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~Dave~

El inmenso mar del infinito

¿Se han preguntado sobre su realidad alguna vez? Me refiero a la realidad de nuestra existencia, nuestro pasado, saber de dónde venimos y hacia dónde queremos llegar.

¿Cuál es nuestro destino?

El inmenso mar del infinito suena algo complicado de imaginar, pero es lo más semejante a cualquier humano y todo lo que lo hace ser y existir.

Y como el inmenso mar del infinito, no somos más que polvo en el viento, algo microscópico en una eternidad histórica.

Estas últimas semanas, meses tal vez, se han convertido en un cúmulo de emociones, algo que jamás había experimentado. Y es que el hecho de casarme, convertirme en padre y, estar de vuelta en Nueva York, me hacen creer que nada de esto es real. Es como si viviera en una burbuja de cristal, de aquellas que suelen regalarse en vísperas de navidad, como una burbuja llena de polvo brillante que al agitarse parece que todo, aún cuando se descontrola por completo, sigue siendo un mundo perfecto. La diferencia es que esta burbuja de cristal ha sido agitada con fuerza y ha logrado descontrolar mi vida por completo; probablemente, se quebró.

No me refiero a que desista de tomar está decisión; es que mi cabeza no deja de pensar en aquella conversación con el señor Dewey, no sé cómo hablarlo con Violette, no sé cómo podríamos lidiar con algo así.

Sé que mi manera de hacerlo no es la adecuada, últimamente me he distanciado con la única intención de no hablar con ella.

Es que... Me es tan difícil creer que mi padre en verdad es inocente.

No puedo ni siquiera imaginar que todo fue una mentira y que por tanto tiempo viví engañado al igual que él...

~Analepsis~

La cena con los Dewey fue genial, por segunda vez me sentí aceptado y bienvenido, la segunda vez en diez mil intentos...

Honestamente, todo fue complicado para todos; Violette y yo, aunque tratábamos de ser firmes, sabíamos que únicamente sobreviviriamos con el apoyo de sus padres y su aprobación. Sé que ninguno de los dos quería admitirlo, pero claramente dos adultos sin trabajo que no pueden siquiera conseguir comida para ambos, podrían hacerlo para un niño y una comunidad entera.

Es gracioso que en esa comunidad nos crean héroes, personas con pulcritud y economía, pero la realidad estaba ahogándonos, no teníamos ni idea de cómo avanzar, era la primera comunidad y estábamos hundiéndonos junto con ella.

Nuestra charla fue extensa y emotiva, hubo silencio cuando el momento se llenó de declaraciones amorosas y apoyo moral y más que moral hacia nosotros. Era como si de pronto el peso que cargaba se desmoronara. Ya no tenía que temer por nosotros o nuestro futuro, no tenía miedo de vivir, porque sabía que cada cosa que había hecho la repetiría con tal de volver aquí una y otra vez, junto a Jassir y Violette. Me daría cuenta que después de todo, al final de la tormenta puede haber un arcoiris a la espera del descubrimiento.

—Dave, ya que las cosas se pondrán complicadas las siguientes semanas, me gustaría contar con tu apoyo en la oficina. Realmente me cuesta admitirlo, pero tu eficiencia y talento son esenciales dentro de la empresa, se necesitan personas como tú. ¿Crees poder ayudarme en unos días? —decirle que no al señor Dewey era como decirle no a todo lo que anteriormente nos había dicho, la verdad no me arriesgaría a perderlo todo. Obviamente me habría encantado pasar tiempo con Jass y Violette, pero las cosas en verdad necesitaban agilizarse. Por lo visto nuestros planes serían ligeramente cambiados, no había ningún obstáculo que opondría el agendar citas para corroborar la salud de Jass, él era prioridad.

Enamorada del chico del barDonde viven las historias. Descúbrelo ahora