Capitulo 12. I see fire. Parte I.

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Perdonarme, tuve GRANDES contratiempos, ente que tenía que estudiar exámenes y que se me rompió el ordenador, no pude escribir nada y eso me mata. Pero mata.

Espero que os haya gustado, este capitulo es el segundo más largo que e escrito aquí, se desvela un oscuro secreto de Damian o.o (tum tum tum) y sale ***** en un corto periodo de tiempo, y han un poco de bueno, hay cierta escena uff ufff.

Lo siento por las faltas de ortografía, pero cuando me dieron ayer el ordenador, no paré ni un minuto. Perdón otra vez.

El cap lo dividiré en dos partes, porque es larguísimo, aquí la primera y cuando el viernes o sabado, depende, no lo se, que tengo que estudiar, posiblemente la semana que viene, veréis la segunda, es algo triste, yo he llorado cuando e organizado todo el cap en la cabeza. Voy dando alguna pista de que asará, solo digo eso, bueno no os molesto más y os dejo con la lectura.

Adieu ;)

Scarlet corrió hacia su cuarto, sabía que aquel momento era el menos preciso para cambiarse de ropa, pero con lo que llevaba encima iba a ser incapaz de luchar sin quedarse desnuda. No es que le importase, en verdad, le daba igual luchar desnuda, pero atraería miradas innecesarias.

En el cuarto se encontró con Elie, que aún estaba algo molesta, nada mas verla, a Scarlet se le cayó la cara de vergüenza. Pero no podía dejar que ella lo notase y siguió como si nada.

Ella había aprendido a ocultar sus emociones y tener un rostro inexpresivo. 

Comenzó a rebuscar entre sus cosas a gran velocidad.

Entonces las encontró al fondo de su bolsa, sus pistolas gemelas de acero mezclado con titaneo -antideretibles ante altas temperaturas-, eran brillantes y se encontraban tan limpias que hasta Scarlet se podía ver reflejada en ellas; las dejó encima de la cama y rápidamente se desprendió de aquella ropa, sustituyéndola por un bodi negro sin mangas -parecido al de una bailarina de ballet- y que le dejaba toda la espalda desnuda, unos pantalones anchos pero bastante elásticos, aunque parecían un par de pantalones de tres tallas mayor, de unos matices militares; y por último se puso sus botas especiales.

Recogió su cabello dorado en una gran cola, no quería que el cabello le molestase para lo que se avecinaba. 

Se giró entonces, Elie la miraba de una forma desconcertante, se podía ver en sus ojos grises una gran preocupación.

Scarlet rebuscó en su bolsa y sacó una pistola negra, del mismo tamaño que su mano y se la lanzó a Elie.

   - No...entiendo...

   - Elie no te alarmes, pero vienen por lo menos unas doce naves hacia nosotros y vamos a necesitar todas las fuerzas que podamos.

   - ¡¿Qué!?

   - Lo que has oído, venga vamos, seguramente están de reunión.

Elie asintió lentamente y se puso en pie, Scarlet avanzó andando, pero veloz, Elie tuvo que trotar para poder alcanzarla.

La joven Elie, sin querer miró al interior de Scarlet y se escandalizó, no quiso decir nada, pero en aquellos momentos lo único que sentía hacia la rubia era odio, un gran y profundo odio.

Aunque se cayó.

Durante todo el trayecto siguió a Scarlet, al parecer ella sabía hacia donde iba; llegaron a la sala de las tecnologías. Allí abajo había reunidos por lo menos más de la mitad de la tripulación.

Crónicas Elementales 2: Agua de Cristal. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora