Crónicas Elementales 2: Agua de Cristal. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]

Capitulo 10. Fuego, Tierra y Futuro.

¡SORPRESA! Como dije en el anterior no puedo resistirme y hay que darle las gracias a MariaDiazBraza, ya que con su comentario me a convencido de subirlo y tu también, IWanderer ;) Vosotras dos siempre me animáis con vuestro comentarios larguísmos -me encantan XD-.

Este es un cap de los largos y como no desvela cosas importantes, sobretodo en Elie; que ciertas personas dicen qeu la tengo excluida, pero que va a jugar un papel muy importante.

Aunque sinceramente a mi este personaje me parece mu' soso, pero shhhh no se lo digáis a ella ¿ok? -vale estoy como una puta cabra, dejadme sola por favor-.

Y una última cosita.

Me gustaría hacer otro capitulo Extra, pero no se de que, si tenéis alguna idea o algo que queráis saber de algún personaje ponedlo, por ejemplo como se conocieron los padres de Scarlet, un día en la mente de Scarlet o Damian, o incluso de Oriel. Lo que queráis, para eso están los capitulos Extras, penasados y escritos solamente para vostr@s.

Y ya está. Beuna lectura.

Adieu ;)

DIA 10:

Habían transcurrido diez días desde aquel incidente y Scarlet simplemente lo había tomado como si nunca hubiese ocurrido, todo respecto a Damian, lo demás si había ocurrido, era algo que no podía olvidar así de fácil.

Iba en dirección a la cubierta, iba a reunirse allí con Elie, ya que la joven le había pedido que le enseñase algunos movimientos de vuelo, y aunque ella aún no tenía mucho dominio sobre el vuelo, a pesar de que su elemento era el aire.

Llevaba a Naga su fiel amigo en el hombro, por suerte no se había hecho nada grabe, si a su hurón le ocurría algo no sería capaz de perdonárselo. Le acarició la cabeza con un par de dedos, escucho el  “chii” que producía el animal al estar feliz.

Ella dejaría de pensar en  todos sus problemas al emprender de nuevo el flamante vuelo.

Cada vez iba más rápido en dirección a la puerta de salida, al verla a lo lejos, prácticamente había salido corriendo en su dirección. Giró el pomo y una brisa de aire fresco le dio en la cara, adoraba el olor a aire fresco −adoraba más el olor a quemado, pero ese también−.

Vio a Elie apoyada en el pasamano, esperándola. Si no recordaba mal, Elie era muy puntual, de aquellas que llegaban cinco o diez minutos antes. Elie le hizo un gesto apuntándose a un reloj de muñeca imaginario.

Scarlet le sacó la lengua y se aproximo hacia ella.

Ni siquiera se había dado cuenta de que Damian también estaba en la cubierta, hacía cinco días que le ignoraba por vergüenza.

No le miró.

Pero en cambio él si la miro a ella, desde el abrazo él había estado siguiéndola preguntándola porque lloraba, al igual que un perro faldero, aunque Scarlet agradecía que no se lo hubiese contado a nadie, ni a su padre ni a su tío ni a Elie, tampoco a As a pesar de que ellos dos compartían habitación.