Capítulo 77

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El sujeto de ropa blanca de hospital avanzó hasta mi cama y me tomó del brazo concierta brusquedad, su rostro era serio, incluso preocupante, no tenía muchos años más que yo. Comenzó a apretar mi muñeca, buscando sentir mi pulso.



–¿Cómo te sientes? –inquirió automáticamente.

–Exhausto –suspiré– Dígame la verdad doctor... –tragué saliva,rebuscando mi coraje– ¿Voy a salir de ésta? –lo miré a los ojos.

–Soy un enfermero, niño. Solo te ha bajado la presión, ya mismo puedes marcharte, alguien te está esperando ahí afuera.

–Gracias, Doc, esas son lindas palabras... Pero no sé si me ayudan mucho con esto.



El sujeto arqueó una ceja.



–No, digo que de verdad hay alguien esperándote afuera –espetó.

–Oh –tensé los labios– Eso suena aún peor...



Wally me lanzó mi ropa, y conseguí atajarla... con mi cara.



–Vete ya –suspiró el enfermero– Debí haberme dedicado a las artes... –masculló para sí mismo.



Salí de la habitación seriamente confundido. Giré por un corredor y vislumbré una campera amarilla con claros dibujos de Watchmen. Quedé estático frente al muchacho que reposaba contra la pared mirando al suelo.


–¿Adam...? ¡¿Qué haces en el hospital?!


Cirse, a pocos pasos de nosotros, no pudo reprimir su expresión burlona.


–Alguien por favor dígale... –murmuró airada. Adam se percató de que ya estaba de pie y se encaminó hacia nosotros, intercambiando miradas sospechosas con la chica de los pins.

–¡¿Decirme qué?! –abrí los ojos con espanto– ¡¿Todos estamos muertos?! ¡¿Este es el infierno?! –palidecí– ¡Siempre supe que acabaría aquí con ustedes, pecadores!

–¡Salgan ya de aquí! –gritó el enfermero, harto de tantos adolescentes.



Nos marchamos casi corriendo por unas escaleras, lejos de la enfermería. Asombrado, caí en cuenta de que seguía dentro de la convención.


–Amigo... –dije tomando a Wally del hombro– Casi muero en una convención de historietas, ¡Soy una leyenda! –exclamé eufórico.



Él me palmeó el hombro con compasión, ladeando una sonrisa. ¿Me estaba perdiendo de algo...?




La chica del pin de la sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora