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~Violette~

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~Violette~

Conexión.

Todos hemos escuchado alguna vez sobre la conexión de dos cuerpos, de dos personas, conexión alámbrica o inalámbrica (estas últimas podrían ser con certeza las más comprobadas)...

El punto es que, a veces está conexión sucede con polos distintos, cosas distintas que juntas forman algo funcional y mágico; como lo negativo y lo positivo, la luz y la oscuridad. En la filosofía china esto compete a un término mundialmente conocido como el principio del "Yin y el yang".

Es extraño, pasa pocas veces y cuando sucede realmente se siente como magia, justo como lo que estaba por sucederme está noche...

Las horas pasaron tan rápido, todo el día me la pasé viendo televisión. Estaba tan aburrida, tantos programas de fiestas navideñas me tenían enfadada. Leí un poco, corrí también y practiqué mi meditación del día, no ayudó mucho, me sentía igual que antes.

Quería salir, me estaba aburriendo, eran las siete de la noche, era temprano aún, seguro la fiesta apenas iba comenzando y estar aquí encerrada no era la mejor sensación del mundo.

Decidí tomar un baño. Me arreglé algo casual, solo tomé unos jeans, una blusa linda y unos tenis, me coloqué mi abrigo y salí de casa.

Encendí el auto y conduje sin un rumbo en concreto, no tenía ni idea de a donde ir. Tal vez si voy con Alessia me mande al carajo, eso no es buena idea.

«Deberías ir al bar por unos tragos y volver temprano, —Esa sí es buena idea».

Giré el volante y me dirigí al bar, estacioné el auto y bajé. Había pocas personas, la mayoría eran parejas jóvenes. Era absurdo sentarme en una mesa pues solo era yo, tomé el banco de la barra y me senté. Después de minutos llegó un chico robusto, tomó mi orden.

—¿Desea comenzar a ordenar algo señorita? —dijo con su pluma y libreta listos para la orden, amaba la atención que siempre tenían y la amabilidad, ante todo. Si fuera ellos lo mandaría todo a la mierda en un instante.

—Sí, una margarita, por favor —el chico se retiró con una sonrisa amable.

"Si le gustara yo, te habría guiñado a ti..."

Recordar a Alessia no me ayudaba mucho, siempre bebíamos juntas y era la mejor sensación del mundo, en donde me sentía segura. «En donde era yo».

La verdad extrañaba demasiado a Alessia y echaba de menos a Evan, podía ser un imbécil, pero más lo era yo, por creer que cambiaría algún día.

Tomé mi celular y comencé a revisar las fotos mías con Evan, lo de nuestra discusión me había dejado muy pensativa y algo decaída.

—Si quieres emborracharte no tomes eso, toma algo que realmente haga efecto —de nuevo esa voz, esa maldita voz que me encantaba escuchar. Miré y era el mesero de los vinos, resultaba gracioso verlo después de recordar lo de Alessia. Él estaba limpiando las copas mientras las acomodaba en un estante frente a mí.

Enamorada del chico del barDonde viven las historias. Descúbrelo ahora