Crónicas Elementales 2: Agua de Cristal. © [PRÓXIMA REEDICIÓN EN AGOSTO]

Capitulo 8. Luna llena plateada.

No debería de haber actualizado hasta el viernes que viene, pero no me he podido resistir; no se que os parecerá el capitulo, a lo mejor algo soso. Pero lo tenía que poer, hay algo fundamental en el capitulo que necesito para seguir.

Scarlet a lo mejor en este capitulo os parece algo ...., pero ella es así, no se puede remediar.

Y ya está, algún comentario agadecería.

Adieu ;)

DÍA 5:

Scarlet miró con el ceño fruncido al plato que se encontraba frente suya, una sopa medianamente caliente; frunció más el ceño. Sin que nadie se diese cuenta, metió un dedo en su sopa.

Concentro una cuarta parte de su poder en su dedo  y vio como poco a poco, iba burbujeando y un ligero humo sobresalía del bol. En el tiempo que había estado con Adler aprendió a hacer ese tipo de cosas, ya no era todo fuego y destrucción, como lo solía hacer antes. Ahora era capaz de controlar a la perfección su elemento.

   −  Se puede saber que haces −preguntó una voz, claramente la de Damian, que se había sentado enfrente− eso es algo…asqueroso.

Ella gruñó, de todas las mesas que había medio llenas y alguna que otra vacía, se había sentado donde estaba Scarlet. Bastante había tenido que aguantar con las burlas de su tío con su supuesto romance con su archienemigo −Damian−.

Entonces Elie cayó al lado de Damian, tal vez un pelín más cerca de lo normal.

   − Hola chicos −dijo ella con una gran sonrisa, lo que era muy natural en ella.

   − ¿Qué hay Els?  −respondió Damian, haciendo el intento de girarse hacia ella, puso una mueca.

   − Ian ¿como te encuentras? Deberías estar aún en la camilla.

   − Tranqui Els, pero estoy mucho mejor, ya sabes…psyco dragón, entre otras, rápida curación −dijo palpándose el costado−, pero me duele un poco la espalda, por alguna razón.

Aquello último hizo hervir la sangre a Scarlet, lo había dicho adrede. Ella antes le había empujado contra una pared. Sus mejillas ardían, incluso más que la sopa.

   − Vaya, Aliento de Besugo deberías mirarte eso en la espalda, no queremos que te ocurra algo muchísimo peor…−chistó ella después de una cucharada de sopa.

Damian encarnó una ceja, aquello se sentía como hacía tres años. Solo que había algo distinto en ella, una ligera parte se había vuelto mucho más madura, aunque seguía teniendo aquellos momentos infantiles y algo…Salamandra Escarlata la sanguinaria.

Dejó de lado la conversación que comenzaban a practicar Elie y Damian, de la cual intentaban incluir a Scarlet. Pero ella seguía concentrada en su sopa hirviendo.

Nunca antes había sido tan abierta con la gente, a ella le habían enseñado a ser callada en la mayoría de los momentos −había perdido casi todas esas facultades en aquel incidente− aún seguía siendo un poco ermitaña.