Capítulo 25

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Exactamente al mediodía ya me encontraba en la tienda de cómics del centro. Una vez más estaba solo y un tanto perdido entre otros adolescentes que iban y venían, algunos con cabellos de colores y otros con vestimentas extrañas, por no decir extravagantes. Me sentía un pichón fuera del nido. De mi amigo, el chico geek que jamás se sentía incómodo entre personas así, no había señal alguna.

Miré la vidriera una y otra vez hasta que ya no tuve nada más que mirar allí y mi queridísimo amigo aún no aparecía. Maldije para mis adentros. No me quedaba más que fijarme en la gente que iba y venía dentro de la tienda. En eso, veo a un sujeto con máscara de V, el personaje principal de V for Vendetta, que se me hacía muy, pero muy, conocido. Se encontraba charlando animadamente con una chica que portaba una mochila llena de pins, que se me hacía aún más conocida.

Horrorizado, volteé para no tener que seguir viéndolos. Sentí un escalofrío bajar por mi espalda. Esos dos... ¡Qué horror!

Entonces apareció mi amigo al estilo ninja.


–¿Por qué esa cara de asco? –preguntó entre risas– ¡Tampoco me veo tan mal!


Volteé y lo miré de pies a cabeza, no estaba vestido como siempre, evidentemente porque era sábado y no teníamos escuela. Así se veía mucho más... casual, es decir, pantalones cortos, una remera y zapatillas azules. Automáticamente arqueé una ceja, sorprendido, debe ser porqué estaba acostumbrado a verlo con el uniforme.


–No, no es eso –conteste cambiando de expresión– No es nada.

–Si tú dices –respondió con escepticismo– ¿Vamos a comer aquí a la vuelta?

–¿Hamburguesas? –inquirí con una sonrisa. Él asintió y chocamos puños– ¡Andando!


Debo decirles que para quitarme una mala imagen de la cabeza solo hace falta una cosa, comida.

Me encantaría decirles que el resto del día transcurrió perfectamente, pero no fue así.


La chica del pin de la sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora