de frustración. —¡Despierta bella durmiente! —Me besó en los labios y yo reí. —Es nuestro último día, levántate a desayunar Camz. —Comenzó a besar mi espalda desnuda y yo tuve que morder mis labios para no empezar a reír como loca.

—Está bien. —La hice a un lado y con el cabello todo despeinado, me senté en la cama bostezando, Lauren soltó una risita y me besó tiernamente antes de levantarse y acercar la mesa con el sándwich de cada una. Tomé el mío y me lo llevé a la boca sin esperar mucho. Lauren me miraba sonriente. —¿Qué? —Pregunté cubriendo con mi mano mi boca. —Tengo hambre.

Ella se encogió de hombros y asintió riendo. llevo su sándwich a su boca y comenzó a comer con rapidez. —Nuestros planes para hoy son simples. Iremos a un río, así que prepárate porque debo ir primero por los boletos. —Se levantó tomando una servilleta y limpiándose. —¿Quieres comprar algo para llevar?

Me levanté buscando la cámara que Lauren me regaló y le tomé una foto observándola al salir impresa. —Tengo suficientes. —La guardé junto a las otras y Lauren me quito el empaque donde estaban. Me miró sorprendida.

—Tienes al menos quinientas fotos aquí. —Bufó riendo y comenzó a verlas una por una. —El rollo alcanzaba solo para cincuenta.

Miré mis manos y sonreí. —Puede que haya comprado otros nueve royos. —Reímos. —Con tu tarjeta. —Paró de reír y me miró sin expresión. —¿Lo siento? —Continué riendo y ella me entregó el paquete, creí que se había molestado así que me avalancé hacia ella dándole un largo beso. —En serio...

—No me importa que lo hayas gastado en eso. —Me devolvió el beso. —Pudiste mencionarlo simplemente, pediré que me traigan cinco rollos más si quieres. —Asentí sonriente y la abracé haciéndonos caer en la cama. —¿Qué haces? —Preguntó y le declaré la guerra. Comencé a hacerle cosquillas hasta que su risa no se escuchaba y su rostro estaba tan rojo que no podía ni respirar y sellé mi victoria con un beso apasionado que hizo que Lauren me tomara de la cintura y me pegara a su cuerpo sin poder soltarme.

—Lauren... —Besaba mis cuello unos segundos y volvía a devorar mis labios con paciencia y necesidad. Mordía mi inferior después de succionarlo y sentía mi cuerpo desfallecer, había comenzado un nuevo juego de seducción y estaba perdiendo. —Jauregui. —Tartamudeé cuando sus manos comenzaron a acariciar mi espalda con tanta lentitud que una serie de escalofríos me recorrían sin piedad. —¡Lauren! —Grité entre besos cuando una de sus manos apretó con fuerza mi trasero y con la otra me dio una buena nalgada.

La ojiverde se separó de mí riendo y me dio un último beso antes de hacerme caer a su lado. —A la próxima te ignoro. —Se levantó dirigiéndose al baño y antes de cerrar la puerta me miró pervertida. —Tienes suerte de que deba ir a comprar los boletos.

BOSS | Camren Where stories live. Discover now