Crónicas Elementales 2: Agua de Cristal. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]

Capitulo 9. Blanco y Negro.

Hola, hola. Se suponía que no debía actualizar hasta la semana que viene, pero unas cosas llevan a otras y aquí estoy de nuevo -gracias, gracias- con un capitulo super impactante, que a mí por lo menos me lo parece, porque hasta el más mínimo detalle importa para el final.

Como dije en un comentario del capitulo anterior, si alguien lo a leído, traigo dibujo nuevo, opinión personal, a mi Damian me a salido algo raro, podéis opinar que no me importa, más vale ser sinceros.

Sintiéndolo o gustando -eso depende del personal lector- vuelve a salir Oriel nuestro psicópata Oriel.

Algo importante, el video que he puesto tiene un significado, para mí que he estado escribiendo el cap mientras escuchaba esta canción me parece que la canción y el tema del capitulo tienen una conexión, por ello si lo leéis os podríais poner la canción. Los que lo hagan a lo mejor lo entendéis.

Por cierto gracias a los que comentáis y todos podéis hacerle una pregunta o varias a algún personaje (preguntándole algo relaccionado con su personalidad, por su aspecto, intereses amorosos, incidentes con piñas...lo que sea) y luego cada vez que suba un capitulo las pondré al final. Ala pin pan pun.

Que tengáis una buena lectura.

Adieu ;)

Scarlet estornudo, se extraño ya que ella nunca estornudaba a no ser que alguien en particular a sus espaldas hablase de ella, aquello la hizo dudar de que pasaba.

No le tomó mucho tiempo, ya que sintió un nuevo pinchazo por su cuerpo. Gruñó, se estaba frustrando.

A duras penas llegó hasta su cuarto y de su alforja sacó un pequeño frasco, el elixir que había creado anti-cambio concentrado. Lo bebió de un solo trago, sintió como aquel líquido acidoso bajaba por su garganta, esa era una de las ocasiones en las que Scarlet se quemaba.

Pero valía la pena, los pinchazos en su cuerpo se fueron yendo a los minutos, aquel elixir hacia efecto al momento.

Aunque los músculos de su cuerpo le habían pasado factura, se encontraban rígidos y estáticos a causa de forzar a su propio cuerpo. Dejó caer su cuerpo en su respectiva cama.

Se encontraba tan cansada que no podía consigo misma.

Sus parpados fueron cayéndose, hasta que finalmente sus pestañas rubias doradas dieron con sus mejillas y Scarlet acabo en el mundo de los sueños, del que tato temía.

…

 

Era como estar en el interior de una película, solo que aquella película eran los recuerdos más preciados de Scarlet. En los que ella los contemplaba desde lejos con añoranza.

Estaba en República donde había nacido y había crecido un corto periodo de tiempo; y allí estaba de nuevo en la cuidad del origen de sus pesadillas. Como era habitual las calles estaban a rebosar de gente por los puestos ambulantes, aunque no estuviese allí de verdad sentía el olor a pescado recién recogido del mar y el incienso repartido por las calles.

Entonces las vió justo delante de ella.

A su madre en plena juventud. Su largo cabello rubio se encontraba suelto y sus ojos azules brillaban de felicidad, su mano iba sujeta a una pequeña Scarlet con coletas.