Capítulo 124: Six mois

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— Son seis meses. —recalcó.

Mis dedos golpetean sobre el material de la mesa, esperanzada a que acabe totalmente de explicarse.

— Seis meses en los cuales brindan una capacitación por si se me es muy difícil. Tú sabes, mudanza, cambio de país, idioma..

Asentí para demostrar que estoy prestándole intención a sus palabras.

— Bueno, es antes de comenzar a cursar totalmente. Pero no lo necesito. Podré, yo sé que podré y..

— Entonces sí irás. —interrumpí su tartamuda explicación para afirmar.

— Sí, yo... Sí. —levantó la mirada.

Alcé ambos costados de mi boca, enseñando una sonrisa de comisuras.

-—Lo estuve pensando, mucho. La verdad es que tú tienes razón, estas oportunidades en la vida son únicas y sería un verdadero idiota si las dejara ir. —masculló.

Un nudo comenzaba a formarse en el centro de mi garganta. Si hablamos de dejar ir algo, yo muy bien podría opinar sobre eso.

¿Pero él? Él más que nadie.

— Eso está muy bien. -asentí convencida.

— Y yo... yo quiero que.. en estos seis meses.. -carraspeó su garganta- Mira amor, yo.. tengo algunos ahorros, bastantes a decir verdad. Sé que tú también tienes, y me gustaría.. Bueno, a mí me gustaría...

—¿Qué tienes en mente? —tomé su mano por encima de la mesa.

—Quiero que viajemos, solos tú y yo, a dónde sea, da igual. Sólo quiero estar contigo. —soltó.

Mi boca se entre abrió sin saber qué decir, sin tener idea de como responder a eso.

-—Sí, sí, yo sé. Sé que lo que teníamos planeado era rentar un departamento juntos cuando regresemos a casa, y formar nuestra vida ahí, pero.. Yo realmente no esperaba que esto sucediera, admití para esa beca mucho antes de que tú y yo.. —resopló— Fue mucho antes de volverte a encontrar, yo en serio no creería que fueran a dármela.

Yo respiré profundo y cerré los ojos por un segundo tratando de asimilarlo todo. Mi corazón da patadas dentro de mi caja torácica y siento que voy a desfallecer en cualquier momento.

—Hay que hablarlo. —respondí- Estas cosas no se planean de un día al otro. Tengo ahorros, sí, pero no sé exactamente cuanto, también está...

— Entiendo, creeme que sí lo hago. Sólo es que debo enviar una respuesta en estos días.

Suspiré, intentando no hacerlo con pesadez, mi cabeza comenzó a dolerme demasiado.

Me dediqué a sonreírle por un momento al ver la tensión que abrumaba su rostro.

— ¿Terminaste de desayunar? Acompañame al mercado. Debemos recargar la despensa, solo hay kétchup en la nevera. —comenté poniéndome de pie.

Él hizo lo mismo y yo tomé ambos platos para llevarlos al fregadero. Al momento de pasar por su lado sujetó mi codo con la intención de que me detuviera. Lo miré a los ojos, lo último que necesito es que me descoloque emocionalmente.

Para detener todo tipo de pensamientos, me incliné hacia él y así darle un beso. Mis pestañas rozaron con sus mejillas haciéndolo sonreír.

— Bonita... —susurró.

— Bonito, tú. —le sonreí.

Me dirigí a la cocina mientras lo escuchaba tararear una canción que no conozco.

LOUDER | RMWhere stories live. Discover now